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No es verano, pero el sol está causando mucha destrucción en todo el mundo por la fuerza de su calor. Seguramente lo has visto. Tal vez incluso ya lo has sentido, pero quizás no comprendiste como fue profetizado. Al leer este artículo, entenderás cómo el actual caos arancelario que aflige al mundo está conectado con la cuarta copa de la ira de Dios.
El Apocalipsis presenta diferentes relatos proféticos que funcionan como líneas de tiempo hacia la segunda venida de Jesús. El cumplimiento simultáneo de múltiples profecías es una clara evidencia de que Jesús no solo viene “pronto”, sino que Su venida es inminente. Ya es obsoleto hablar de los “últimos días”, pues solo quedan unas pocas horas, y Dios ha marcado estas últimas horas en Su lienzo celestial. No supongas que hay tiempo para años de preparación o tribulación.
Muchos cometen el error fatal de mirar únicamente al mundo para discernir los tiempos—pero esa no es la orden de Dios. Jesús dijo que cuando comencemos a ver que estas cosas se cumplen, debemos mirar hacia arriba—al cielo—no hacia abajo, a los Simpsons, Pet Goat II, o incluso a bienintencionados predicadores del tiempo del fin enfocados en la Agenda 2030, las monedas digitales de los bancos centrales (CBDCs) u otros supuestos “componentes esenciales” del sistema del enemigo. Al depender únicamente de fuentes terrenales para validar el tiempo, permitimos que los líderes del mundo—guiados por Satanás—moldeen nuestro entendimiento profético según el razonamiento humano y las expectativas que tenemos sobre lo que vemos del sistema del enemigo. Eso no es un enfoque basado en la fe.
En cambio, permanezcamos firmes sobre la Palabra de Dios. Varias profecías están ahora convergiendo en su cumplimiento, incluyendo la cuarta copa de la ira de Dios y la primera hora de la caída de Babilonia. Como recordarán de presentaciones anteriores, el clamor del ángel en Apocalipsis 7, pidiendo que se detuviera la destrucción mientras las primeras cuatro copas seguían su curso, transformó esos juicios en presagios que advertían sobre un tiempo inminente. Pero se profetizó que después de la cuarta copa fuera derramada sobre el sol, esa fuente de calor recibiría poder:
Y el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol; y le fue dado quemar a los hombres con fuego. (Apocalipsis 16:8)
La luna incluso tocó al sol en un eclipse parcial el día de este derramamiento. Pero antes de examinar los cumplimientos seguros de estos elementos proféticos, tomémonos un momento para contemplar la perspectiva de nuestro bondadoso Señor.
El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9)
Cuando la copa es derramada sobre el sol, que representa principalmente al Novio, Jesús, se revela Su actitud. El Señor no desea traer muerte, destrucción ni dolor a la tierra, sino arrepentimiento. Aquel que llevó la culpa de los impíos en la cruz para salvarlos no se complace en su destrucción.
Diles: Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no me complazco en la muerte del impío, sino en que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel? (Ezequiel 33:11)
Esta copa de la ira fue derramada justo antes del septuagésimo y más grande jubileo desde que comenzó el conteo hace casi tres milenios y medio.[1] Sin embargo, la gente está más interesada en ver cuernos del diablo[2] elevarse que en el gran año de los redimidos—el año de Su liberación y salvación definitiva. Su gloria queda eclipsada por causa de la incredulidad.
En cambio, Donald Trump, siendo el destructor a quien Dios señala como un “salvador” falso, recibe gloria. Mientras él llama a sus aranceles masivos “medicina” y “algo hermoso”, Dios revela que esta política es un instrumento de Su ira, no solo sobre los Estados Unidos, sino sobre todo el mundo—la “Gran Babilonia”.
