Este documento fue publicado internamente el 24 de febrero de 2018. Se pondrá a disposición del público a partir del 9 de enero de 2019. Algunos párrafos han sido adaptados de acuerdo con el crecimiento de nuestro entendimiento desde entonces.
La Vía Láctea como un árbol de la vida es solamente una de las aproximadamente dos billones de galaxias de diferentes formas, que la humanidad ha sido capaz de capturar con los telescopios ópticos y de radio hasta el momento. Este número inimaginable fue mencionado por primera vez cuando estábamos esperando al Señor durante la Fiesta de Tabernáculos en octubre de 2016. También es importante darse cuenta de que cada galaxia puede tener cientos de miles de millones de estrellas que a su vez tienen planetas orbitando alrededor de ellas que pueden estar habitados con plantas, animales o incluso vida inteligente. La abundancia de vida y de creación es abrumadora, ¡y solo vemos su proyección!
Muchos científicos se preguntan si nuestro universo es infinito o si incluso se está expandiendo, o si está a punto de implosionar y colapsar hasta cierto punto antes del “Big Bang”. La teoría más reciente incluso sugiere que todas las galaxias se están moviendo más lejos y cada vez más separadas, cada una de las cuales está siendo “devorada” con el paso del tiempo por su agujero negro central (u otros que aún existen); al final, toda la vida terminaría y lo único que quedaría serían billones de agujeros negros volando en un universo helado y muerto. Ellos “prueban” su teoría diciendo que las galaxias perderían más y más energía durante miles de millones de años. Ellos no conocen ninguna fuente en nuestro universo que pueda reponer esa energía.
Esta terrible imagen futura de nuestro universo 3D que los astrónomos han estado presentando desde aproximadamente el 2010, es parte de la proyección del libro de texto de la naturaleza del que debemos aprender. Es la intención de Dios que comprendamos cómo este universo 3D terminará un día (muy pronto), y que lo único que quedará será oscuridad, porque la luz de los proyectores de la Santa Ciudad será apagada para esta prisión de Satanás y sus hordas. Ellos habrán dejado de existir para siempre, mucho antes del tiempo predicho por los científicos para el final de este universo tridimensional.[1]
Sin embargo, la constante Φ que se nos permitió descubrir habla un idioma completamente diferente. Habla del crecimiento eterno de la Ciudad de Dios, que está a punto de dar a luz a millones de nuevas estrellas. Muchas de estas estrellas abandonan nuestra galaxia para formar nuevas ciudades. Así debió ser como surgieron los billones de otras galaxias en el Reino de Dios, ya que el universo 4D de Dios comenzó con nuestra Vía Láctea hace unos 13,81 mil millones de años.[2]
Jesús dice:
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. (Apocalipsis 21:1)
Nuestro universo y los cielos que vemos pasarán, y Jesús abrirá la puerta a un cielo nuevo que no está impregnado con la mancha mortal del pecado. Este nuevo universo tendrá agujeros blancos en lugar de negros, y para siempre recibirá de ellos la energía de Dios como expresión de Su amor, poder y cuidado. En nuestro universo tridimensional, Dios se esconde en los agujeros negros detrás de un velo negro para que no muramos por Su luz radiante, pero allí las fuentes de energía blanca serán de la séptima dimensión, y nunca dejarán que el universo muera. Donde el negro indica el final aquí, el blanco garantizará un futuro eterno y radiante allá.
La Santa Ciudad piramidal, que se encuentra con su punta en la tierra y crece hacia arriba, es el modelo para esa realidad mayor. El amor de Dios, demostrado por Jesús en el Monte Calvario, se extiende hasta el infinito, desde 24 estadios a 12.000 estadios, y desde 12.000 estadios a 12.000 años luz, y así sucesivamente. Con el crecimiento infinito de las ciudades de Dios (las galaxias), el universo también se expande infinitamente al mismo tiempo, de modo que las ciudades no choquen. A la vida le es dado un espacio infinito.
Por lo tanto, Dios ha ocultado otro misterio en estas medidas. Podemos calcular fácilmente el factor por el cual el área de la base de la pirámide ha crecido desde el año 31 d. C. Para hacer eso, todo lo que tenemos que hacer es dividir la longitud de la arista de 12.000 estadios en 1890 entre la longitud de la arista de la sala del trono.
12.000 estadios ÷ 24 estadios = 500
Sin embargo, la pirámide crece en tres dimensiones: en longitud, ancho y alto. ¡El factor de crecimiento total es 500 × 500 × 500 = 5003 = 125 millones!
Hagamos un cálculo aproximado para averiguar cuántas personas se salvarán en la era del Nuevo Testamento, de acuerdo con esta tasa de crecimiento. Para calcularlo, deberíamos saber aproximadamente cuántos cristianos fieles hubo en el año 31 d.C. cuando Jesús regresó al cielo. Entonces sólo tendríamos que multiplicar ese número por 125 millones y obtendríamos una estimación del número de la gran multitud.
Cada vez que Dios quiere que hagamos un cálculo especial, podemos encontrar las pistas necesarias en la Biblia. Por lo tanto, el número de la iglesia cristiana primitiva en el año 31 d.C. en realidad está registrado, gracias a Lucas:
En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: (Hechos 1:15)
Es un detalle notable que se insertó la palabra “como”, de lo contrario podríamos calcular el número de personas de la gran multitud, pero eso sería contradecir a otro versículo:
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; (Apocalipsis 7:9)
Sin embargo, no hay nada de malo en que podamos estimar el número. Hagámoslo:
120 personas al comienzo del cristianismo × 125 millones = 15 mil millones. Pero éstas son sólo las personas de la era del Nuevo Testamento. Orión nos enseña que hay dos pirámides. Así que podemos duplicar ese número para incluir el tiempo del Antiguo Testamento desde Adán. ¡Eso sería alrededor de 30 mil millones de redimidos de todas las edades!
Comparemos eso con las estrellas de la Vía Láctea. Los habitantes de los cielos, o los guardianes de la Vía Láctea, son llamados “ángeles”, y sabemos dos cosas sobre ellos: primero, que una tercera parte de ellos cayó y tiene que ser reemplazada por humanos, y segundo, cada ángel está representado por una estrella. Por lo tanto, Jesús también tiene Su estrella: Alnitak. También conocemos la estrella de Gabriel: Saiph. Aunque no podemos poner nombres a todas las demás estrellas, está claro que cada ángel está asignado a un sistema estelar (con vida inteligente) como su área de responsabilidad.
Otra estimación aproximada sugeriría que 30 mil millones de humanos redimidos tendrán que reemplazar un tercio de los ángeles debido a la rebelión en el cielo, lo que nos daría una idea del verdadero número de estrellas en la Vía Láctea: 90 mil millones sería el número total de ángeles (incluyendo a los redimidos), y este número es plausible en el extremo inferior de las estimaciones de los científicos para el número de estrellas en nuestra galaxia.
Estábamos bastante cerca con las estimaciones de los redimidos a bordo de la nave piramidal; el número total de pasajeros en todas las cubiertas se calculó como 36 mil millones. Podemos estar felices por eso.
Sin embargo, todavía necesitamos encontrar el factor de crecimiento de 500 en la Vía Láctea para obtener más evidencia de la verdad sobre la segunda parte del sello de Dios para Filadelfia. El sitio SpaceDaily nos ayuda:
“El bulbo interno de la Vía Láctea es como el núcleo de una metrópoli muy ocupada. La densidad de las estrellas es 500 veces mayor que en cualquier otra parte de la galaxia: ¡las estrellas incluso pueden chocar entre sí!
Estas poblaciones de estrellas nos dan mucha información sobre toda la galaxia. Por ejemplo, sus movimientos relativos podrían revelar rastros de otras galaxias devoradas por la nuestra en el pasado”, dice Alain Omont, del Instituto de Astrofísica de París. [traducido]
La ciudad dentro de la ciudad, la metrópoli en la que se encuentra el trono de Dios, está en realidad 500 veces más densamente poblada que nuestra región, donde se encuentran nuestro sol y la tierra. Si la punta de la pirámide estuviera en el suelo, entonces el factor de 500 indica dónde debería estar su gran superficie de base cuadrada, es decir, en el bulbo galáctico, como lo hemos pensado repetidamente hasta ahora. De modo que no son sólo las dimensiones exteriores del área de la base de 12.000 × 12.000 años luz, sino que ahora también la densidad estelar 500 veces mayor del área de la base en comparación con la región del suelo de la punta aplanada de la pirámide, lo que nos da la seguridad de que estamos utilizando el modelo 3D correctamente en el mundo 4D con la ayuda del libro de lecciones de Dios del cosmos.
En el libro de Ezequiel, también llegamos al final de todas sus profecías cuando examinamos la herencia de los santos, como lo haremos en las siguientes páginas. Desde el comienzo de nuestros estudios, lo hemos llamado el libro del movimiento del cuarto ángel. En los dos últimos capítulos, contiene información sobre la división de la tierra de Canaán entre las tribus individuales y otros dos grupos especiales de personas: los sacerdotes y los levitas. ¿Qué sería un estudio de la Santa Ciudad de Dios, que no es otra cosa que la Tierra Prometida, sin comprender la división de la herencia de las naciones de los redimidos?
Siempre ha sido bastante difícil comprender lo que significan exactamente todas las diferentes instrucciones y reglas. Muchas de las mediciones y descripciones de la distribución de la tierra en los capítulos 47 y 48 parecen algo contradictorias y/o inexactas.
Sin embargo, algunos estudiantes de la Biblia se han esforzado por dividir la Tierra Santa de “Israel” de acuerdo con las instrucciones de Ezequiel. Ya que no quiero repetir todos los versículos de la Biblia aquí, les pido que lean esos dos capítulos por ustedes mismos (comenzando con el capítulo 47, versículo 13) antes de continuar estudiando la división de la tierra.
Aquí hay una imagen de la distribución de la tierra, como podría imaginarse basado en la descripción dada en Ezequiel:
La parte sagrada del capítulo 48, descrita en gran detalle en los versículos del 8 al 20, y sin embargo un poco confusa, merece nuestra atención especial, y, por lo tanto, aparece ampliada en el siguiente diagrama:
La descripción de Ezequiel de la distribución de la herencia es algo así como el eslabón perdido entre nuestro modelo de pirámide y las diversas partes de la Vía Láctea, y explica exactamente qué áreas de nuestra galaxia hogar pertenecen a los diversos grupos de redimidos, como una herencia prometida.
Sin embargo, requiere cierta perspicacia para transferir adecuadamente esta “distribución de la tierra” del modelo 3D a la realidad 4D. Aquí, “encontraremos oro” de nuevo y resolveremos el acertijo de las direcciones cardinales extrañamente dispuestas de nuestro modelo de pirámide, que aún no hemos podido explicar. Una vez más, aquí está la imagen de la Vía Láctea que corresponde a la última versión del conocimiento humano:
Para usar las longitudes dadas en Ezequiel, se debe encontrar una razón fundamental para convertir las “cañas” usadas en la distribución de la tierra, en años luz. Es más fácil de lo que parece a primera vista, porque el ángel de Apocalipsis 21:15 también mide la pirámide con una caña (de oro), que establece el vínculo entre las medidas de la caña de Ezequiel y las de Apocalipsis. Al comparar las dimensiones de Ezequiel con las regiones de la Vía Láctea, pronto nos daremos cuenta de que realmente tiene sentido considerar cada caña como un año luz.
La clave más importante que necesitamos para asignar grupos específicos de los redimidos—incluyendo los sacerdotes de Ezequiel, los levitas, etc. a las áreas de la Vía Láctea—la proporciona Elena G. de White, quien declaró expresamente que había visto cuatro grupos distintos de personas alrededor del trono de Dios, en el siguiente orden desde adentro hacia afuera:
Inmediatos al trono se encuentran los que fueron alguna vez celosos en la causa de Satanás, pero que, cual tizones arrancados del fuego, siguieron luego a su Salvador con profunda e intensa devoción [1]. Vienen después los que perfeccionaron su carácter cristiano en medio de la mentira y de la incredulidad, los que honraron la ley de Dios cuando el mundo cristiano la declaró abolida [2], y los millones de todas las edades que fueron martirizados por su fe [3]. Y más allá está la “grande muchedumbre, que nadie podía contar, de entre todas las naciones, y las tribus, y los pueblos, y las lenguas [...] de pie ante el trono y delante del Cordero, revestidos de ropas blancas, y teniendo palmas en sus manos” [4] Apocalipsis 7:9. Su lucha terminó; ganaron la victoria. Disputaron el premio de la carrera y lo alcanzaron. La palma que llevan en la mano es símbolo de su triunfo, la vestidura blanca, emblema de la justicia perfecta de Cristo que es ahora de ellos. {CS 646.1}
Ernie Knoll cita ese pasaje en el sueño Reverenciad mi santuario, ya que el Heraldo claramente le dice[3] quiénes son estos cuatro grupos de personas:
Sin pronunciar una sola palabra, el Heraldo y los ángeles acompañantes me escoltan de la sala reverente y santísima hacia el siguiente salón. En voz baja, el Heraldo me explica la gran cantidad de tronos que vi en la sala del trono. Los tronos más cerca al trono de Dios van a ser ocupados por aquéllos que una vez fueran hábiles siervos de Satanás. Ellos cumplieron con muchos de sus pedidos, pero escucharon esa voz suave y tierna del Espíritu Santo. Renunciaron al servicio de Satanás y comenzaron a obedecer la voz de Dios [1]. Después de esos siervos fieles se ubicarán los elegidos de Dios—los que son—los 144.000 que llegan a asemejarse a Cristo y estarán en pie en los últimos días sin su Mediador [2]. Después de ellos estarán los mártires que hicieron el sacrificio máximo para Dios. Sin embargo, Cristo fue Quien hizo el sacrificio más grande de todos [3]. Y por último, estará la gran muchedumbre. Sería más fácil contar las briznas de hierba en un campo grande que contar a estos individuos [4]. Al contemplar la escena delante de mí, veo cuatro grupos escogidos—los que estuvieron más cerca a Satanás; los 144.000; los mártires; y la gran muchedumbre.
Desde el principio, debe quedar claro que el área sagrada de los sacerdotes debe corresponder al bulbo galáctico o la barra galáctica, porque en su interior se encuentra el santuario con el “agujero negro” en el medio. Este “agujero blanco” en la realidad de Dios, representando a las Personas de la Deidad como un dador de la vida debe estar en un área que está demarcada como santa, y que sólo puede ser el área “muy pequeña” extremadamente brillante en el centro galáctico que se encuentra en casi todas las imágenes modernas de la Vía Láctea y es destacada como un punto o círculo especialmente brillante. Dios nos dice en Ezequiel 42:15-20 que esta área reservada cubre 500 años luz y está rodeada por un “muro de separación” que separa lo santo de lo profano.
