“¡Si no puedes vencerlos, únete a ellos!” parece ser el nuevo lema de Jamie Dimon y su banco gigante, JPMorgan Chase & Co., que han transformado su tono y ahora están empezando a aceptar negocios de bitcoin como clientes, comenzando con Coinbase y Gemini, dos intercambios de criptomonedas.

Esta información fue publicada en el sitio web TecNoticias^[1] el martes 12 de mayo—el primer día de Las noticias de la cosecha, que tiene un significado profético tanto en el tiempo como a la luz de la descripción de Apocalipsis 18 de la caída de Babilonia en términos financieros. También llega el día después de la “reducción a la mitad” de Bitcoin. JPM/Chase también está trabajando en su propia criptodivisa equivalente al dólar para tramitar el dinero que tiene en su propio banco, lo que podría ser en parte la razón por la que les interesa cooperar con los intercambios de criptomonedas.

Sin embargo, es probable que haya una explicación más táctica para este aparente cambio de actitud por parte de este gran banco. Se enfatiza el hecho de que los sitios de intercambio de criptomonedas implicados están muy regulados. Esto significa que este cambio podría proporcionar no sólo un impulso para una mayor actividad de criptomoneda basada en los Estados Unidos y una cobertura para el banco contra la hiperinflación del dólar, sino que incluso podría conducir a una situación en la que las regulaciones o las circunstancias sean lo suficientemente estrictas como para que los cárteles bancarios reclamen los activos de cripto guardados en las carteras de los intercambios.

Para enfatizar el punto, la página web Cointelegraph en Español habla de la pandemia de coronavirus como la causa que “desencadenó una venta masiva” de bitcoin,^[2] en conexión con las noticias del martes sobre JPM/Chase. Este interés en bitcoin está obviamente dirigido a cubrir las pérdidas ocurridas por los impactos económicos del virus, lo que significa que bitcoin podría convertirse en un medio para asegurar parcialmente la economía.

La manera en que esto tomaría forma no es diferente a como el oro fue tomado de los ciudadanos de EE. UU. en el pasado. Según el resumen de Wikipedia de la orden ejecutiva de Roosevelt de 1933, la justificación de la acción no era diferente a la de hoy:

La razón aducida para la orden era que los tiempos difíciles habían causado “acaparamiento” de oro, estancamiento del crecimiento económico y hacer que la depresión empeore.

Exactamente el mismo argumento contra el acaparamiento de oro también se podía utilizar para el bitcoin, y la participación de JPM/Chase en el manejo de las cuentas en dólares de los Estados Unidos para Coinbase y otros intercambios podría llevar a una situación en la que dicho gigante tuviera la ventaja de llevar a cabo dicha maniobra, si se emitiera una orden ejecutiva similar.

Esto pone de relieve la lucha original que causó que los fundadores de Coinbase se separaran: ¿quién controla realmente la cartera donde se almacenan tus monedas? Ben Reeves, el programador que inició Coinbase con Brian Armstrong, quería que el usuario final (el dueño del bitcoin) tuviera las llaves y el control total de su cartera de Coinbase. Armstrong, por otra parte, quería que Coinbase retuviera las llaves y mantuviera la cartera en nombre del usuario final.^[3] Este último enfoque, por supuesto, hace posible que Coinbase (o un gran banco con el que podrías estar endeudado) incaute el bitcoin y otros activos de cripto en un abrir y cerrar de ojos, si la ley así lo requiere.

¡NO TUS LLAVES PRIVADAS, NO TUS BITCOINS! (Apocalipsis 0:1, Biblia Cripto)

Como miembros individuales de la economía mundial, cada persona que tiene dinero debe ser consciente del arma de Dios contra la Babilonia moderna y contra los poderes que han tenido éxito en su objetivo de eliminar la clase media y esclavizar a los pobres. Su dios es el dinero, y con él mantiene al mundo bajo su control a través de la deuda, pero el llamado de Dios es: “¡Salid de ella, pueblo mío!”^[4] Separen los activos adicionales de las monedas fiduciarias que están siendo infladas por billones de dólares a diestra y siniestra, e inviertan en la moneda dura del bitcoin, que ahora es más dura que nunca, después del tercer halving^[5] de sus rendimientos mineros. Al hacerlo, mantienes tus fondos personales bajo tu propio control para que los pesos pesados financieros no puedan disminuir su valor con imprimir imprudentemente el dinero, y de esta manera todavía estará disponible y valdrá algo para que hagas el bien con él y ayudes a tu prójimo a medida que la economía mundial se desacelera más y más.

Cada vez que hayas hecho tu negocio, transfiere tus activos de bitcoin a tu propia cartera privada y segura. No dejes que quede en el equivalente digital de una caja de seguridad. Una de las bellezas de la criptomoneda es que es tan pequeña como puede ser la información, así que aprovéchala y asegúrala sabiamente. ¡No hagas de Azazel el jardinero!