Pero aunque muchos están bajo la condenación de la ira de Dios, el eclipse sirve como recordatorio de que, hace 2.000 años, la plenitud de Su ira fue derramada sobre el Sol de justicia. Jesús se hizo pecado por Sus enemigos y fue separado de Su Padre en lugar de ellos—aunque Él mismo no tenía pecado.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo; mucho más, estando reconciliados, seremos salvos [de la ira] por su vida. (Romanos 5:10)
Los que creen esto glorificarán Su nombre con alabanzas llenas de gratitud. Pero aquellos que no creen que Cristo llevó su pecado, deberán cargarlo ellos mismos. No son salvos por Su vida, y su dolor y destrucción ciertamente seguirán. Las copas finales de la ira de Dios son un llamado solemne y urgente al arrepentimiento y a darle gloria por haber vencido la plaga del pecado. Es Dios quien derrama Su ira y quien tiene el poder supremo sobre las plagas.
Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene potestad sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. (Apocalipsis 16:9)
Al dirigir nuestra atención a las diferentes líneas proféticas relevantes, recordemos que la relación entre ellas puede describirse en la siguiente tabla:
La cuarta copa de la ira une tres profecías y les da su marco de tiempo. Las copas se derraman “por horas”, siguiendo las horas lunares en el reloj del Mazzaroth. Cada hora comienza silenciosamente con la luna en la mano de Orión, luego es entregada al Padre en Sagitario A*, lo cual señala Su aprobación. Se derrama sobre su objetivo cuando la copa lunar está completamente “vacía” (negra), antes de completar la hora al regresar a la mano de Orión.
Durante la hora de la cuarta copa de la ira, se desarrollaron varios acontecimientos clave que condujeron a su derramamiento final. El tema candente en cuestión tenía un alcance global, con consecuencias tanto inmediatas como a largo plazo. Pero este calor no se refería a una emergencia climática. La profecía utiliza un lenguaje simbólico coherente con lo que hemos aprendido en el pasado. Los “hombres” mencionados en este pasaje representan, por ejemplo, a los “George Washingtons”, es decir, los “jinetes” financieros representados en las distintas monedas nacionales.
Donald Trump, usurpando el papel de salvador—y por tanto, simbólicamente, del sol (como se muestra en su anuncio de campaña con el eclipse)—recibió poder para imponer aranceles masivos que quemaron a estos hombres monetarios con gran calor, mientras billones de dólares eran “consumidos” en pérdidas del mercado. De manera sorprendente, el camino que condujo al “Día de la Liberación” proclamado por Trump está marcado por desarrollos clave que se alinean con los marcadores proféticos de tiempo de la cuarta copa de la ira. Sigámoslo desde el principio hasta el fin:
Aunque los aranceles no eran algo nuevo para Trump, causó revuelo cuando los impuso sobre productos de aliados cercanos como México y Canadá. Sin embargo, el 6 de marzo, apenas unos días después de entrar en vigor, firmó una prórroga temporal para estas dos naciones—la cual entraría en vigor al día siguiente, justo cuando la cuarta copa llegaba a la mano de Orión.
El Gobierno de Estados Unidos dió marcha atrás en su ofensiva comercial contra México este jueves [entrando en vigor el viernes 7 de marzo], al anunciar la suspensión de los aranceles a productos mexicanos incluidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) hasta el 2 de abril, en medio de la guerra comercial blandida por el presidente estadounidense, Donald Trump. Horas más tarde el gobierno estadounidense extendió la suspensión a Canadá.[3]
A pesar de la “excelente y respetuosa llamada” entre Trump y la presidenta de México, la prórroga no duraría más allá de su programado “Día de la Liberación”, un término que utilizó por primera vez en una publicación en Truth Social el 21 de marzo.