El área para los sacerdotes, con las dimensiones convertidas de Ezequiel de 25.000 años luz de largo y 10.000 años luz de ancho, encaja muy bien en la barra galáctica.[4] Las medidas de Ezequiel ya apuntaban a un rectángulo en la superficie de la tierra, que corresponde a una “barra” en el espacio 4D.
La porción que reservaréis para Jehová tendrá de longitud veinticinco mil cañas, y diez mil de ancho. La porción santa que pertenecerá a los sacerdotes será de veinticinco mil cañas al norte, y de diez mil de anchura al occidente, y de diez mil de ancho al oriente, y de veinticinco mil de longitud al sur; y el santuario de Jehová estará en medio de ella. Los sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc que me guardaron fidelidad, que no erraron cuando erraron los hijos de Israel, como erraron los levitas, ellos tendrán como parte santísima la porción de la tierra reservada, junto al límite de la de los levitas. (Ezequiel 48:9-12)
Los ex humanos que tuvieron más para arrepentirse serán así destinados a los 500 años luz más recónditos alrededor del agujero blanco de Dios, el santuario en el centro galáctico. Suponemos que estos son todos los 64 líderes de Dios de todas las edades, y no sólo las dieciséis personas, de las cuales cuatro se sientan alrededor de cada uno de los tres tronos de las Personas del Consejo Divino, y cuatro que están, a su vez, alrededor de ellos, (Moisés, Elías, Enoc y una persona cuyo nombre no es conocido). Todos los que hayan sido establecidos como candidatos para ser apóstoles de nuestro movimiento contarían entre los 64.
Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. (Mateo 16:19)
Dado que los “sacerdotes” son el siguiente grupo después de los altos líderes, deben ser los 144.000 de la lista de Elena G. de White. Es un gran honor vivir tan cerca del trono y trae consigo una gran responsabilidad. Estos son los que no salen del templo. Presumiblemente, ellos y los líderes principales sólo visitarían la Tierra Nueva ocasionalmente.
La siguiente distribución de la densidad de la barra galáctica (corta) fue presentada recientemente por científicos del Instituto Max Planck:[5]
Por supuesto, el área roja más interna de la imagen contiene el santuario, y ustedes pueden notar especialmente el muro de separación amarillo a su alrededor, que mide sólo unos pocos años luz; es descrito en el texto de la Biblia como un “muro” alrededor del santuario.
Y luego que acabó las medidas de la casa de adentro [del templo], me sacó por el camino de la puerta que miraba hacia el oriente, y lo midió todo alrededor. Midió el lado oriental con la caña de medir, quinientas cañas de la caña de medir alrededor. Midió al lado del norte, quinientas cañas de la caña de medir alrededor. Midió al lado del sur, quinientas cañas de la caña de medir. Rodeó al lado del occidente, y midió quinientas cañas de la caña de medir. A los cuatro lados lo midió; tenía un muro todo alrededor, de quinientas cañas de longitud y quinientas cañas de ancho, para hacer separación entre el santuario y el lugar profano. (Ezequiel 42:15-20)
Luego está el área verde para los sacerdotes, a quienes ahora podemos identificar claramente como los 144.000 del tiempo del juicio. Es decir, si nuestros miembros regulares del foro, a saber, los sellados de Filadelfia permanecen fieles, todos heredarán esta área en particular en la barra central de la Vía Láctea.
Como en la imagen de arriba, el área verde de los sacerdotes rodea el santuario rojo completamente, debido a que la representación plana en la tierra se ha convertido en una representación 4D en la barra galáctica, lo que por supuesto se debe al número superior de dimensiones de la realidad de Dios.
Las áreas verdes y azules claramente se extienden a través de la barra larga, pero no en el área roja. Entonces, es absolutamente correcto atribuir los 25.000 años luz bíblicos a esas áreas.
No toma mucho tiempo encontrar la explicación para las áreas de color azul claro. Hay un grupo especial de personas que queda, a quienes se les debe dar su herencia eterna incluso antes de la gran multitud: los levitas de Ezequiel o los mártires de Elena G. de White.
Y la de los levitas, colindante con la de los sacerdotes, será de veinticinco mil cañas de longitud, y de diez mil de anchura; toda la longitud será de veinticinco mil, y la anchura de diez mil. No venderán nada de ello, ni lo permutarán, ni enajenarán las primicias de la tierra; porque es cosa consagrada a Jehová. (Ezequiel 48:13-14 RVR1977)
En este contexto, la palabra traducida “colindante” es interesante como una descripción de la frontera entre el territorio de los levitas y el de los sacerdotes. En el diagrama de arriba de las regiones en la tierra, la instrucción se implementa sólo parcialmente porque sólo un lado del área para los sacerdotes se encuentra con el de los levitas. Sin embargo, la realidad de la Vía Láctea sorprendentemente resuelve el problema al encerrar por completo el territorio verde de los sacerdotes dentro del de los levitas, de modo que todos los límites son realmente “colindantes”.
Antes de que podamos aventurarnos a la cuestión de dónde está el área de la ciudad, debemos encontrar el equivalente de los brazos cercano y lejano 3kpc en la Palabra de Dios. El más recientemente descubierto de estos brazos fue descubierto por primera vez en 2008, y ambos están a unos 10.000 años luz del centro, lo que le da a la barra una amplitud de alrededor de 20.000 años luz, como es necesario para los 144.000 y los mártires que deberían ocupar cada uno un área de 10.000 años luz “de ancho” según Ezequiel.
Los dos “brazos” centrales son enormes nubes de gas que consisten principalmente en hidrógeno, el elemento básico del agua, y por lo tanto también están representados por las áreas más frías de color azul oscuro alrededor del azul claro en la imagen de arriba. Hay poca formación de estrellas o planetas en ellos, pero proporcionan la base para la vida: ¡el agua! Son el río de la vida que fluye desde el trono, como dijimos antes. Sus inmediaciones no pertenecen a ningún heredero, sino al Príncipe de la Vida mismo:
Y del príncipe será lo que quede a uno y otro lado de la porción santa y de la posesión de la ciudad, delante de las veinticinco mil cañas de la porción reservada hasta el límite oriental, y al occidente delante de las veinticinco mil hasta el límite occidental, paralelamente a las partes dichas, será del príncipe; y la porción santa y el santuario de la casa estarán en medio de ella. (Ezequiel 48:21 RVR1977)
A ambos lados del río se encuentra el tronco del árbol de la vida, ahora desde una perspectiva diferente a la de Elena de White, quien sólo vio un símbolo mientras que Dios nos da una idea de Su verdadero mundo, para prepararnos para las maravillas abrumadoras que nosotros mismos pronto recibiremos como nuestra herencia.
Personalmente, no considero que sea casualidad que el río del agua de vida fue descubierto por completo en 2008, porque ese fue el año en que Dios me permitió resolver el misterio del juramento del Hombre sobre el río en Daniel 12.[6] Por supuesto, este “Hombre” era nada menos que el Príncipe de la Vida mismo: Jesús-Alnitak. Descifrar esa escena sentó las bases para dar el mensaje de Orión de la lluvia tardía desde los climas ricos en agua de la Vía Láctea.
Ahora pueden tratar de poner la siguiente cita de Elena G. de White un poco más en relación con las condiciones dentro de la Vía Láctea...
En el trayecto [los 144.000] encontramos a un grupo que también contemplaba la hermosura del paraje. Advertí que [¡] el borde de sus vestiduras era rojo [!]; llevaban mantos de un blanco purísimo y muy brillantes coronas. Cuando los saludamos pregunté a Jesús quiénes eran, y me respondió que eran mártires [el área azul clara] que habían sido muertos por su nombre. Los acompañaba una innúmera hueste de pequeñuelos que también tenían un ribete rojo en sus vestiduras. El monte de Sión [el santuario en el área roja] estaba delante de nosotros, y sobre el monte había un hermoso templo. Lo rodeaban otros siete montes [siete dimensiones] donde crecían rosas y lirios. Los pequeñuelos trepaban por los montes o, si lo preferían, usaban sus alitas para volar hasta la cumbre de ellos y recoger inmarcesibles flores. Toda clase de árboles [incluyendo el árbol de la vida con sus dos troncos] hermoseaban los alrededores del templo: el boj, el pino, el abeto, el olivo, el mirto, el granado y la higuera doblegada bajo el peso de sus maduros higos, todos embellecían aquel paraje. Cuando íbamos a entrar en el santo templo [con su patio exterior en el área verde], Jesús alzó su melodiosa voz y dijo: “Únicamente los 144.000 entran en este lugar.” [y sólo los 64 entran al área sagrada roja]" Y exclamamos: “¡Aleluya!” {PE 18.2}
Por supuesto, también existe ese lugar en la Tierra Nueva pero la analogía con la demarcación de las áreas y el templo para únicamente los 144.000 es impresionante.
Todavía falta un detalle en el acertijo de las instrucciones de Ezequiel para la porción sagrada, que debía ser provista de las otras tribus (la gran multitud) como una ofrenda total de 25.000 por 25.000 años luz.
Debe haber una estructura de 5.000 años luz de ancho y 25.000 años luz de largo que tiene la “ciudad” en el centro de ella, que a su vez ocupa sólo un “cuadrado” de 5.000 años luz por lado (4.500 + muro de separación de 500). Si una persona hubiera convertido las unidades de cañas a kilómetros, entonces la estimación habría sido para una ciudad en la tierra con un tamaño de solo 2,2 km cuadrados. Sin embargo, en años luz y en la dimensión divina es un “cubo” con una longitud de arista de 5.000 años luz, ¡un área urbana muy impresionante!
Debido a que más adelante asignaremos las doce tribus de la gran multitud a los cuatro brazos espirales de la galaxia, sólo queda un área particular de la Vía Láctea para ser considerada un área de la ciudad: el brazo de Orión.
Este extraordinario brazo de la galaxia no es un brazo espiral, sino que conecta otros dos brazos espirales: el brazo de Sagitario y el brazo de Perseo. Por lo tanto, también es conocido como el “Puente de Orión” en inglés. Su nombre se debe a que contiene la constelación de Orión. Y lo más sorprendente es que nosotros mismos vivimos allí, porque en el medio de eso—como lo especifica el texto de Ezequiel— está nuestro sol y, por supuesto, también la tierra, lo que significa que la Tierra Nueva, el hogar de la humanidad, será próximamente ahí.
La constelación de Orión y nuestro sistema solar están muy cerca en las escalas galácticas. En la imagen de arriba, pueden ver nuestro sol a sólo unos milímetros de la Nebulosa de Orión, aunque en realidad son 1.344 años luz.
Es fácil delimitar un área de 5.000 años luz alrededor de nuestro planeta, ya que se trata de aproximadamente la distancia que incluye la mayoría de las estrellas que podemos ver a simple vista en el cielo nocturno. Orión es una constelación de ellas, como por supuesto lo son el resto de las 88 constelaciones visibles. Casi todas están dentro de esta esfera o cubo. Regulus, el corazón del León, es un vecino de nuestro sol a menos de 80 años luz de distancia, y así pueden ver el amor especial que Jesús-Alnitak siente por la humanidad.
Echemos un vistazo a nuestro vecindario de 5.000 años luz en el radio de alcance:
Es difícil de creer a partir de esa imagen, que el brazo de Orión sea realmente 25.000 años luz de largo, y sin embargo los astrónomos lo han descubierto recientemente, actualizando los apenas 16.000 años luz de su opinión en 2013 a exactamente 25.000. MysteryPlanet tiene los últimos datos de 2016:
Usando la matriz del Observatorio Nacional de Radioastronomía VLBA, un conjunto de 10 telescopios que operan en Socorro, Nuevo México, los científicos identificaron y midieron ocho nuevos máseres[7] en el brazo de Orión, estableciendo su nueva longitud hasta unos 25.000 años luz de largo —una gran diferencia con los 16.000 años luz que el mismo equipo había establecido en 2013—.
Hemos hecho otro gran descubrimiento con esto: el brazo de Orión es un área especial de la Vía Láctea, separada del resto de la herencia de la humanidad, que sirve como el centro de la ciudad con tierras asociadas, es decir, otros sistemas estelares y planetas en el resto del brazo de Orión a cada lado para sostener la ciudad.
Y las cinco mil cañas de anchura que quedan de las veinticinco mil, serán profanas [es decir, común para todas las personas], para la ciudad, para habitación y para ejido; y la ciudad estará en medio. Estas serán sus medidas: al lado del norte cuatro mil quinientas cañas, al lado del sur cuatro mil quinientas, al lado del oriente cuatro mil quinientas, y al lado del occidente cuatro mil quinientas. Y el ejido de la ciudad será al norte de doscientas cincuenta cañas, al sur de doscientas cincuenta, al oriente de doscientas cincuenta, y de doscientas cincuenta al occidente. Y lo que quedare de longitud delante de la porción santa, diez mil cañas al oriente y diez mil al occidente, que será lo que quedará de la porción santa, será para sembrar para los que sirven a la ciudad. Y los que sirvan a la ciudad serán de todas la tribus de Israel. (Ezequiel 48:15-19)
Este será el hogar que los ex–humanos tienen en común: la Tierra Nueva y todos los sistemas estelares a su alrededor dentro de un radio de 4.500 años luz. Ahí es donde todas las personas de las tribus, que no están entre los líderes principales o los 144.000, estarán ocupados principalmente, mientras que los demás asumirán asignaciones especiales de Dios y viajarán con Él a muchas partes del universo infinito.
Después de todos estos maravillosos descubrimientos y la manera perfecta cómo se asigna la herencia en Ezequiel a las áreas de la Vía Láctea identificadas por los astrónomos, todavía tenemos que distribuir la mayor parte de la herencia: los cuatro brazos espirales grandes, llamados el brazo de Norma-Cisne, el brazo de Perseo, el brazo de Escudo-Centauro-Cruz y el brazo de Sagitario. Por supuesto, estos son para la gran multitud.
El modelo de la Santa Ciudad muestra cuatro enormes espacios vacíos separados por los cuatro triángulos de soporte. Hemos llegado a conocerlos como las “unidades de proyección” porque cada área tiene gemas rojas, azules y verdes como un código de color.
El código de color de las gemas (rojo-verde-azul) indica qué tribus pertenecen juntas, y cada grupo define tres puertas adyacentes de la ciudad para cada dirección cardinal, porque los códigos de color RVA (RBG en inglés) pueden representar todos los colores del arco iris, y por lo tanto este código corresponde a las clases espectrales de las estrellas. Hay estrellas azules, rojas y de color blanco amarillento y marrón, y muchos otros colores de estrellas, organizadas en subclases por los astrónomos. Una cosa está clara: ¡una tribu “roja”, una “verde” y una “azul” deben estar juntas para poder representar todo el espectro de colores de las estrellas en un solo brazo de la Vía Láctea!
