El furor de la ira de Dios, en el derramamiento de la séptima copa profetizada—que contiene las siete plagas postreras—es inminente.^[1] Ya hemos informado que el derramamiento de las primeras copas de la ira de Dios ha comenzado, alineándose con los tiempos señalados en Su reloj en el Mazzaroth.

En el video La sexta trompeta, se explicó que las primeras cuatro copas de la ira de Dios aún tienen un carácter de advertencia similar al de las trompetas, proporcionando vislumbres iniciales de lo que se desarrollará en la última parte de estas copas de Su ira.

Recuerda que, debido a la oración^[2] ofrecida en favor de aquellos que no estaban preparados, a los cuatro ángeles se les prohibió dañar la tierra, el mar o los árboles:

Y vi otro ángel que subía de donde nace el sol, teniendo el sello del Dios viviente. Y clamó con gran voz a los cuatro ángeles, a los cuales era dado hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado a los siervos de nuestro Dios en sus frentes. (Apocalipsis 7:2,3)

Este mandato de “No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles” fue dado en el contexto de los “cuatro ángulos de la tierra”, los cuales han sido descifrados en el video El desatamiento de los cuatro vientos como los dos equinoccios y los dos solsticios.

Dada esta asociación, queda claro que hay exactamente dos árboles y un total de cuatro elementos retenidos hasta el último momento del derramamiento de la cuarta copa de la ira. Esto significa que los primeros derramamientos de la ira han sido transformados en advertencias misericordiosas. Aunque eventos terrenales precisos se han alineado con los textos bíblicos, la plena intensidad de sus efectos ha sido grandemente contenida.

Cada marco de tiempo para el derramamiento de una copa de la ira comienza cuando la luna está en la mano de Orión, representando a Jesús. Desde allí, la luna viaja hacia la región donde se encuentra el agujero negro Sagittarius A*, donde se representa al Padre. Finalmente, cuando la luna alcanza su fase de luna nueva, simboliza el vaciamiento completo de la copa de la ira. Este proceso revela la magnífica unión entre Jesús y el Padre, quienes están en total acuerdo antes de cada manifestación de ira sobre la tierra.

Yo y mi Padre uno somos. (Juan 10:30)

Cuando la luna alcanza Sagitario A*, siempre se encuentra en una fase complementaria en comparación de cuando estaba en la mano de Orión, de modo que, tomadas juntas, representan una copa de la ira llena. Dios el Padre y Jesús estuvieron ambos de acuerdo en ofrecer el sacrificio infinito para la redención de la humanidad, y también permanecen unidos en la retribución que recibirán los impenitentes que rechazan ese sacrificio. Con corazones anhelantes, esperan que la iglesia despierte al tiempo y reconozca la necesidad de prepararse.

Ahora a medida que examinamos la manifestación precisa de las dos primeras copas de la ira según el proceso revelado, es nuestra oración que cada uno de ustedes desarrolle un corazón de fe y una convicción inquebrantable, reconociendo la obra del Señor en este tiempo y confiando con seguridad en su liberación en los tiempos señalados, como se explica en el video ¡La última cosecha sin un velo!

Primera copa: No hagáis daño a la tierra

El texto de la primera copa de la ira de Dios indica que la copa debe ser derramada sobre la tierra.

Y fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra; y vino una úlcera mala y dañina sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen. (Apocalipsis 16:2)

En el día de la luna nueva, cuando la primera copa fue vaciada, la escena celestial representaba con precisión la imagen de la Tierra en Sagitario:^[3] 

Como se explicó en el video ¡La última cosecha sin un velo!, mientras la luna vaciada estaba en Sagitario, que proféticamente representa a los Estados Unidos, Donald Trump realizó blasfemamente una reunión en su residencia de Mar-a-Lago, declarando que era el “centro del universo.”