¡El 2 de abril es el Día de la Liberación en Estados Unidos! ¡Durante DÉCADAS hemos sido estafados y maltratados por todas las naciones del mundo, tanto amigas como enemigas! Ahora por fin ha llegado el momento de que la buena y antigua EE. UU. recupere algo de ese DINERO y RESPETO. ¡¡¡DIOS BENDIGA A ESTADOS UNIDOS!!![4]
Al final de ese mismo día, la copa había llegado a Sagitario A*[5]—el siguiente marcador profético en el trayecto de la cuarta copa en el cielo. Cada marcador señalaba hacia el 2 de abril. Después de esto, la copa fue derramada el 29 de marzo. Ese día, al hablar con los medios, el presidente enfatizó su enfoque “agresivo” respecto a la guerra comercial:
sáb 29 marzo 2025 08:26 AM
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está instando a sus principales asesores a adoptar una postura más agresiva en materia de aranceles, mientras su gobierno se prepara para una escalada importanteen su guerra comercial global, informó el sábado el Washington Post, citando a cuatro fuentes.[6]
En consonancia con el eclipse parcial de ese día, se aconsejó a Trump que adoptara un enfoque más moderado, advirtiendo que su planeada escalada para el “Día de la Liberación” podría sobrecargar la economía y desencadenar una recesión. Sin embargo, como el hijo de Salomón, se negó a escuchar el consejo sabio:
Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado; y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; (1 Reyes 12:13-14)
Y así, cuando llegó el “Día de la Liberación” el 2 de abril, a Trump le fue dado poder para quemar a los hombres—tal como lo predice la Escritura.
Impuso las “barreras comerciales más drásticas en más de 100 años”, las cuales fueron culpadas por las pérdidas extremas que siguieron.[7] De principio a fin, los marcadores celestiales de tiempo de la cuarta copa resaltan el “Día de la Liberación” de Trump, el 2 de abril—el último día antes de que la luna sirviera como la quinta copa en la mano de Orión, el 3 de abril.
Pero aunque el Día de la Liberación marcó el final de la señal celestial de la cuarta copa, ¡fue solo el comienzo de su impacto en la tierra! La economía comenzó a desmoronarse de inmediato, cuando los mercados colapsaron en respuesta a los aranceles masivos de Trump—provocando, según se informa, la peor caída bursátil desde el desplome por el Covid-19 en marzo de 2020.[8]
¿No es impactante cómo Trump, identificado proféticamente como el destructor,[9] desempeñó ese papel dos veces en términos económicos? Fue el Rey Abadón durante el desplome por el Covid-19, y ahora es el Rey Apolión en el desplome del Día de la Liberación.
Así como fue profetizado que Roboam perdería gran parte del reino por su “postura agresiva”, así también se profetiza que Donald Trump, como Apolión, traerá gran destrucción—comenzando, como ahora vemos, con el caos financiero. Esto viene de parte del Señor, quien dio el poder para que ocurriera, y tiene el propósito de llevar al pueblo a un punto de decisión: entre el verdadero Novio, Jesucristo, y el falso salvador, Donald Trump.
Y no oyó el rey al pueblo; porque esto venía de parte de Jehová, (1 Reyes 12:15)
Este es un juicio de parte de Dios. ¿Reconsiderarán su postura aquellos que han elegido a Trump como su salvador? ¡Que ningún cristiano blasfeme el nombre ni el carácter de Dios a causa de las dificultades financieras que resulten de estos aranceles!
Estos aranceles ya han provocado dificultades financieras para muchos inversionistas y amenazan con aumentar significativamente el costo de vida para todos. Esto ha llevado a algunos a reconocer que las políticas de Trump podrían ser más problemáticas de lo que inicialmente pensaban.
Las grietas en el poder de Trump se hicieron más visibles en el mundo corporativo estadounidense, ya que los ejecutivos que antes elogiaban sus políticas como favorables para los negocios se apresuraron a evaluar el impacto de los aranceles en sus carteras y cadenas de suministro.[10]
Sin embargo, a pesar del dolor, muchos se niegan a arrepentirse y siguen exaltando a Trump como un salvador, a quien blasfemamente le dan la gloria. Esto se ve entre aquellos que acogen los aranceles como una “medicina” necesaria, tal como Trump describió su política del “Día de la Liberación”:
A la vez, Trump defendió su plan y aseguró que los gobiernos extranjeros tendrán que pagar “mucho dinero” para levantar los aranceles radicales, que calificó de “medicina”, mientras los mercados financieros apuntan a otra semana de fuertes pérdidas.[11]
Pero ¿qué dice la Biblia sobre esta supuesta “medicina”? ¿Llevará realmente a la sanidad?