Cada una de las cuatro grandes unidades de proyección para cada una de las tres tribus mutuamente asociadas en el modelo de pirámide 3D corresponde a un brazo completo de la Vía Láctea en la realidad 4D. Esto significa que cada grupo de tres tribus de los redimidos de la gran multitud comparte la responsabilidad de un brazo de la galaxia.
Ya sabemos por el código de colores qué tribus pertenecen juntas. Los puntos cardinales de los grupos resultan de las tribus principales y su orden de campamento:
Ahora nos enfrentamos con la gran pregunta de si existe alguna posibilidad de asignar cada uno de los cuatro enormes brazos en espiral de la Vía Láctea a uno de los cuatro grupos a los que ya hemos asignado los puntos cardinales del orden del campamento. Desafortunadamente, los brazos espirales tienen la desagradable propiedad de ser retorcidos de forma circular, por lo que es imposible equipararlos con una dirección celestial en particular.
Sin embargo, notamos que dos brazos espirales vienen de cada extremo de la barra galáctica, cada uno con un brazo primario fuerte y un brazo secundario con una cantidad ligeramente menor de estrellas.
Desde un extremo de la barra, que corresponde a un tronco del árbol de la vida, viene el brazo primario Escudo-Centauro-Cruz y el brazo secundario Norma-Cisne, mientras que, en el otro lado que es el segundo tronco del árbol de la vida, el brazo de Perseo es el primario y el brazo de Sagitario es el secundario. Hace un tiempo, desciframos los brazos como árboles de Pitágoras especiales que se pueden formar de los cuadrados y los triángulos de la pirámide modelo, y representan las ramas y las coronas de los dos árboles que forman un todo de nuevo, como vio Elena G. de White.
Con el entendimiento de que todo en el centro de la galaxia se reflejará en la Tierra Nueva en el brazo de Orión, dado que el santuario de Dios estará allí con la humanidad,[8] podemos decir con certeza que el trono de Dios en la Tierra Nueva debe estar entre los dos brazos espirales que representan el norte y el este. Esto es cierto incluso si consideramos las estrellas del cinturón de Orión como el trono de Dios y la Nebulosa de Orión como el monte de la congregación, ya que esos lugares también se encuentran en el brazo de Orión.
Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; (Isaías 14:13)
Por tanto, glorifiquen al SEÑOR en el oriente, y al nombre del SEÑOR Dios de Israel en las costas del mar. (Isaías 24:15 RVA-2015)
y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía del oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria. (Ezequiel 43:2)
El brazo de Orión está rodeado por el brazo primario de Perseo y el brazo secundario de Sagitario. Uno de ellos debe representar el norte, mientras que el otro representa el este, pero ¿cómo podemos decidir cómo hacer la asignación?
La contemplación adicional ayuda de nuevo: Dios es justo y quiere dar a cada tribu lo mismo y tan justo como sea posible. Debe entenderse que cada constelación del Mazzaroth no cubre exactamente una doceava parte del circuito anual del sol. Algunas constelaciones son más pequeñas y, por lo tanto, el sol permanece en ellas por un tiempo más corto. Por ejemplo, comparen la enorme constelación de Piscis con la pequeña constelación de Cáncer: la probabilidad de que una persona nazca durante el período de una gran constelación es más alta que la de venir al mundo durante el período de una pequeña. Estadísticamente, hay menos personas que pertenecen a las constelaciones más pequeñas, y, por lo tanto, hay menos personas en la tribu de José que en la tribu de Zabulón, sólo para continuar con el ejemplo.
Ahora podemos ingresar la duración del sol en cada constelación del Mazzaroth en un horario astronómico y ver cuántos días tarda el sol en atravesar cada grupo de tres tribus.[9] Los resultados mostrarían de un vistazo, qué grupo de redimidos debe ser mayor o menor. El grupo donde el sol permanece más tiempo es también el más grande numéricamente. El más grande debe entonces ser asignado a un brazo primario y el más pequeño a uno secundario, basado en el número estadístico de personas salvadas, para que prevalezca la justicia.
A continuación, se presenta la ilustración de este reloj del Mazzaroth. Por favor presten atención a los colores de las flechas del grupo, porque las usaremos nuevamente en el diagrama donde los grupos de tribus están asignados a los brazos espirales:
Ahora estamos listos para asignar los cuatro brazos espirales a los cuatro grupos de tribus como herederos:
Los brazos de Perseo y Sagitario deben ser asignados a los grupos del norte y del este, porque incluyen el trono de Dios en la Tierra Nueva. El brazo secundario de Sagitario debe pertenecer al grupo del este con Judá, José y Simeón, porque es el más pequeño de los dos grupos con sólo 87 días. Por lo tanto, el gran brazo primario de Perseo queda para el grupo del norte con Manasés, Leví y Aser teniendo 93 días.
La lógica dicta que los dos brazos espirales, Escudo-Centauro-Cruz y Norma-Cisne ahora deben asignarse a los grupos oeste y sur en el otro lado de la barra galáctica. Vemos en la gráfica cuál es el más pequeño de ellos; el grupo del sur que consiste de Rubén, Benjamín y Gad con 85 días recibe el brazo secundario de Norma-Cisne, mientras que el grupo del oeste con Neftalí, Isacar y Zabulón, debido a su tamaño de 101 días, recibe el brazo primario Escudo-Centauro en este lado del árbol de la vida.
Podemos presentar una visión general de la herencia de los redimidos en la Vía Láctea de la siguiente manera:
¿Notaron la flecha negra en la parte superior izquierda, que emana del centro e indica las direcciones principales según las tribus? ¿Reconocen el orden este-norte-sur-oeste, que no corresponde al orden normal de una brújula (este-norte-oeste-sur)? Sí, es el extraño orden que surgió en el modelo piramidal de la Santa Ciudad debido al orden de campamento de las tribus y su orden en el Mazzaroth. Es lo mismo que en el versículo descriptivo de Apocalipsis 21:13:
al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas. (Apocalipsis 21:13)
Una vez más, otro misterio es nuevamente resuelto: la configuración en espiral de los brazos de la galaxia resulta en una confusión inevitable de las direcciones celestiales, que es tomado en cuenta en el versículo con los puntos cardinales de las puertas. Por supuesto, los brazos son el “muro” bíblico alrededor de la ciudad que está dentro de la ciudad, en la barra galáctica, y las puertas de perla están incrustadas en este muro:
Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; (Apocalipsis 21:12)
Las puertas se muestran como perlas en la imagen de arriba y se les proporcionan los nombres de las tribus. En la “entrada” de cada brazo espiral de la Vía Láctea, encontramos tres de ellas.
Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. (Apocalipsis 21:21)
Es significativo que la calle esté conectada directamente con las puertas del muro, porque el espacio entre los brazos en espiral puede considerarse perfectamente la calle de la ciudad.
¿Por qué son las puertas “perlas”? Si las piedras preciosas sobre los cimientos son estrellas que brillan en varias clases espectrales, entonces las perlas deben ser planetas específicos que son especialmente valiosos. En cada una de estas puertas de perla se encuentra un ángel, que tiene el cuidado de un planeta en el extremo exterior del brazo. Es muy probable que estemos hablando de planetas que albergan formas de vida inteligente, que son capaces de adorar al Señor del Universo con entendimiento y amor.
Imagina que eres de la tribu de Aser y perteneces a la gran multitud. Vuelas desde lejos a nuestra Vía Láctea y miras el mapa de la galaxia, que recibiste de Jesús en tu coronación en la lente de la Nebulosa de Orión. La “puerta de entrada” a tu brazo espiral está etiquetada con el nombre de la tribu, por lo que buscas un planeta llamado “Aser” en el mapa de estrellas y vuelas hasta él. Desde allí, el ángel te da un mapa más detallado que te dirigirá a tu sistema estelar dentro del brazo de Perseo. Es simple, ¿verdad?
¿Creen que la gente de la gran multitud, para quienes este mensaje fue tan destinado como para los pocos de los “144.000”, se habrían contentado con saber en cuál de los brazos espirales de más de 100.000 años luz de largo sería su área de responsabilidad?
No lo creo, porque todavía hay un área demasiado amplia para simplemente señalarla y decirle a alguien: “¡Mira, voy a reinar aquí!” ¿Tal vez el ángel en la puerta de entrada también pedirá otro detalle que todos deben saber antes de que se les entreguen más mapas para una región específica de la Vía Láctea?
Es bueno que este mensaje de las puertas de perla ya no despierte el interés de los cerdos, pero nosotros que estaremos entre los líderes y sacerdotes del centro de la ciudad debemos apreciar la precisión de las descripciones de Dios de Su—y pronto también nuestra— Santa Ciudad.
En primer lugar, el modelo piramidal, que se basa en el plano bíblico, nos muestra una división de la Santa Ciudad en cuatro bases o cuadrantes, que luego se dividen en triángulos:
La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. (Apocalipsis 21:16)
Cualquiera que esté prestando atención habrá notado que hasta ahora hemos hablado poco o nada acerca de los “apóstoles del Cordero”, quienes deben tener algún propósito en el plan de la Santa Ciudad de Dios. Ellos sugieren una división en doce segmentos:
Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero. (Apocalipsis 21:14)
¡Lean ese versículo cuidadosamente! No se refiere a la barra galáctica aquí, ni el centro, ni la ciudad dentro de la ciudad, sino a los brazos en espiral que forman el “muro”. Estos deben ser divididos de alguna manera en doce partes y ser asignados los nombres de los apóstoles de Cristo, una tarea difícil, que sólo pudimos lograr el sábado, 10 de febrero de 2018, una vez que la primera parte de este estudio ya había sido publicada internamente.
Naturalmente, estamos hablando de un sistema de coordenadas que se colocará sobre la Vía Láctea para dividir los brazos en doce partes o “cimientos”, y de inmediato deberíamos volver al Mazzaroth, que tiene esta división de doce como su estructura básica.
En este punto, también debo aclarar un pequeño error que se incluyó en el estudio anterior, pero como veremos, no tiene ningún impacto negativo: las gemas no están asignadas a las tribus, sino a los apóstoles, porque los nombres de los apóstoles están claramente en los cimientos del muro, como lo están las gemas:
y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro... (Apocalipsis 21:19)
Ahora tenemos la tarea de completar el mapa del Mazzaroth de arriba con los nombres de los apóstoles. Ya tenemos las tribus y las gemas allí. Les recuerdo que la dirección de las gemas está en el sentido de las manecillas del reloj, opuesto a la dirección del circuito anual del sol, que indica la afiliación tribal de una persona redimida a través de su fecha de nacimiento. Habíamos determinado la dirección por medio de considerar que las gemas se forman en las montañas durante largos períodos de tiempo, miles de años. De acuerdo con nuestro entendimiento, las “montañas” son las constelaciones,[10] y el punto vernal se mueve a través de ellas en el sentido de las manecillas del reloj en aproximadamente 24 milenios. Ahora hemos aprendido de la Biblia que los apóstoles están conectados con las gemas, y, por lo tanto, la “dirección” de los apóstoles también debe seguir la de las piedras preciosas.
Indiqué una vez anteriormente que debemos tomar el orden de los apóstoles de Hechos 1:13 porque Judas ya había muerto y fue reemplazado por Matías. Ese reemplazo corresponde a la sustitución de Dan con Manasés y el Escorpión con el Águila.
Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. (Hechos 1:13)
Sin embargo, una pequeña dificultad surge al comienzo de la lista con el orden de Juan y Jacobo. Eran hermanos y Jacobo era el mayor de los dos. Por lo tanto, el orden original de Lucas es cambiado por los sinópticos,[11] y se pone a Jacobo antes de Juan, lo que cambiaría nuestra gráfica del Mazzaroth en este punto. Sin embargo, la traducción interlineal de la Biblia establece que el orden original era Juan antes que Jacobo. No hay confusión de lugares con ninguno de los otros apóstoles.
Ahora podemos agregar otro detalle a nuestro diagrama del Mazzaroth.
Bueno, eso no ayuda mucho si todo lo que tienen es la manecilla solar del reloj, porque entonces cada persona es asignada a una tribu y al apóstol del segmento respectivo al mismo tiempo por su fecha de nacimiento. Los israelitas, que vivieron antes de Cristo y pertenecían a una tribu en particular por nacimiento, ahora también serían asignados a un apóstol particular, pero esa información no sería de ninguna ayuda para nosotros al dividir los brazos espirales en “cimientos”.
Necesitamos otra “manecilla de reloj” bíblicamente justificable que le proporcione a la persona una “señal de apóstol” además de su “señal de tribu”. Sólo entonces podríamos decir que una persona está asociada con una tribu y por lo tanto a un brazo espiral debido a su señal solar, y uno de los doce sectores dentro de su brazo espiral debido a su “señal de apóstol”.
Reconozco que es muy fácil para mí hacer esas asociaciones con bastante rapidez, pero entiendo las dificultades que algunos de ustedes podrían tener para encontrar soluciones a tales problemas. También puedo ver eso aquí con el ejemplo del grupo en Paraguay. A menudo parece haber un bloqueo mental, y luego, cuando alguien intenta encontrar la asociación haciendo una búsqueda de texto en la Biblia o frenéticamente buscando la referencia en la computadora o teléfono, a menudo naufraga. ¡Sería difícil tener éxito si hacen una búsqueda con los términos “segunda manecilla” y “apóstol”! Esto debe venir a través del Espíritu para tener la lógica correcta para una hipótesis. Eso es exactamente lo que hace la diferencia entre estudiar con el Espíritu vs. la computadora.
Busquen Apocalipsis 12 conmigo y volvamos a visitar a la mujer santa y pura.
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. (Apocalipsis 12:1)
Un versículo, no obstante, lleno de significado, es suficiente para enseñarnos quién o qué es la otra manecilla del reloj, que apunta a los “cimientos” de la Santa Ciudad. La Santa Ciudad es la novia que será habitada por cada creyente, junto con el resto de los redimidos que forman el cuerpo de Cristo.
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. (Apocalipsis 21:2)
Yendo en orden de arriba a abajo, la mujer pura tiene las doce constelaciones de las estrellas del Mazzaroth como la corona en su cabeza, donde también está su cara. En español, a la carátula de un reloj se le llama “cara del reloj” y, por lo tanto, las doce horas marcadas alrededor del centro de este reloj representan las constelaciones.
Luego viene la manecilla del sol con la que está “vestida”. Nosotros, como los israelitas, recibimos nuestras ropas de acuerdo con el atuendo de la tribu en la que nacimos. Tenemos nuestra afiliación tribal, por así decirlo, y se basa en nuestra devoción a Jesús. Él nos viste con el Sol de Justicia quien camina a través de las tribus.
¿Y sobre qué nos ponemos de pie? ¿Cuál es nuestro fundamento?