AP News – Para Trump, es “el centro del universo”: Mar-a-Lago es un imán para quienes buscan influencia

Así como el rey Belsasar de Babilonia profanó los vasos del templo de Dios, Donald Trump, con esa declaración, profanó el templo de Dios, que en verdad está en el centro del universo. Mira el video del sermón mencionado anteriormente para conocer más sobre este importante tema.

El artículo inicial que compartimos sobre la primera copa de la ira de Dios, La visitación de Dios ha comenzado, explica cómo la úlcera mala y dañina se manifestó a través de la confirmación de Trump como presidente de los Estados Unidos, mientras cargaba con pecado público, el cual la Biblia identifica con llagas podridas.^[4] ¡La evidencia es innegable!

Los primeros meses de la presidencia de Donald Trump también han demostrado ser una úlcera para la nación, ya que su espíritu divisivo ha creado una brecha entre EE.UU. y el resto del mundo. Aunque sus órdenes ejecutivas puedan parecer beneficiosas para la nación con la promesa de una era dorada, su obra de destrucción—como una úlcera en el cuerpo—se está desarrollando activamente.

Segunda copa: Ni el mar

Para el texto de la segunda copa de la ira, leemos que sería derramada sobre el mar.

Y el segundo ángel derramó su copa sobre el mar; y éste se convirtió como en sangre de muerto; y toda alma viviente murió en el mar. (Apocalipsis 16:3)

En el día de la luna nueva astronómica, durante el tiempo indicado para el derramamiento de la segunda copa de la ira, se reveló el siguiente escenario celestial:

Esta segunda copa lunar debía ser derramada sobre el mar, y en los cielos, la constelación de Capricornio se encuentra dentro de la región celeste del mar, incluso con la parte trasera de un pez.

En el momento de la luna nueva, que abarcó del 28 al 29 de enero de 2025, cuando la copa fue vaciada, los enjambres de terremotos en la isla de Santorini condujeron a una reunión de emergencia, evacuaciones masivas y temores de terremotos aún mayores o incluso una gran erupción volcánica. Esto apunta a lo que podría ocurrir una vez que al ángel se le permita dañar el mar.

Santorini es una isla en el mar Egeo, en Europa, que proféticamente también está asociada con el mar. Además, el enjambre de terremotos ocurrió frente a la costa, bajo el mar. Por lo tanto, fue perfectamente apropiado que este evento ocurriera allí y provocara una evaluación de emergencia tras el derramamiento de la segunda copa de la ira.

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Una serie de más de 130 terremotos, con magnitudes de hasta M3.0, ha sido detectada cerca de la cima de Santorini desde el 28 de enero de 2025, lo que llevó a convocar una reunión de emergencia del gobierno [efectuada el 29 de enero] por el Comité Permanente de Monitoreo Científico para evaluar los posibles riesgos volcánicos. [Traducido]

El versículo sobre la segunda copa de la ira describe el mar convirtiéndose como la sangre de un muerto. En el griego original, no se indica un género específico (literalmente “muerto”), lo que hace que “muerto” sea una referencia a Santa Irene, la santa patrona que da nombre a la isla.^[5] Los enjambres sísmicos que prevalecieron durante ese marco de tiempo son un presagio de lo que vendrá sobre el mundo cuando las últimas copas de la ira sean derramadas sin el carácter de advertencia similar a una trompeta.

La amenaza de una erupción del volcán submarino de Santorini es una prefiguración del lago de fuego profetizado en la Biblia. Además, las noticias sobre los Campos Flégreos y Yellowstone también han cobrado relevancia.

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Precisamente en el tiempo señalado por Dios, vislumbres de lo que está por venir fueron sentidos por muchos y fueron observados por todo el mundo, sirviendo como advertencia y llevando a las personas a investigar y comprender el significado de estos eventos terrenales en relación con la profecía bíblica.

¿Ves la evidencia? ¿Escuchas la voz de Dios revelando lo que está por venir? Deja que tu fe crezca con la revelación del tiempo.

En el próximo artículo, examinaremos más de cerca el derramamiento de la tercera copa de la ira, asociado con un evento que ha dejado a la mayor parte del mundo en absoluto asombro.