La cuarta copa de la ira, que culminó con los aranceles del Día de la Liberación el 2 de abril, ha provocado una caída precipitada en los mercados y ha dejado a los líderes (reyes) de las naciones en angustia. Las características de las consecuencias de esa decisión están registradas en Apocalipsis 18:
Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella, y han vivido en deleites, cuando ellos vean el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad poderosa; porque en una hora vino tu juicio! (Apocalipsis 18:9-10)
Seamos claros respecto a Babilonia. En Los tres espíritus inmundos, identificamos a esa ciudad como la Iglesia Católica, que reina sobre la bestia de las Naciones Unidas.
Y la mujer que has visto, es la gran ciudad que tiene reino sobre los reyes de la tierra. (Apocalipsis 17:18)
Aunque su nombre principal, “Misterio,”[12] sugiere que su verdadera naturaleza está oculta, es evidente que la iglesia madre ejerce poder sobre los reyes en el Nuevo Orden Mundial. Como fue en Edén, así es hoy: la serpiente, encarnada en el papa, impone su voluntad a través de la mujer—Babilonia, la Iglesia Católica—a la que los reyes, que son hombres, se someten.[13] Así, Babilonia ejerce su autoridad usurpada contra el pueblo remanente en quien habita el Espíritu de Dios. La jerarquía de Satanás invierte el diseño de Dios, donde el Padre gobierna a través del Hombre, Cristo el Rey, a quien la mujer—la verdadera iglesia, la Ciudad Santa—se somete. Él le otorga potestad sobre serpientes, escorpiones y sus agentes humanos en las regiones de maldad espiritual.[14]
Mientras la ramera controla a la bestia que cabalga, en la práctica gobierna el Nuevo Orden Mundial: los líderes acaudalados del G7, los diez “cuernos” europeos del poder religioso, y todo el cuerpo político de las Naciones Unidas. La “medicina” de Trump implica la intención de curar una enfermedad—y su jactancia de que las naciones están “muriéndose por hacer un trato”, cediendo a sus exigencias, refleja el relato de Apocalipsis 13 a escala nacional. Observa cómo esta manipulación arancelaria se acerca peligrosamente a detener el comercio—no comprar y vender. Hasta que surjan controles más estrictos, las naciones deben inclinarse ante la voluntad de Trump, y eso refleja la adoración de la imagen.
Y le fue dado que diese vida a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hablase; e hiciese que todos los que no adorasen la imagen de la bestia fuesen muertos. (Apocalipsis 13:15)
En Los tres espíritus inmundos se explicó cómo, a nivel individual, esto se aplica al apoyo de estilos de vida alternativos a la imagen de Dios en el hombre:
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Génesis 1:27)
El orden de autoridad en la imagen de Dios es inequívoco: Dios posee la autoridad suprema, seguido por el hombre, y luego la mujer. Como se mencionó anteriormente, esta jerarquía se extiende también al nivel nacional. En ese plano, la imagen de la bestia es el Nuevo Orden Mundial de la iglesia falsa, la ramera Babilonia, que reina sobre los reyes. Esto es lo opuesto a la imagen de Dios, reflejada en el orden divino de la iglesia pura—Israel espiritual—que está en sumisión a su Señor.
Así como el texto de la cuarta plaga describe que le fue dado a Trump el poder de quemar a los hombres con sus aranceles, Apocalipsis 13 presenta que le fue dado a la bestia de los Estados Unidos el poder de animar al Nuevo Orden Mundial para hablar con influencia global. La voz de una nación en el escenario mundial depende de su capacidad para producir y comerciar; una nación con oportunidades comerciales limitadas no tiene voz entre sus pares. Cuando Trump declara que las naciones están “muriéndose por hacer un trato” para escapar de sus aranceles, esto muestra cómo han perdido su soberanía. Deben inclinarse ante la voluntad de la iglesia madre, que es impuesta en secreto a través de Trump. Los aranceles son, en apariencia, solo la herramienta externa para atemorizar a las naciones y forzarlas a someterse.