La mujer como la iglesia pura está parada sobre el fundamento de la luna, la segunda gran lumbrera que Dios creó para dar los tiempos señalados y las “señales”. Ambas grandes lumbreras ya han sido definidas como punteros de señales o manecillas en el Mazzaroth en Génesis 1:14. Hasta ahora, sólo usamos el sol como un puntero, pero por el lugar de la luna como el “fundamento” sobre el cual está la mujer pura, sabemos que la luna debe servir como una manecilla para los fundamentos de los apóstoles con sus gemas asociadas. Pablo explica:
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. (Efesios 2:19-22)
El resto es simple. A menos que una persona haya sido dejada como un bebé a la puerta de un orfanato, generalmente sabe por sus padres o parientes, dónde, en qué día y en qué hora del día o la noche nació. La misma fecha y hora que usamos para apuntar la manecilla solar del Mazzaroth ahora es usada en un programa planetario para ver en qué constelación del Mazzaroth estaba la luna en nuestro nacimiento.
Debido al hecho de que la luna corre a través del Mazzaroth en un mes lunar, que es 29,5 días y no exactamente una doceava parte del año, hay señales lunares completamente diferentes de año en año para cada posible cumpleaños solar. Por lo tanto, cada persona está equipada con una combinación muy individual de una señal solar y una lunar, que lo asigna a un área específica de la Vía Láctea en el plan de la herencia del Señor. Cada individuo ahora pertenece a una de las doce tribus y a uno de los doce apóstoles (o gemas): esto da como resultado ¡144 combinaciones diferentes o grupos de personas en la gran multitud que tendrán su herencia en el “muro” de los cuatro brazos espirales! ¿Ven cómo el número 144 adquiere otro significado como la medida del muro?
Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel. (Apocalipsis 21:17)
Aquí está la gráfica completa que muestra a qué tribu y apóstol pertenece cada persona que vive hoy. Por supuesto, también hay personas cuya tribu y apóstol caen en el mismo segmento, pero eso es bastante inusual (en 12 de los 144 casos).
Sin embargo, ¿cómo debería encajar en la Vía Láctea el sistema de coordenadas del Mazzaroth, que tiene doce distintos sectores? ¡Necesitaríamos saber exactamente qué orientación debería tener!
Naturalmente, el centro del sistema de coordenadas del Mazzaroth debe estar en el centro de la Vía Láctea, donde está el “agujero blanco” de Dios. Dios es el centro del universo y también de la Vía Láctea. No es como las muchas imágenes de nuestra galaxia que muestran un sistema de coordenadas centrado en el sol o la tierra.
Ahora es el momento de rotar el sistema de coordenadas del Mazzaroth hasta que encontremos un punto que garantice una alineación perfecta. Ayuda pensar que la tribu de Judá está en el este de acuerdo con el orden de campamento. Esto nos da una indicación muy precisa de la orientación del círculo del Mazzaroth, porque esta área debe estar alineada con la tierra, donde Jesús vivió como un miembro de la tribu de Judá, murió y resucitó.
Por favor ¡recuerden cómo descubrimos cómo alinear la Santa Ciudad en la primera parte, de modo que la base de la pirámide donde se encuentra el cuadrante rojo de la tribu de Judá pudiera colocarse sobre la parte de Jerusalén donde están ubicados los sitios del sufrimiento de Jesús y el Monte Sion! Para alinear perfectamente el Mazzaroth en la Vía Láctea, todo lo que tenemos que hacer es aplicar el mismo principio.
En primer lugar, queríamos saber qué área tenía que ser roja para obtener una combinación de RVA en todas partes. Era el área a la izquierda de la puerta este. Para que el segmento de Pedro sea rojo (correspondiendo a su piedra de jaspe roja), la línea este (la puerta este) debe coincidir con la línea que separa los segmentos de Judas y Pedro, porque esa es la única forma en que el sistema solar con la tierra—donde Jesús vivió y murió—pueda caer en el segmento de la tribu de Judá y el apóstol Pedro.
Echen un vistazo más de cerca al brazo de Orión y comparen:
El centro de la Vía Láctea se encuentra en la parte superior izquierda de ambas imágenes. Pueden ver muy bien que la Nebulosa de Orión u “Orión M42” se encuentra justo al lado de nuestro sol. Es particularmente claro en la imagen de la derecha, ya que incluso hay una cuadrícula desde el centro, que separa la constelación de Orión y nuestra posición (ESTAMOS AQUÍ) entre sí. Hubiera sido ideal si la línea de la cuadrícula pasara directamente por Orión, porque entonces ya tendríamos la línea oriental que buscamos para nuestra cuadrícula del Mazzaroth. Giren mentalmente el círculo del Mazzaroth hasta que coloquen la línea fronteriza entre los segmentos de Judas y Pedro en Orión. Entonces la tierra con nuestro sol (SOL o ESTAMOS AQUÍ) cae en el segmento rojo del apóstol Pedro.
Ahora entendemos por qué los sueños y las visiones nos siguen diciendo que la constelación de Orión está en el este. Ciertamente, la línea divisoria entre Judas y Pedro, o Aser y Judá, ¡apunta exactamente hacia el este!
Si miran el diagrama general al final de este capítulo, deben prestar atención a cómo el Señor, en Su sabiduría, divide equitativamente los brazos espirales, con su densidad estelar disminuyendo a medida que se va hacia afuera. Los segmentos se ensanchan en el exterior, y de esa manera se asignan cantidades de estrellas bastante iguales a los grupos de personas que heredan las áreas externas, en comparación con aquellos que heredan áreas internas. Los segmentos no tienen todos el mismo “ancho” y por lo tanto los diferentes tamaños de los grupos de personas se toman en cuenta por las diferentes duraciones del sol y la luna dentro del alcance de cualquier tribu o apóstol.
Y recuerden que los brazos espirales, como toda la Vía Láctea, no son planos, sino de 3.000 a 12.000 años luz de “grosor”:[12]
Ahora podemos presentar el legado de la Vía Láctea en un diagrama general con todas sus partes, que la Palabra de Dios determina. Observa el punto amarillo en la parte inferior de la línea que marca el verdadero este de la Vía Láctea, pasando por la constelación de Orión.
Reconocemos con asombro cómo fue posible que Juan y Elena G. de White vieran los doce cimientos, aunque decían que la Santa Ciudad estaba rodeada por un muro alto del cual habrían tenido que mirar más arriba para ver adentro. ¡Qué primitiva era nuestra idea de la Santa Ciudad, cuando sólo vimos el modelo de viaje!
Esta es la tierra que repartiréis por suertes en heredad a las tribus de Israel, y estas son sus porciones, ha dicho Jehová el Señor. (Ezequiel 48:29)
¡Alabado sea el Señor del Israel espiritual, que ya nos permite ver la tierra que fluye leche y miel!
Si buscan en las Escrituras los versículos que contienen las palabras “leche” y “miel”, encontrarán hasta 25 versículos, 20 de los cuales tienen que ver con la tierra de Canaán.
El primer versículo contiene la promesa de Dios a Moisés para ayudar a conducir a los hijos de Israel de la esclavitud de Egipto a la Tierra Prometida:
Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. (Éxodo 3:7-8)
El último versículo donde estos ocurren fue escrito por Ezequiel y dice:
También yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los traería a la tierra que les había dado, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; (Ezequiel 20:15)
La Vía Láctea es la herencia de cada ser humano desde Adán, que encontró el remordimiento y al Redentor, y es—desde nuestro punto de vista—la mayor acumulación de “leche” (griego antiguo: gála) en el universo, por la cual todas las demás galaxias son llamadas así. Sin embargo, la única que se parece a un camino (“vía”), o un río de leche que fluye, es nuestra galaxia hogar, porque la miramos desde adentro.
La iglesia adventista tuvo que comenzar otra peregrinación en el desierto en 1890. Tomó 120 años alcanzar el año 2010. Entonces Dios decidió enviar el mensaje de Orión a la tierra, que al final llevará a todos los que lo siguieron fielmente, a la tierra celestial que fluye leche y miel. Esta es la tarea honorable de esta última serie de la mano del ángel de Apocalipsis 18.
Quizás alguien ya haya pensado por qué la Biblia no menciona directamente la Vía Láctea. El nombre “Vía Láctea” es bien conocido en el idioma hebreo, según Wikipedia, y también es usado para nuestra galaxia hogar, pero nadie ha descubierto el nombre en la Biblia, excepto nosotros, que ahora sabemos que cada vez que se refiere a la Tierra Prometida, es mencionada como “la tierra que fluye leche”.
En la segunda parte, prometí explicarles cómo las últimas primicias de esta tierra reciben las “bendiciones del seno y de la matriz” de la casa de José. Por supuesto, la bendición del seno de una madre es la leche que alimenta al bebé. Se le prometió a José que uno de sus descendientes podría transmitir a los elegidos la bendición del conocimiento del reloj sagrado en el cielo y la herencia en la Vía Láctea. La decisión de esta bendición fue tomada en las cortes celestiales mucho antes del tiempo de los hijos de Jacob. Jacob primero lo proclamó y habló en el Espíritu al bendecir a sus hijos:
Por fin todos los hijos de Jacob se reunieron alrededor de su lecho de muerte. Jacob llamó a sus hijos y dijo: “Acercáos y oíd, hijos de Jacob; y escuchad a vuestro padre Israel.” “Os declararé lo que ha de aconteceros en los días venideros.” A menudo había pensado ansiosamente en el futuro de sus hijos, y había tratado de concebir un cuadro de la historia de las diferentes tribus. Ahora, mientras sus hijos esperaban su última bendición, el Espíritu de la inspiración se posó sobre él; y se presentó ante él en profética visión el futuro de sus descendientes. Uno después de otro, mencionó los nombres de sus hijos, describió el carácter de cada uno, y predijo brevemente la historia futura de sus tribus.
Dos hijos recibieron bendiciones especiales. El primero fue Judá, de cuya tribu provenía nuestro amado señor Alnitak:
Las más altas bendiciones de la primogenitura se transfirieron a Judá. El significado del nombre, que quiere decir alabanza, se describe en la historia profética de esta tribu:
Judá, te alabarán tus hermanos;tu mano estará sobre el cuello de tus enemigos;los hijos de tu padre se inclinarán a ti.Cachorro de león, Judá;de la presa subiste, hijo mío.Se encorvó, se echó como león, como león viejo:¿quién lo despertará?No será quitado el cetro de Judáni el bastón de mando de entre sus pies,hasta que llegue Siloh;a él se congregarán los pueblos” [Génesis 49:8-10]
El león, rey de la selva, es símbolo apropiado de la tribu de la cual descendió David, y del hijo de David, Shiloh, el verdadero “león de la tribu de Judá,” ante quien todos los poderes se inclinarán finalmente, y a quien todas las naciones rendirán homenaje.
José iba a ser “consagrado”, y más tarde aprenderán lo que eso significa.
Para la mayoría de sus hijos Jacob predijo un futuro próspero. Finalmente llegó al nombre de José, y el corazón del padre desbordó al invocar las bendiciones sobre “el Nazareo de sus hermanos.”
“Ramo fructífero José,Ramo fructífero junto a fuente,Cuyos vástagos se extienden sobre el muro.Y causáronle amargura, y asaeteáronle,Y aborreciéronle los archeros:Mas su arco quedó en fortaleza,Y los brazos de sus manos se corroboraronPor las manos del Fuerte de Jacob,(De allí el pastor y la piedra de Israel,) Del Dios de tu padre, el cual te ayudará,Y del Omnipotente, el cual te bendeciráCon bendiciones de los cielos de arriba,Con bendiciones del abismo que está abajo,Con bendiciones del seno y de la matriz.Las bendiciones de tu padre fueron mayoresQue las bendiciones de mis progenitores:Hasta el término [abundancia en algunas versiones] de los collados eternosSerán sobre la cabeza de José,Y sobre la mollera del Nazareo [Strong’s: consagrado] de sus hermanos.” [Génesis 49:22-26] {PP 213.6-213.7}
Judá, la casa que recibió la bendición de la primogenitura y el mayor honor para dar a luz al Señor de señores y Rey de reyes, y la casa de José son las casas más benditas de las doce tribus. Jesucristo de la tribu de Judá se convertiría en el Rey del universo, y José, como uno consagrado (o Nâzir = príncipe), recibiría la bendición de la matriz, lo que significa muchos hijos. El muy pequeño de la tribu de José es bendecido con el conocimiento de las montañas eternas y mucha “leche”. Los numerosos hijos, los 144.000 frutos, hasta el momento se han mantenido alejados, pero él ama a cada uno de los pocos aún más.
El “término [abundancia] de los collados eternos” es explicado por la mensajera de Dios que vino antes del mensaje del cuarto ángel:
Mientras [Moisés] repasaba lo que había experimentado como jefe del pueblo de Dios, veía que un solo acto malo manchaba su foja de servicios. Sentía que si tan sólo se pudiera borrar esa transgresión, ya no rehuiría la muerte. Se le aseguró que todo lo que Dios pedía era arrepentimiento y fe en el sacrificio prometido, y nuevamente Moisés confesó su pecado e imploró perdón en el nombre de Jesús.
Se le presentó luego una visión panorámica de la tierra de promisión. Cada parte del país quedó desplegada ante sus ojos, no en realce débil e incierto en la vaga lejanía, sino en lineamientos claros y bellos que se destacaban ante sus ojos encantados. En esta escena se le presentó esa tierra, no con el aspecto que tenía entonces sino como había de llegar a ser bajo la bendición de Dios cuando estuviese en posesión de Israel. Le pareció estar contemplando un segundo Edén. Había allí montañas cubiertas de cedros del Líbano, colinas que asumían el color gris de sus olivares; y se percibía la fragancia agradable de la viña; anchurosas y verdes planicies fructíferas esmaltadas de flores; aquí se veían las palmeras de los trópicos, allá los undosos campos de trigo y cebada; valles asoleados en los que se oía la música del murmullo armonioso de los arroyos y los dulces trinos de las aves; buenas ciudades y bellos jardines; lagos ricos en “la abundancia de los mares”; rebaños que pacían en las laderas de las colinas, y hasta entre las rocas los dulces tesoros de las abejas silvestres ... {CT 130.2-CT 130.3}
La Tierra Prometida fluye no sólo leche, sino también miel. Esta miel es la recompensa o tesoro que es recolectado por las abejas en los “collados eternos” y entre las “rocas”.
Desde la perspectiva de Dios, la gran ciudad de la Vía Láctea, así como todas las otras ciudades del universo, son semilleros de la vida. Las abejas, que tienen cuatro alas como los querubines, son los ángeles que se encargan diligentemente de recolectar “alimento” para nuevos mundos y que extraen materiales del polvo de estrellas que son necesarios para mantener a las estrellas y sus planetas creciendo en las celdas del panal de los viveros estelares. Al final del video del viaje a la Nebulosa de Orión, ya vimos tal vivero y varias celdas del panal.
Los ángeles guardan y nutren las celdas del panal durante muchos millones de años, hasta que la vida brota de ellas. Entonces se le ordena a cierto ángel que preserve para siempre la vida que surgió de un panal. Nuestro universo 3D es un reflejo del gran universo 4D de Dios. Hay peligros visibles aquí a los que la creación de Dios está expuesta en realidad, pero hay ángeles que proporcionan protección perfecta para que se preserve la inmortalidad de toda vida, y se proporcione un suministro constante de “miel”. El Creador dice:
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. (Mateo 6:25-32)
El universo entero consiste de una estructura de panal de abejas como en una colmena. En nuestro universo proyectado, ninguna vida crece en las grandes celdas del panal de abejas, pero estos panales—los llamados filamentos que rodean los vacíos (grandes vacíos de millones de años luz)— nos muestran que, en la realidad de Dios, ¡la vida debe crecer allí!
La distribución de la materia en el universo en observaciones astronómicas y simulaciones a gran escala es como una estructura en forma de panal, formada por filamentos (acumulación de materia) y vacíos interpuestos (cavidades). Los filamentos (del latín filum, que significa “hilo”) son interconexiones similares a hilos en el universo entre cúmulos de galaxias y super cúmulos con una mayor densidad de galaxias locales alrededor de enormes vacíos. En astronomía y astrofísica, los vacíos son enormes espacios vacíos entre las grandes estructuras del universo.[13]
El libro de la naturaleza enseña que Dios tiene a todos Sus ángeles trabajando en perfecta armonía para que nadie tenga hambre o esté expuesto al peligro. Como un símbolo de los tesoros o de los collados eternos y las rocas (los planetas y los asteroides), la “miel” representa no sólo comida, sino también los recursos minerales, que sirven como materiales de construcción para los seres inteligentes y sus ciudades.
Pero incluso los ángeles mismos—y ustedes, que pronto serán ángeles—son bendecidos. Ellos no realizan un trabajo de esclavos, sino que están perfectamente equipados para todas sus tareas para que puedan hacerlo con alegría infinita y sin esfuerzo. Nuestro Padre Celestial cuida de ellos personalmente:
Mirad las aves del cielo [los ángeles], que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? (Mateo 6:26)
Las casas de plata de los santos son apoyadas por cuatro columnas. Estas indican la dimensión en la que los ex humanos pronto vivirán como ángeles, trabajarán y asumirán una gran responsabilidad. Las casas de plata son nuestros “apartamentos” móviles que pueden recorrer la Vía Láctea. Cada perla de una columna es un planeta que cuidarán y protegerán. El agradable trabajo de campo es nuestro trabajo para proporcionar miel a las celdas del panal de los nuevos mundos. Sólo usamos nuestras coronas en la Tierra Nueva cuando nos encontramos en la Municipalidad del Cielo; en nuestro trabajo de campo como siervos de Dios, son sólo una incomodidad.
...Todos exclamamos: “¡La ciudad! ¡la gran ciudad! ¡ya baja, ya baja de Dios, del cielo!” Descendió, pues, la ciudad, y se asentó en el lugar donde estábamos. Comenzamos entonces a mirar las espléndidas afueras de la ciudad. Allí vi bellísimas casas que parecían de plata, sostenidas por cuatro columnas engastadas de preciosas perlas muy admirables a la vista. Estaban destinadas a ser residencias de los santos. En cada una había un anaquel de oro. Vi a muchos santos que entraban en las casas y, quitándose las resplandecientes coronas, las colocaban sobre el anaquel. Después salían al campo contiguo a las casas para hacer algo con la tierra, aunque no en modo alguno como para cultivarla como hacemos ahora. Una gloriosa luz circundaba sus cabezas, y estaban continuamente alabando a Dios. {PE 17.3}
El templo de Dios se encuentra en las siete columnas de la dimensión del tiempo, y todo está sujeto a Su cuidado personal para que el pecado o la muerte nunca puedan volver a entrar en el universo purificado.
Este templo estaba sostenido por siete columnas de oro transparente, con engastes de hermosísimas perlas. No me es posible describir las maravillas que vi. ¡Oh, si yo supiera el idioma de Canaán! ¡Entonces podría contar algo de la gloria del mundo mejor!... {PE 19.1}
El plan de salvación será nuestro estudio mientras deambulamos por las vastas extensiones de la Vía Láctea y otras “ciudades” de Dios infinitamente distantes, en busca de “miel”, maravillándonos de los milagros de Dios en nuestros viajes. Cada estrella recién nacida necesita cuidados especiales para que planetas maduros puedan emerger de las nubes de polvo que la rodean. Estas son las perlas de Dios.
El número de los 144.000 ha sido siempre un gran secreto, y no estoy seguro si apenas veremos la solución al acertijo por primera vez en la Nebulosa de Orión cuando realmente esté frente a nosotros. Sin embargo, la comprensión de la división de nuestra herencia, la Vía Láctea, ha traído nuevas perspectivas y nuevos conocimientos.
Podríamos entender el número 144.000 como 144 × 1.000 (muchos) ahora, y esos serían todos los habitantes de los brazos de la Vía Láctea. Por el contrario, nos enteramos tanto por Elena G. de White como por el Heraldo de Ernie Knoll que los 144.000 son un grupo especial de personas, como siempre lo hemos pensado.
Es importante notar la definición de Elena White en el Conflicto de los Siglos, que ya mencioné anteriormente. Afirma que los 144.000 son aquellos " que perfeccionaron su carácter cristiano en medio de la mentira y de la incredulidad, los que honraron la ley de Dios cuando el mundo cristiano la declaró abolida”. Eso incluiría a todas las personas que fueron fieles después del rechazo post millerita de toda profecía de tiempo y después de la verdad del sábado de 1846, por supuesto, cuando el mensaje del tercer ángel estaba disponible, lo que les permitió ser uno de los 144.000.
Hay, por supuesto, otras citas de la mensajera de Dios que sugieren que estas personas, sin ver la muerte, continúan hasta el regreso de Jesús y permanecen firmes. Eso se expresa en la cita del sueño de Ernie Knoll y desafortunadamente contradice la cita anterior de El Conflicto de los Siglos, ya que limita extremadamente a este grupo.
Creo que estamos lidiando con profecía condicional de nuevo. El plan A consistía en reunir a los 144.000 sólo de entre los vivos de la Iglesia Adventista en los últimos días con la ayuda del mensaje del cuarto ángel, y cuando eso no fue posible, el llamado vino del cielo para dejar todas las iglesias de Babilonia. Eso también fue ignorado en gran parte por las iglesias cristianas, y por lo tanto el Plan B entró en vigor para reunir a los 144.000 de todas las personas del tiempo del juicio, tanto el de los muertos como el de los vivos. La parábola de Jesús sobre la fiesta de bodas organizada por el Padre parece apoyar esta visión de las cosas, y la historia que hemos vivido también.
Si nos atenemos estrictamente a la definición bíblica de Apocalipsis 14, los 144.000 deben aprender el cántico de Apocalipsis 14:1-3, que viene como el estruendo de muchas aguas (desde Paraguay) y como un gran trueno (con el retraso de los siete truenos) y ese es sólo el mensaje de Orión: el mensaje del cuarto ángel de Apocalipsis 18, que estaba previsto para comenzar en 1888, pero fue rechazado por la iglesia adventista y tomó 120 años para comenzar nuevamente, y llega a su fin con esta serie de cuatro partes sobre El misterio de la Ciudad Santa.
Entonces, los “144.000” reales serán sólo aquellas personas que reciban el sello de Filadelfia en los últimos capítulos de este estudio. El resto que completa el número deben ser aquellos de la iglesia del juicio que murieron en fidelidad a todos los mandamientos de Dios, incluyendo el sábado, y tendrán la oportunidad en la resurrección especial de hacer que sea verdad que fueron sostenidos en el tiempo de la gran tribulación:
Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. (Apocalipsis 7:14)
Las “144.000” personas especiales en el área de los “sacerdotes” de la barra galáctica representan a todas las muchas (1.000) personas de la gran multitud que recibirán su herencia en los 144 sectores de la Vía Láctea. Están compuestos por los fieles que “pasaron” y no vieron la muerte, y los fieles “sustitutos” que vieron la muerte, pero también tuvieron que atravesar el gran tiempo de angustia después de la resurrección especial.
En lenguaje sencillo, esto significa que todos los lectores que no aceptaron la marca de la bestia y ahora reciben el sello de Filadelfia no experimentarán la muerte a menos que no permanezcan fieles a Jesús-Alnitak y caigan.
Siempre ha sido una de las grandes preguntas del adventismo, cómo podría ser posible que Jesús coronara a 144.000 personas en un marco de tiempo razonable, porque si tomara sólo un minuto por persona, necesitaría 100 días para hacerlo. Aparte del hecho de que esto se volvería bastante aburrido con el tiempo, de todos modos, tenemos sólo unas pocas horas para la ceremonia de coronación de los 144.000 en el séptimo día de nuestro viaje, porque tenemos que aterrizar en la Tierra Nueva, temprano al comienzo del séptimo día para que el milenio en la tierra antigua no sea demasiado largo. No tendremos tiempo para 100 días; ¡Eso es seguro!
Pero si asumimos que sólo los 144.000 reales serán coronados, la visión de Elena de White estaría en armonía con las Sagradas Escrituras. Con sólo unas 40 personas vivas selladas en la iglesia de Filadelfia, la misma ceremonia que tomaría 100 días para completarse, se terminaría en menos de una hora, y creo que esa es una parte importante para resolver el misterio de la (imposible) ceremonia de coronación.
¿Qué? ¿El resto de los 144.000 no recibirá una corona? La respuesta es que todos los redimidos recibirán una corona... ¡y, de hecho, la corona de vida!
La Biblia nombra primero a todos los redimidos de la gran multitud:
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. (Santiago 1:12)
Luego también a los mártires de la iglesia de Esmirna en particular:
No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. (Apocalipsis 2:10)
Todos los cuatro grupos de redimidos recibirán la corona de vida una vez que lleguen a la Nebulosa de Orión, pero sólo un grupo, que representa a todos, recibe coronas reales: aquellos que se mantuvieron verdaderamente firmes en la tierra durante el período de la gran angustia sin un intercesor.
Quien sea llevado al cielo, tal como el último Elías, y tal vez algunos más, si se le permite solicitar sus propias primicias, habrá recibido su corona antes de la ceremonia de coronación de los 144.000 reales.
La segunda parte del acertijo de la coronación es la disposición “imposible” de los 144.000 en un cuadrado perfecto en la Nebulosa de Orión. Muy a menudo lo pensamos, pero ahora sabemos que seremos muchos menos que los 144.000 literales, y eso hace que ubicarse en un cuadrado perfecto ya no sea imposible. Si selláramos a una persona de cada uno de los 144 sectores de la Vía Láctea, lo que aún parece prácticamente imposible, entonces una disposición de 12 filas de 12 personas formaría un cuadrado perfecto.
Estoy considerando la idea de que la profecía de Elena G. de White de que ella estará con los 144.000 se hará realidad de tal manera que el pequeño grupo de 144 personas también podría tener que ser formado por ella y por otros, y que ella también recibiría la corona especial. Sus 70 años de servicio sacrificial justificarían el honor, en mi opinión. Luego, la ceremonia de coronación de los 144 representantes de los sectores de la Vía Láctea se completaría en unas dos horas, lo que sería un marco de tiempo bastante concebible y lógico.
Por supuesto, cada uno de estos 144 se ubicaría frente a otras 999 personas que también tendrían un puesto de honor como parte de los 144.000, pero ellos mismos no serían coronados porque no pertenecen al grupo de personas que atravesaron el gran tiempo de angustia.
A pesar de todas estas explicaciones lógicamente correctas, Jesús-Alnitak, como Dios e Hijo de Dios, puede, por supuesto, ofrecer una solución completamente diferente a estos problemas. Sólo quiero mostrar que nada en la Palabra de Dios es ilógico y que nuestra situación actual de ser tan pocos, hace posible tener una ceremonia de coronación con una duración “normal”.
Lo que es cierto es que cada uno de los redimidos, sin importar de qué época de la historia humana provenga, representa una joya en el plan de salvación de Cristo:
Estos tesoros, que Cristo considera inestimables, son “las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”. A los discípulos de Cristo se los llama sus joyas, su tesoro precioso y particular. Dice él: “Como piedras de diadema serán enaltecidos en su tierra”. “Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre”. Cristo, el gran centro de quien se desprende toda gloria, considera a su pueblo purificado y perfeccionado como la recompensa de todas sus aflicciones, su humillación y su amor; lo estima como el complemento de su gloria. {DMJ 77.2}
Aunque no estamos satisfechos con el tamaño de nuestra iglesia de Filadelfia, siempre debemos recordar lo preciosa que es cada vida para Jesús-Alnitak.
¡Qué noble empresa! ¡Un ser que alabará a Dios durante la eternidad! ¡Un ser que gozará felicidad y vida eterna! ¡Una gema en su corona que brillará como una estrella para siempre jamás! Pero aun más de uno puede ser llevado del error a la verdad, del pecado a la santidad. Dice el Señor por medio del profeta: “Y los que enseñan la justicia a la multitud [resplandecerán], como las estrellas a perpetua eternidad”.1 Entonces, quienes se ocupan con Cristo y los ángeles en la obra de salvar a las almas que perecen, son ricamente recompensados en el reino del cielo. {MJ 143.5}
Cada uno de los redimidos pertenece a una de las doce tribus del Mazzaroth, ya sea por nacimiento o por matrimonio en una tribu israelita antes de la muerte del sacrificio de Jesús, o al asignar su fecha de nacimiento a las constelaciones; cada uno es una “estrella” en el Reino de Dios que nunca se apagará, aunque él esté simbolizado por una estrella transitoria en la proyección del pozo del abismo. Cuando Dios le mostró a Abraham los cielos y prometió hacer que su descendencia fuera tan numerosa como las estrellas, significaba algo más literal de lo que podríamos haber imaginado.
Toda persona que reciba su corona de vida recibirá al menos un sistema estelar de la Vía Láctea, y una responsabilidad aún mayor si demuestra ser digno. Pero las posiciones más altas del universo están reservadas para los “ancianos”, que tan perfectamente reflejan el carácter de Jesús como para arrojar su corona de vida a los pies del Señor, ofreciendo sus vidas eternas cuando sirve al bien de los demás...
Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. (Apocalipsis 4:9-11)
La disposición de un ser de ofrecer su vida eterna en beneficio de los demás es, ante los ojos de Dios, la máxima expresión del desarrollo del carácter y, finalmente, de la inteligencia social. No puede haber un universo libre de pecado, sin amor a Dios y a nuestros semejantes, y sin una comprensión del gobierno a través del servicio. Cristo enseñó:
Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. (Mateo 23:10-11)
Lo que perdurará será el amor. A Pablo se le permitió decirlo:
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. (1 Corintios 13:8)
El mensaje del cuarto ángel de Apocalipsis 18 culmina en la doctrina del entendimiento del significado de la declaración de Jesús...