Y ejerce [la bestia de E.E.U.U.] todo el poder de la primera bestia [el vaticano] en presencia de ella; y hace a la tierra y a los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya herida de muerte fue sanada. (Apocalipsis 13:12)
Se puede inferir que, para evitar estos aranceles, las naciones deben someterse a las exigencias del Nuevo Orden Mundial—la imagen del Vaticano en su máximo apogeo—o enfrentar el silencio al ser “muertas” mediante la restricción del comercio. Dado este escenario, tiene sentido que China, una de las principales naciones que desafían el actual Orden Mundial, sufra una intensa presión arancelaria como consecuencia.[15] Dios puede usar incluso a las naciones sin temor de Él para cumplir Su voluntad en la caída de Babilonia.
Esta es la hora de la plaga de “muerte” de Babilonia, anticipada para este tiempo, según la secuencia presentada en Apocalipsis 18:
Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es el Señor Dios que la juzga. (Apocalipsis 18:8)
La Biblia asocia esto con la primera hora de la caída de Babilonia. Los líderes que antes vivían en lujos gracias al sistema comercial global ahora observan cómo los mercados se derrumban en llamas. Trump lo llama “medicina”: amarga al principio, pero supuestamente sanadora al final. Sin embargo, ¡la Escritura declara que Babilonia ha caído! Revela que el resultado de esta hora no es sanidad, sino juicio—la venganza de Dios por la sangre de incontables vidas que ella reclamó mediante la violencia.
Y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra. (Apocalipsis 18:24)
Al comienzo de la caída de Babilonia, el 2 de abril de 2025, la luna se encontraba en Tauro, el animal sacrificial. Esto destaca las incontables vidas que la iglesia babilónica asesinó a lo largo de las generaciones por su lealtad a Dios y a Su imagen—su sangre derramada como mártires fieles. Dios ahora los venga, marcando esta hora de juicio con la luna en Tauro. En una hora en el reloj del Mazzaroth, el 29–30 de abril, la luna volverá a este memorial de su sacrificio.
Es notable que no sea sino hasta la segunda hora cuando se dice específicamente que las riquezas son desoladas y que los mercaderes lamentan. Por lo tanto, el patrón bíblico acomoda el repunte del mercado ocurrido esta semana tras el anuncio de Trump de una pausa arancelaria de 90 días para la mayoría de las naciones.[16] La primera hora se centra en su juicio: ¿Sanará la “medicina” arancelaria de Trump el “virus de China”,[17] o caerá Babilonia irremediablemente, como profetiza la Escritura? Los líderes mundiales deberían discernir este juicio político cuando la luna pase nuevamente por Tauro.
Para el final de la segunda hora, el 26–27 de mayo, su mercancía no encontrará compradores, y su riqueza desaparecerá en un juicio financiero. La tercera hora, que destaca los barcos y sus capitanes, podría señalar un juicio religioso. Tras estas tres horas, el mensaje es para el pueblo de Dios.
Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos apóstoles y profetas; porque Dios os ha vengado en ella. (Apocalipsis 18:20)
El regreso de la luna a Tauro al final de la tercera hora, el 23 de junio, marca el momento en que ya no queda ningún justo en la tierra, señalando la Segunda Venida. Jesús ya ha llevado a Sus santos de la tierra al cielo, y es el momento en que la séptima copa de la ira “sin mezcla” sea derramada por completo. Esto corresponde a la plaga final de Babilonia, cuando es completamente quemada con fuego. Es el pisado del lagar, tal como se indica en el video ¡La última cosecha sin un velo!, marcado por la salida del cometa G3 del ahora lleno lagar del Horologium.
El “Día de la Liberación” para el pueblo de Dios ha venido, y ellos han sido liberados de la tierra. A medida que las profecías convergen en la Segunda Venida, el Señor busca despertar a aquellos que aún están engañados dentro de cualquier parte del sistema babilónico.
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, y para que no recibáis de sus plagas; (Apocalipsis 18:4)
¿Despertarán a la realidad aquellos que ven a Trump como el salvador escogido por Dios para América? ¿Comprenderán la verdad del tiempo quienes persiguen una “edad dorada” de prosperidad financiera mundana? ¿Discernirán la luz quienes interpretan el giro religioso de América como un reavivamiento moral? ¿Compartirás el tiempo de Dios con otros, y los llamarás a tomar una decisión?
Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. (1 Reyes 18:21)
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