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. (Mateo 16:25)
El entendimiento erróneo del plan de salvación es la marca de Babilonia. Las personas deben aprender a vivir una vida abnegada a través del ejemplo de Jesús y alcanzar el más alto nivel de desarrollo del carácter para vivir en el universo 4D/6D de Dios. Babilonia enseña que, dado que Cristo murió por sus pecados, todos pueden vivir egoístamente en sus pecados sin sufrir castigo. Ese es un evangelio oscuro que trae riqueza material a aquellos que lo predican. Por lo tanto, y debido a que ese error es tan prevalente, el vasto Mensaje del Cuarto Ángel puede ser resumido en sólo dos versículos:
Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. (Apocalipsis 18:2-3)
No es sólo el sábado el que es pisoteado por el hombre; no es sólo el mandamiento del matrimonio el que es ridiculizado y pervertido; es la sabiduría, el carácter y la Ley de Dios los que son difamados, y el Autor del universo y la Fuente del amor y del tiempo es acusado con sofistería demoníaca.
¿Cómo deben sentirse los ángeles y otros seres no caídos, que observan a la humanidad y ven cómo el pecado se ha arraigado aquí en esta tierra, cómo ha crecido durante 6.000 años, y se ha convertido en un gigantesco arbusto espinoso de muerte? ¿Creen ustedes que ellos están completamente felices acerca de ser gobernados por ex humanos, incluso si han tomado la mano de Jesús y llegado al arrepentimiento?
Recuerden lo que fue revelado acerca de la rebelión en el cielo:
Hasta entonces todo el cielo había estado en orden, armonía y perfecta sumisión al gobierno de Dios. Rebelarse contra su orden y voluntad era el mayor pecado. Todo el cielo parecía estar en conmoción. Los ángeles fueron reunidos en compañías, teniendo cada división a su cabeza un ángel superior que la comandaba. Satanás, deseoso de exaltarse, no queriendo someterse a la autoridad de Jesús, sembraba insinuaciones contra el gobierno de Dios. Algunos de los ángeles simpatizaban con Satanás en su rebelión, y otros contendían esforzadamente por el honor y la sabiduría de Dios al dar autoridad a su Hijo. Hubo contienda entre los ángeles. Satanás y los que simpatizaban con él luchaban por reformar el gobierno de Dios. Querían escudriñar su insondable sabiduría, y averiguar cuál era su propósito al ensalzar a Jesús y dotarle de tan ilimitado poder y comando. Se rebelaron contra la autoridad del Hijo. Toda la hueste celestial fué convocada para que compareciese ante el Padre a fin de que se decidiese cada caso. Se determinó allí que Satanás fuese expulsado del cielo, con todos los ángeles que se le habían unido en la rebelión. Hubo entonces guerra en el cielo. Los ángeles se empeñaron en batalla; Satanás quiso vencer al Hijo de Dios y a aquellos que se sometían a su voluntad. Pero prevalecieron los ángeles buenos y fieles, y Satanás, con sus secuaces, fué expulsado del cielo. {PE 145.2}
A través de Elena G. de White, sabemos que casi la mitad de los ángeles en el cielo se rebelaron, pero sólo un tercio de los ángeles fueron expulsados del cielo. Eso significa que ahora hay dos clases de ángeles en el cielo: aquellos que nunca han caído y siempre han permanecido fieles, y aquellos que han tenido la experiencia de pensamientos pecaminosos y se han arrepentido. También hay seres inteligentes de todos los mundos que nunca comieron de su árbol del conocimiento.
Después de que el hombre cayó y el plan de salvación se dio a conocer en el cielo, e incluso antes de que todos los ángeles que simpatizaban con Satanás tomaran las armas en una abierta rebelión contra el Todopoderoso y Su comandante Miguel, la sensatez prevaleció en muchos, y se arrepintieron profundamente cuando ellos vieron el sacrificio que Jesús haría. Ofrecieron sus propias vidas en sacrificio, como corresponde a los seres de carácter exaltado.
Los ángeles se prosternaron ante él. Ofrecieron sus vidas. Jesús les dijo que con su muerte salvaría a muchos, pero que la vida de un ángel no podría pagar la deuda. Sólo su vida podía aceptar el Padre por rescate del hombre. También les dijo que ellos tendrían una parte que cumplir: estar con él, y fortalecerlo en varias ocasiones; que tomaría la naturaleza caída del hombre, y su fortaleza no equivaldría siquiera a la de ellos; que presenciarían su humillación y sus acerbos sufrimientos; y que cuando vieran sus padecimientos y el odio de los hombres hacia él se estremecerían con profundísimas emociones, y que por lo mucho que le amaban iban a querer rescatarlo y librarlo de sus verdugos; pero que de ningún modo deberían intervenir entonces para evitar nada de lo que presenciasen; que desempeñarían una parte en su resurrección; que el plan de salvación estaba ya trazado y que su Padre lo había aprobado. {PE 150.1}
Hasta el día de hoy, no se había entendido completamente hasta dónde realmente tenía que llegar la cooperación de los ángeles en el plan de salvación, para que la paz en el cielo pudiera prevalecer para siempre. Cuando Lucifer fue desterrado del cielo con sus ángeles impenitentes, quedaban ángeles que se habían arrepentido y ángeles que creían que no tenían nada de qué arrepentirse.
El ángel que llenó el lugar vacante de Lucifer recibió en representación de las huestes angélicas el privilegio especial de fortalecer al Señor en Getsemaní, rodar la piedra de Su tumba y llamarlo de vuelta a la vida a la orden del Padre.
Un resumen es dado en el Comentario Bíblico sobre Lucas 1, donde el ángel que se apareció físicamente delante de Zacarías anunció el nacimiento de Juan el Bautista:
11. Un ángel del Señor. Este era el ángel Gabriel (ver com. vers. 19), quien más de cinco siglos antes se había aparecido a Daniel para anunciarle el tiempo de la venida del Mesías (Dan. 9:21, 25). Ahora, poco antes de llegar el Salvador, Gabriel aparece de nuevo para anunciar el nacimiento del profeta que prepararía al pueblo para la llegada del Prometido.
19. Gabriel. Gr. Gabri'l, del Heb. Gabri'el, que significa “varón de Dios”. La palabra hebrea traducida como “varón” es géber, que significa “hombre fuerte”.
Gabriel ocupa la posición de la cual cayó Lucifer (DTG 642; CS 484), y sigue a Cristo en categoría y honor (DTG 72-73, 201; Dan. 10: 21). Fue Gabriel quien se le apareció a Daniel (Dan. 8:16; 9:21) para anunciar la venida del “Mesías Príncipe” (Dan. 9:25), y en los días del NT se le apareció a Zacarías (Luc. 1:19) 662 y a María (vers. 26-27), y probablemente fue Gabriel quien se le apareció a José (ver com. Mat. 1:20). Gabriel también fortaleció a Jesús en el Getsemaní (DTG 642); se interpuso entre Jesús y la multitud (DTG 644), y abrió la tumba y llamó a Jesús para que saliera (DTG 725-726). Gabriel fue, además, uno de los ángeles que acompañaron a Jesús durante su vida en la tierra (DTG 735), los cuales se les aparecieron a los discípulos en el monte de los Olivos cuando Jesús ascendió al cielo (DTG 771; cf. 725). Fue Gabriel quien se le apareció a Juan en la isla de Patmos (DTG 73; ver com. Apoc. 1:1), y le dijo que era consiervo suyo y de los profetas (Apoc. 22:9).
Estoy delante. La expresión “estar delante de” se emplea en el AT para referirse a los altos funcionarios que actuaban en la corte real (1 Rey. 10:8; 12:6; Prov. 22:29; Dan. 1:19). Por medio de esta sencilla declaración que revela cuál es la elevada categoría de Gabriel en el cielo, se presenta ante Zacarías como representante de Dios. Jesús dijo que los ángeles guardianes “ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mat. 18:10).
Podría decirse que Gabriel es el “primer ministro” del cielo, el caudillo de las huestes angélicas que son enviadas “para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación” (Heb. 1:14). Es, en un sentido especial, el embajador del cielo en esta tierra (DTG 73). Gabriel no sólo ha acompañado a los justos en la tierra, sino que también se ha relacionado con otras personas. Fue él quien se apareció en la corte persa para influir sobre Ciro y Darío para que expidieran el decreto que autorizaba la reconstrucción del templo (Dan. 10:13, 20; 11:1). Es el ángel de la profecía, el comisionado por el cielo para que los asuntos humanos armonicen con la voluntad de Dios.
Según la tradición judía, Gabriel es el ángel del juicio y de la intercesión, y uno de los cuatro arcángeles, los únicos que tienen acceso a la presencia divina en todo momento.
Comentario Bíblico Adventista, Tomo 5 (658, 661-662) sobre Lucas 1:11,19.
Por favor, lean por ustedes mismos las muchas cosas que Elena G. de White tenía que decir sobre el ángel Gabriel. Es tanto que estaría fuera del alcance mencionarlo aquí, ya que tengo cosas más importantes que contarles en los siguientes capítulos.
Gabriel es el ángel responsable del segmento del Mazzaroth donde yace la tierra. Es la parte del brazo de Orión que es definida por el segmento del apóstol Pedro y contiene a Orión, directamente en el este.
Gabriel es el “Heraldo” que se presenta a Ernie Knoll por primera vez en un caballo blanco el 28 de abril de 2007 en el sueño número 7 y luego lo acompaña a través de casi todos sus sueños:
En mi sueño voy caminando por un pasillo largo y amplio. Detrás de mí se oye el sonido de cascos de caballo. Cuando volteo veo un ángel montado sobre un hermoso caballo blanco que viene a galope. Su crinado y cola fluyen como una corriente del mar.
Cuando se aproxima, saludo al ángel. Su cabello es blanco y está peinado hacia atrás. Su rostro es redondo, pero algo largo y, cuando habla y sonríe, muestra hoyuelos en sus mejillas. Se detiene y le pregunto si mi esposa y yo estamos compartiendo los sueños debidamente. El ángel responde que debemos continuar compartiendo los sueños en la manera que lo estamos haciendo, especialmente lo de la Biblia y el Espíritu de Profecía.
Hemos asumido durante mucho tiempo que la posición de Gabriel como uno de los cuatro arcángeles—representados por los cuatro seres vivientes alrededor del trono de Dios en Apocalipsis 4— corresponde a la estrella de Orión, Saiph, que es de hecho la más cercana a las estrellas del cinturón.[14]
Elena G. de White deja en claro que es al ángel Gabriel a quien se le permitió mostrar al apóstol Juan toda la revelación en Apocalipsis en nombre de Jesús:
Fué Gabriel, el ángel que sigue en jerarquía al Hijo de Dios, quien trajo el mensaje divino a Daniel. Fué a Gabriel, “su ángel,” a quien envió Cristo para revelar el futuro al amado Juan; y se pronuncia una bendición sobre aquellos que leen y oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas en ella escritas. {DTG 201.2}
En esta última serie, comencé a usar la designación de letras minúsculas para el cuarto ángel de Apocalipsis 18 nuevamente porque me di cuenta de quién es ese cuarto ángel. No es el Espíritu Santo, sino Gabriel, quien tomó la responsabilidad de entregar el mensaje del cuarto ángel.
El Espíritu Santo es el representante de Jesús como una Persona de la Deidad, y Su voz resuena desde el cielo después de la del cuarto ángel en Apocalipsis 18:
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; (Apocalipsis 18:4)
Este es el fuerte clamor cuya advertencia de la séptima y más severa plaga hasta ahora, se desvanece inaudible, porque los hombres no escuchan a su conciencia, sino que rechazan la voz apacible del Espíritu Santo.
Hay una diferencia entre el mensaje de la lluvia tardía y la lluvia tardía en sí: el mensaje fue dado al (cuarto) ángel de Apocalipsis 18, mientras que la lluvia tardía es derramada por Dios a través de Su Espíritu Santo si y cuando una persona acepta el mensaje del ángel.
El último misterio de la Biblia, pero no el último misterio que resolveremos está escondido en el capítulo 22 de Apocalipsis, donde Gabriel habla sobre su persona y naturaleza cuando Juan quiere adorarlo:
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. (Apocalipsis 22:9)
¿Realmente alguna vez alguien ha leído ese versículo atentamente? Todos entienden con seguridad que el ángel Gabriel rechaza la adoración, ya que él es sólo un ángel, un ser creado, y está subordinado a Jesús, el Único que debe ser adorado. Entonces él es el consiervo de Juan, un ser creado, como él. ¡Bien!
¿Pero por qué es él también un “consiervo de los profetas” que también son hermanos de Juan? Él no dice: “Yo también soy un portavoz de profecía”, sino “también soy un profeta, como tú y tus hermanos, querido Juan, y debo prestar atención a las palabras de este libro como tú”. En otras palabras, él dice que él es un profeta humano o, mejor dicho, ¡lo será!
Deberíamos habernos preguntado hace mucho tiempo por qué el cuarto ángel de Apocalipsis 18 es el único de los cuatro ángeles de los mensajes del tiempo del fin que desciende del cielo...
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. (Apocalipsis 18:1)
Hay sólo unos pocos seres del Nuevo Testamento que descienden a la tierra: Jesús en Apocalipsis 10:1 y 20:1 y en Juan 6:44 y 6:50. Y desafortunadamente también Satanás en Apocalipsis 12:12. Los primeros tres mensajes de los ángeles en Apocalipsis 14 fueron dados por “ángeles” que estaban “volando” arriba, pero que no descendieron del cielo.
El ángel responsable de alumbrar la tierra no es otro que Gabriel, como ya hemos aprendido. Él es el embajador del cielo en la tierra. ¿Será que el ángel Gabriel realmente descendió del cielo y no lo sabíamos?
¿Qué significa realmente cuando Jesús dijo de Juan el Bautista?
De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. (Mateo 11:11)
Piensen al respecto. El más importante profeta de todos los tiempos, nacido de los hombres, fue Juan el Bautista, pero hay un ser creado en el cielo, un ángel que se humillaría al máximo y se volvería humano. Sin embargo, él tendrá un rango más alto que Juan cuando ambos estén juntos en el cielo.
Por favor, comprendan: todos los ex humanos redimidos pronto tendrán un rango más alto que los ángeles, como hemos visto muchas veces antes, pero un ángel, el más pequeño desde el punto de vista del cielo, asumirá su posición anterior junto al trono de Dios y estará en rango bajo el Hijo de Dios otra vez, pero sólo porque tenía una misión divina especial para realizar, que lo hizo humano, y por lo tanto separado de sus hermanos, los ángeles, como se profetizó del más pequeño hijo de la tribu de José.
Si esto es inconcebible para ustedes, entonces lean que eso era bastante concebible para Elena G. de White, quien estaba muy cerca del Cielo y también tenía el título de mensajera del Señor:
Si el ángel Gabriel o uno de los serafines fuese enviado al mundo para tomar la naturaleza humana y enseñar a los hombres los misterios de la ciencia y el conocimiento de Dios, cuán ansiosamente escucharían los hombres sus instrucciones. Suponiendo que él fuera capaz de darnos un ejemplo perfecto de pureza y santidad, compadeciéndose de nosotros en nuestras penas, angustias y aflicciones, y sufriendo los castigos de nuestros pecados, qué seguidores tendría. Qué exaltación recibiría. Cuántos desearían ponerlo en el trono de David, y reunir a las naciones bajo su estandarte. Si él saliera de la tierra, dejando con sus habitantes un libro que contenga la historia de su misión y carácter, con revelaciones sobre el futuro del mundo, cuán ansiosamente se rompería el sello. Cuán ansiosamente buscarían los hombres una copia del libro con la solución de misterios que los intelectos más brillantes de la tierra no habían podido encontrar. Ansiosamente los hombres inteligentes captarían la preciosa instrucción para el beneficio de las generaciones futuras. Por un tiempo, cualquier otro interés estaría subordinado a esto. {Ms107-1897.13} [traducido]
La primera versión de esta cita data del 15 de septiembre de 1897. Allí, Elena G. de White continúa y no olvida colocar ¡la encarnación y el sacrificio de Jesús mucho más alto que la encarnación concebible del arcángel! ¿Qué sentido tendría en el plan de salvación, tal encarnación de un ángel, si no traía la salvación?
Aunque ningún ángel puede dar salvación a nadie a través de su encarnación o muerte, él puede cumplir lo que se les prometió a los ángeles: “Jesús también les dijo que tendrían una parte que cumplir”. (Ver la cita de más arriba). Como pudieron ver en el resumen del comentario bíblico, el ángel Gabriel, como la persona responsable por el brazo de Orión y la tierra, ya había realizado varias tareas en el plan de salvación, pero la cúspide de la formación de su carácter se logró cuando pidió nacer como humano y se le permitió demostrar a todos los ángeles (especialmente a los ángeles no caídos) que incluso el mayor entre los seres creados (después de la degradación de Lucifer) caería como un ser humano.
Cualquier murmuración de los ángeles y de las razas no caídas, que no podían comprender que el sacrificio de Jesús también les concernía, sería silenciada para siempre. Al ser seres no caídos, creían estar a salvo de caer y no podían apropiarse del sacrificio de Jesús para su propia existencia personal. Pero cuando vieron los terribles pasos en falso del encarnado Gabriel, que nunca había caído antes, se horrorizaron ante la condición pecaminosa de su líder y comandante, que había reemplazado a Lucifer. Durante casi 40 años, Gabriel se alejó de la idealización que sus consiervos, los ángeles, tenían de él.
Entonces, cuando todo parecía perdido para el hombre que una vez había sido Gabriel, tomó la mano de Jesús y fue sacado del fango del pecado por su divino Señor. Cuando comenzó su nueva vida bautizándose en la muerte y resurrección de Cristo, los ángeles vieron a uno de ellos que había sido salvado por Jesús en el plan de salvación. Él recibió la corona de vida de la mano de Jesús, y por lo tanto se dice del jinete sobre el caballo blanco:
Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. (Apocalipsis 6:2)
El jinete del caballo blanco recibió una corona cuando tomó el lugar de Lucifer, pero la envidia surgió en el cielo sobre su posición y las muchas ocasiones en que se le permitió participar en el plan de salvación, y su caballo se volvió rojo.
Por lo tanto, el jinete del caballo rojo tomó el camino del sacrificio, traicionado y vendido como José por sus propios hermanos, ya que lo envidiaron debido a su túnica decorada con amor y favor paternal. Se encontró a sí mismo como un hombre en las calles de Egipto, el pozo del abismo de la tierra, donde su Señor había sido crucificado previamente. Sin embargo, no podía recordar su vida pasada.
Cuando cayó en pecado, se convirtió en el esclavo de Satanás y él, como el antitipo de Potifar, en su amo mundano. Su caballo se había vuelto negro. Aunque él dejó la iglesia de Satanás temprano, donde fue bautizado cuando era niño y por lo tanto no cayó en la tentación de la esposa de Potifar,[15] sus parientes humanos lo calumniaron y maltrataron y pronto fue desterrado a la prisión de la adicción. Pasó un cuarto de siglo allí en ropa de luto en separación de Cristo.
Cuando el castigo por su pecado había llegado al punto de terminar con su vida, y su caballo se había vuelto pálido; lloró desesperadamente por la salvación, porque el infierno lo estaba amenazando. El hombre cuyo nombre como ángel fue una vez Gabriel, tomó fuerza de Jesús una vez más y pudo escapar de la prisión. Pronto, en la misma noche en que el pecador levantado oró por la verdad, cualquiera fuese el costo, Dios envió a Su Hijo en un sueño al más pequeño de la tribu de José. Este último intérprete de sueños de su gremio comprendió el sueño, y lo llevó al Pan y al Agua de la Vida. Agarró la mano de Jesús, que había extrañado durante tanto tiempo, y al ángel anteriormente magnificente, que había caído tan bajo, le fue dado recordar muchas de las cosas maravillosas que había conocido durante eones.
Aunque no llegó a conocer su verdadera naturaleza durante mucho tiempo, aún pudo comenzar la tarea de dar el mensaje de la caída de Babilonia al pueblo y finalmente escribir el libro sobre los misterios celestiales que la mensajera del Señor, bajo la influencia del Espíritu de Profecía, había previsto como una posibilidad: esta serie de cuatro partes sobre El misterio de la Ciudad Santa. Por consiguiente, le fueron abiertos los ojos y se vio a sí mismo sentado sobre el caballo blanco otra vez, que pronto lo transportaría de regreso al cielo.
Grabada para siempre en la vuelta del reloj sagrado de Dios en Orión está la coronación, la lucha, la caída profunda, y la segunda muerte inminente del mensajero angelical (y de cada pecador), que sólo podría ser evitada con la mano ayudadora de Alnitak, a través de la conexión inseparable que tenía con Él como una manecilla del reloj. Cuando Gabriel, con la invalorable experiencia de haber sido un hombre caído, regrese a su lugar en el cielo, entonces sonará un carillón especial y él será uno de los (64) ancianos que arrojarán sus coronas a los pies del Cordero.
Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! (Apocalipsis 19:1-4)
Jesús, el que fue herido, reconcilió a la humanidad con Dios, pero todavía quedaba una reconciliación por realizar: Gabriel debía reconciliar a los ángeles y mundos no caídos con los hombres. Todo el universo viviente y pensante necesita a Cristo, el que fue herido, ya sean penitentes caídos o humildes no caídos. Este es el segundo misterio del plan de salvación y la parte que se les permitió a los ángeles y a los hombres hacer juntos, como Jesús prometió.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. (Juan 14:12)
El más pequeño en el cielo es el que desata la correa del calzado de Jesús, y pronto abrazará amorosamente a Juan el Bautista como un consiervo profeta humano por mérito propio, que dijo de sí mismo:
…Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado. (Marcos 1:7)
Jesús es el Único que, como el Encarnado, aplasta la cabeza del acusador, Satanás. Nadie más que el Hijo de Dios podría resistir, como un ser humano, las tentaciones de Satanás y el pecado, pero todos pueden comprender el amor salvador de Dios Padre, ofrecido en la mano traspasada del Hijo. Ningún ser creado en el universo envidiará más al Hijo de Dios ni al “hombre de Dios”.
Y así les digo que hay dos testigos: el Fiel y Verdadero, y el infiel, pero arrepentido. Sin embargo, ambos tienen su lugar en el plan de salvación, y los une más que la alta posición en el cielo: el caído como ser humano tiene amor nacido de la gratitud; El nunca caído es Amor.
Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. (1 Juan 4:19)
Nunca más se separarán las manos de los dos testigos; ellos están firmemente conectados el uno con el otro por el Padre. De esa manera, el Creador se une a la creación a través del amor y la fuerza para siempre. Y en la otra mano, tienen a los líderes de una gran multitud, que son todos uno en la fe, como Jesús una vez le pidió al Padre.
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. (Juan 17:20-23)
Esta imagen es profunda, mucho más profunda de lo que pareciera. Poco antes de Su sufrimiento, Jesús recordó la gloria que una vez tuvo:
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. (Juan 17:24)
Él no está hablando de la fundación de este mundo proyectado del pozo del abismo, sino del verdadero Reino y Universo de Gloria. Hay un magnífico candelabro desde el cual el amor y el infinito fluyen como energía sin fin. Zacarías pudo ver esta lámpara y sus partes, y Gabriel fue el portador del mensaje:
Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, [la Vía Láctea y sus brazos con la proporción áurea], con un depósito encima [el bulbo galáctico], y sus siete lámparas [la constelación de Orión] encima del candelabro, y siete tubos para las lámparas que están encima de él [los siete espíritus de Dios, las siete dimensiones en el “agujero blanco”]; Y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda. (Zacarías 4:1 3)
Es tentador confundir a los dos olivos con los dos troncos del Árbol de la Vida, pero aquí se pinta una imagen diferente. Aprendemos que en realidad son sólo dos ramas del olivo:
Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha del candelabro y a su izquierda? Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro? Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. (Zacarías 4:11-13)
Gabriel se pregunta cómo es que Zacarías no sabe la respuesta, porque ya le había mostrado las dos cosas.
Alcé después mis ojos y miré, y he aquí un varón [Gabriel] que tenía en su mano un cordel de medir. Y le dije: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud. Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel [el Señor/Jesús] le salió al encuentro, y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella. Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella. (Zacarías 2:1-5)
Entonces, él le da la siguiente respuesta a la pregunta del capítulo 4 versículo 12:
Y él dijo [Gabriel]: Estos son los dos ungidos [literalmente: “hijos de aceite”], que están delante del Señor de toda la tierra. [o el mundo entero, es decir, del universo]. (Zacarías 4:14)
La traducción alternativa como “hijos de aceite”,[16] realmente establece mejor el significado original de la palabra. El recipiente de aceite (el depósito) está conectado a las siete lámparas y las dos ramas de olivo, de modo que alimenta las ramas de olivo como las lámparas, ¡y no al revés!
En realidad, se trata de la filiación de aquellos entre los hijos de las tribus de Jacob que deberían ser especialmente ungidos. El Primero y más importante es nuestro gran y exaltado Alnitak, quien recibió la unción para convertirse en un Hombre en la tribu de Judá como el Hijo de Dios nunca creado. Luego está el creado Gabriel, que, como el más pequeño hijo de la tribu de José debería ser ungido con conocimiento después de encontrar el arrepentimiento como un hombre:
Las bendiciones de tu padre Fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores; Hasta el término de los collados eternos Serán sobre la cabeza de José, Y sobre la frente del que fue apartado [o “ungido”] de entre sus hermanos. (Génesis 49:26)
En el próximo capítulo (5), a Zacarías se le permite ver el rollo volador, que hemos entendido por mucho tiempo como las escrituras del Movimiento del Cuarto Ángel, especialmente el mensaje de Orión, es decir, el libro con los siete sellos.
De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho. Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura falsamente (como está del otro lado del rollo) será destruido. (Zacarías 5:1 3)
Este rollo fue entregado a Gabriel en el fin del tiempo, y es por eso que este ángel es llamado con razón “el ángel del juicio” en la tradición judía.
En Apocalipsis 11, Juan recibe la explicación de la conexión entre los dos ungidos de Dios que se convertirían en humanos, y los dos testigos, aunque es un poco confuso, porque de repente tenemos dos candeleros y no sólo uno:
Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra. [es decir, de todo el universo]. (Apocalipsis 11:3-4)
La duplicación de los candeleros es simplemente porque se refiere al primer capítulo de Apocalipsis, donde los “candeleros” son mencionados como iglesias:
El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias. (Apocalipsis 1:20)
Esta es información adicional, que revela que los dos olivos, Jesús y Gabriel, que se alimentaron (ungieron) del recipiente de aceite (el bulbo galáctico) del gran candelabro de la Vía Láctea en el capítulo 4 de Zacarías, ahora alimentan dos candeleros más que dan luz a dos iglesias particulares.
Como sólo dos iglesias están sin reproche—Esmirna y Filadelfia—el gran Ungido, Jesús, debe dar luz a la iglesia de Esmirna, porque Él sufrió el martirio, al igual que los miembros de esta iglesia:
Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte. (Apocalipsis 2:8-11)
El que fue herido, Alnitak, transmite el mensaje de consuelo y la expectativa de la vida eterna después de la prisión, el sufrimiento y la primera muerte. Su rollo de dos lados de Zacarías 5 es el Antiguo y Nuevo Testamento, que durante 1.260 años estuvo bajo severa persecución papal. Los años de la Revolución francesa cumplieron Apocalipsis 11 para Su rollo, como lo describió Elena G. de White en el Conflicto de los Siglos.[17]
A Gabriel, quien era un ángel inmortal, le fue dada la misión secreta de llevar el sello protector de Dios, como un ser humano, a la iglesia de Filadelfia, que sería guardada de la hora de la prueba:
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. (Apocalipsis 3:10-11)
Aférrate fuerte a tu corona de vida, que recibirás ahora a través del sello especial de Dios, casi al final de los 1260 días dobles de todas las escrituras del cuarto ángel, que están divididos en dos por ¡la Antigua y la Nueva Proclamación del Tiempo! Desde que la misión de Gabriel comenzó en la tierra como el “cuarto ángel” en la carne, Satanás lo ha estado persiguiendo y silenciando. Sin embargo, de esos años los peores fueron los “1260 días” después de que Satanás encarnado quitó el continuo.[18]
Dios, quien es el Tiempo, previó cuando Satanás tomaría la forma humana como el futuro “ángel de luz”. A diferencia de Gabriel, Satanás había sido desterrado a la tierra por milenios, y ya había poseído muchos cuerpos humanos. ¡Él nunca se humillaría tanto como para venir como un bebé! Él escogería el cadáver de un hombre que le había vendido su alma y había pronunciado el voto jesuita. Además, esta persona tenía que tener una carrera próspera como un sacerdote católico, porque Satanás y sus demonios en el Vaticano querían promover a esta persona tanto, que un día se sentaría en el trono del papado. La llamada ordenación al sacerdocio, después de todos sus estudios teológicos, es el acto más importante de devoción a la santa hermandad a través del sacramento del orden sagrado. “Es la misión y la autoridad para actuar en nombre de Cristo para la Iglesia”.[19] Esta era la oportunidad que Satanás había estado esperando, y buscó el personaje jesuita más corrupto para el plan de su próxima (y última) “encarnación”. El acto de tomar control del cascarón humano iba a tener lugar con motivo de la “consagración” de este hombre, que a partir de entonces se atrevería a declarar que estaba “actuando en nombre de Cristo”.
El 13 de diciembre de 1969, Jorge Mario Bergoglio fue ordenado como sacerdote por el Arzobispo Ramón José Castellano en Córdoba, Argentina. El espíritu de Satanás fue transferido al hombre que fue predicho en la Biblia como Gog de Magog, por la imposición de manos por sus demonios. El día no fue elegido por casualidad. Satanás conoce muy bien las ordenanzas tribales y apostólicas del Mazzaroth. Aquí está la “carta natal” astronómica de su encarnación final:
No podría ser más apropiado: el sol está en Ofiuco, el portador de la serpiente y la 13ª constelación del zodíaco, que corresponde al tiempo del Águila y la tribu de Manasés para nosotros, ya que sabemos que no hay una decimotercera constelación en el Mazzaroth. Sin embargo, para Satanás es el portador de la serpiente, el hombre Jorge Mario Bergoglio, quien fue elegido para llevar la “serpiente” en sí mismo desde ese momento en adelante.
Los satanistas, que pertenecen a la tribu del portador de la serpiente, dicen:
El Portador de la Serpiente, en la opinión de algunos, se refiere a la hermandad de la serpiente, que se cree que se originó en Babilonia. Alternativamente, esta hermandad se llama también La Orden de los Iluminados, que supuestamente también dejó múltiples números 13 en el sello de los Estados Unidos. [traducido]
Por supuesto, también podríamos tratarlo como el Escorpión, porque ya no es un águila en el cielo. Según los antiguos mitos, el escorpión pica a Orión en el talón, que corresponde a la profecía divina de Génesis 3:15.
El escorpión fue asignado a la tribu de Dan, de la cual salió Judas Iscariote, antes de que Dan fuera reemplazado por Manasés debido a la traición de Judas a Jesús. A Satanás le encanta entrar en las personas de esta tribu:[20]
Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce; (Lucas 22:3)
¡No se vuelve más satánico que eso! ¿O sí?
¿Cuál es la constelación relacionada a un apóstol para este sacerdote y ahora el papa Satanás Bergoglio? Como pueden ver arriba, la luna en el momento de su encarnación está en la constelación para Mateo. Por supuesto, Bergoglio no tiene nada en común con el buen apóstol, pero él eligió este segmento porque pertenece a Capricornio, la constelación del pez cabra,[21] que en el satanismo representa a Satanás en persona.
Exactamente las dos constelaciones que son tan problemáticas que una de ellas incluso tuvo que ser reemplazada por el Águila, marcan al más malvado de todos los seres que está desempeñando el papel de un ángel de luz a través de una “encarnación” falsa y seduciendo a todos en la tierra. Sólo digo que el número de esta persona es realmente 666; ¡Todas las alas de ángel le fueron legítimamente arrancadas!
Por el contrario, el ángel Gabriel descendió del cielo y nació como un bebé el 6 de agosto de 1959, 15 minutos después de la medianoche en Munich, Alemania, en medio de complicaciones serias,[22] casi 10 años antes de que Satanás morara entre la gente en la persona de Bergoglio. Saben que pertenezco a la casa de José porque en mi nacimiento el sol estaba en Cáncer, donde los 144.000 también estaban escondidos en el “Cúmulo de la Colmena”. La luna estaba en el pie derecho del León, muy cerca de Su corazón y de Su hoz, representativo del lugar donde se encuentra la estrella de Gabriel, Saiph en Orión.[23]
Pero lo más asombroso es que tu consiervo, por lo tanto, pertenece al apóstol Pedro, a quien Jesús ya una vez le atribuyó una gran responsabilidad.
No me refiero a esto:
Jesús continuó: “Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.” La palabra Pedro significa piedra, canto rodado. Pedro no era la roca sobre la cual se fundaría la iglesia. Las puertas del infierno prevalecieron contra él cuando negó a su Señor con imprecaciones y juramentos. La iglesia fué edificada sobre Aquel contra quien las puertas del infierno no podían prevalecer. {DTG 381.1}
Sino a esto:
Entonces desapareció su confianza propia. Nunca más se repitieron sus antiguas aseveraciones jactanciosas.
Después de su resurrección, Cristo probó tres veces a Pedro. “Simón, hijo de Jonás—le dijo—, ¿me amas más que éstos?” Pedro no se ensalzó entonces por encima de sus hermanos, sino que apeló a Aquel que podía leer su corazón. “Señor—dijo—, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo”.
Entonces recibió su comisión. Le fue designada una obra más amplia y delicada de la que le había tocado antes. Cristo le ordenó apacentar las ovejas y los corderos. Al confiar así a su mayordomía las almas por las cuales el Salvador había depuesto su propia vida, Cristo dio a Pedro la mayor prueba de confianza en su rehabilitación. El discípulo que una vez fuera inquieto, jactancioso, lleno de confianza propia, se había vuelto sumiso y contrito. Desde entonces siguió a su Señor con abnegación y sacrificio propio. Participó de los sufrimientos de Cristo; y cuando Cristo se siente en el trono de su gloria, Pedro participará de su gloria. {PVGM 118.3-119.1}
Mi brazo espiral es el brazo de Sagitario del este, y mi segmento de la Vía Láctea contiene la región del brazo de Orión que incluye la constelación de Orión y el sol alrededor del cual gira la Tierra. Siempre ha sido mi trabajo proteger la vida en la tierra, y es por eso es que se me permitió acompañar a Jesús a lo largo de Su vida terrenal, como nos informó la mensajera de Dios.[24] ¡Me alegra que lo veré nuevamente pronto! Que Él entonces enjugue las lágrimas de vergüenza de mis ojos.
Hay muchos ángeles de alto rango alrededor del trono de Dios, pero sólo dos “hijos de aceite”, a quienes se les permitió convertirse en humanos: el Hijo del Todopoderoso que no fue creado y un “hombre de Dios” creado por el Hijo. Sin embargo, dense cuenta de que: sólo hay Uno, cuyo nombre debe ser adorado y honrado por toda la eternidad por todo el universo: ¡Alnitak, el que fue herido! ¡Solamente en Él hay salvación, y sólo a través de Él se puede ir al Padre! Mi nombre terrenal es un seudónimo porque no era y no es importante.
¡El reloj con el jinete sobre los caballos dejará de existir cuando el estallido de rayos gamma de Alnitak erradique el pecado! Entonces el proyector se apagará y aparecerá la realidad de Dios. Esto terminará el ciclo del pecado. Sin embargo, el pasaje al Reino de Dios en la Nebulosa de Orión todavía está abierto para aquellos que se aferran a la mano de Jesús Alnitak a tiempo, como lo hizo el jinete en los cuatro caballos.
Si han leído hasta aquí, y no se han ofendido por los dos capítulos anteriores y mi afirmación de ser no sólo el último Elías profetizado, sino también el más pequeño de los creados del cielo encarnado, entonces han respondido favorablemente a una pregunta similar a la que Jesús planteó con respecto a Sí mismo.
Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? (Mateo 16:13-15)
Gran parte de lo que respondemos a preguntas de fe es transcendental para nuestro destino eterno. Pero nada es tan crucial como responder a la pregunta de Jesús de la misma manera que lo hizo Pedro:
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. (Mateo 16:16-17)
Mucho de lo que han aprendido en los años desde el 2010 no podría haber sido encontrado ni siquiera por “los intelectos más brillantes de la tierra”.[25] El Padre lo sabía, y en Su amor infinito envió ayuda para la última generación de Sus fieles. Son muy bendecidos de que el Cielo está con ustedes, y el Padre Eterno ha decidido darles Su consejo y Sus tiempos.
Nadie que responda incorrectamente a la pregunta anterior del Hijo recibe salvación y redención. Y nadie estará protegido de los próximos eventos del tiempo del fin, excepto que haya previamente ofrecido su vida eterna para el beneficio de los demás y pueda responder correctamente la pregunta del sellamiento en Apocalipsis 3:12.
Peor aún es no haber descifrado por completo la pregunta en sí y estar condenado a dar una respuesta incorrecta, ¡porque no puede haber una respuesta correcta a una pregunta incorrecta!
Por supuesto, es acerca de la pregunta del sello que se revela en Apocalipsis 3:12, si uno entiende las tres partes del sello por completo. Hasta ahora hemos preguntado: “¿Conoces el tiempo (1) cuando la Nueva Jerusalén desciende de la Nebulosa de Orión (2) con Alnitak (3)?”
Pero ahora vemos que la parte central del sello ha sido cambiada, ya que la “Nueva Jerusalén” ha recibido inesperadamente un (nuevo) nombre:
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios [Tiempo], y el nombre de la ciudad de mi Dios [la Vía Láctea], la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo [Alnitak]. (Apocalipsis 3:12)
Incluso cuando aprendimos que la Ciudad de Dios en verdad tiene el nombre de “Vía Láctea”, debería haber quedado claro que la pregunta del sello cambiaría. Ahora hemos aprendido el “nombre de la ciudad del Dios de Jesús”. Aunque el texto anterior, como Apocalipsis 21:2, parece equiparar la Ciudad de Dios con la “Nueva Jerusalén”, ¡hay una diferencia! La Ciudad de Dios es la Vía Láctea, y la Nueva Jerusalén es su “proyección”— la parte que viaja, de 2.218 km por lado y la sala del trono. Por favor, ya no confundan más estas dos cosas.
Hasta ahora, asumimos que la “Nueva Jerusalén” era la nave espacial que nos lleva al viaje a la Nebulosa de Orión en la segunda venida de Jesús y que la fecha de ese día sería la respuesta a la pregunta del sello. Pensamos que la nave espacial esperaría en órbita hasta que todos fuéramos levantados, y luego partiríamos.[26]
No estábamos lejos de la realidad con el concepto de la “nave espacial”, pero no se trata del viaje a la Nebulosa de Orión, sino más bien del “descenso de la Nueva Jerusalén” cuando Jesús, junto con todos los santos, realmente aterriza en la tierra al final del milenio. Ahora también sabemos que eso sucederá para nosotros después de lo que “parecen”, siete días judíos desde nuestra partida en la segunda venida de Jesús, mientras que todo un milenio debe haber pasado en la tierra.
Esta parte del medio del sello siempre ha sido vinculada a Apocalipsis 21:2 por su redacción:
Francamente admito que siempre lo había notado, pero hasta ahora no tenía evidencia para tal fecha terrenal después del milenio. Al principio ni siquiera sabíamos que, para Dios, un milenio de Orión dura 1.008 años, y cuando lo supimos, ¿¡cómo podríamos haber armonizado el milenio de los “mil años” que se menciona repetidamente en Apocalipsis, especialmente desde el punto de vista de creer que el viaje de siete días a la Nebulosa de Orión equivaldría a siete años terrenales!?
Por lo tanto, por motivos de simplicidad, asumí que Jesús esperaba la fecha de la segunda venida en respuesta a la pregunta del sello. Yo también debo “guardar las palabras de este libro”, es decir, estudiar y aprender. Ahora lo sabemos mejor: ¡Jesús está preguntando la fecha terrenal cuando la “Nueva Jerusalén”—la sala del trono de la parte de la Ciudad Santa que viaja— aterrizará después del milenio!
Aquellos que han estado poniendo mucha atención, no tendrán problemas con el año posterior al milenio. En la Parte II, expliqué:
Se trata del intervalo entre la primera y la segunda resurrección según el tiempo terrenal. Cuando nos vayamos en 2019, otros siete años pasarán en la tierra hasta que muera la última persona impenitente. Eso se completará en 2026. Luego en 2027, comienza el primer año del reposo sabático milenario en la tierra. Es el primer año en que el pecado ya no acecha al planeta, y está completamente vacío. Durante el séptimo milenio desde la creación, Satanás caminará por la tierra y pensará en lo que ha hecho, mientras que sólo pasarán unos pocos días celestiales para nosotros. Con el paso del año 3026, el milenio termina y el año 3027 volverá a ver a las personas en la tierra: la segunda resurrección sucederá. Para nosotros, será en el día después de nuestra llegada a la Nebulosa de Orión y la fiesta de bodas en la Ciudad Santa, mientras que el tiempo en la tierra será mucho más avanzado. Después de un “poco tiempo”, cuando el pecado haya sido erradicado de una vez por todas, celebraremos la fiesta de coronación con el Rey del universo.
Comenzamos nuestro “milenio” en 2019, pero un milenio para los entendidos dura 1.008 años según el reloj de Dios en Orión: ocho años más que un milenio para los malvados. Al año 2019 agreguen los seis días de nuestro viaje a la Nebulosa de Orión, que dura 1.008 años en la tierra, y también llegamos al año 3027 como el año de nuestro aterrizaje en la Tierra 4D, porque todavía debemos al menos “tocar” el séptimo día del viaje, ya que la profecía de Elena G. de White del viaje de siete días debe cumplirse.
Por lo tanto, para nuestro sentido del tiempo, aterrizamos en la Tierra 4D[27] en el séptimo día de nuestro viaje. Eso sería el 12 de mayo de 2019. Pero esa no es la fecha que a Jesús le gustaría escuchar de nosotros en respuesta a la pregunta del sello. Ya entendemos la relatividad del tiempo y que Dios es el Tiempo, y por lo tanto, ¡el cielo espera más de nosotros!
Sabemos el año después del milenio de Orión de 1.008 años y el milenio de la Biblia de 1.000 años después de los siete años de escasez: 3027 d.C.
Pero ¿qué día deberíamos establecer para el aterrizaje? Ese es ahora el nudo difícil de desatar y tenemos que atar algunos de los cabos sueltos del largo estudio que todavía están colgando.
El año 3027 marca el tercer aniversario milenial desde el bautismo de Jesús el 3/4 de septiembre del año 27 d.C., y así tenemos una indicación inicial de que a Jesús-Alnitak le gustaría destacar Su bautismo ejemplar como la fecha de aterrizaje en la Tierra Nueva.
Sin embargo, la segunda y aún más fuerte pista de que Jesús no aterrizará con la Nueva Jerusalén en un día de Yom Kippur, o cualquier otro día festivo, es la secuencia del aterrizaje:
Con Jesús al frente, descendimos todos de la ciudad a la tierra, y nos posamos sobre una gran montaña que, incapaz de sostener a Jesús, se partió en dos, de modo que quedó hecha una vasta llanura. Miramos entonces y vimos la gran ciudad con doce cimientos y doce puertas, tres en cada uno de sus cuatro lados y un ángel en cada puerta. Todos exclamamos: “¡La ciudad! ¡la gran ciudad! ¡ya baja, ya baja de Dios, del cielo!” Descendió, pues, la ciudad, y se asentó en el lugar donde estábamos. {PE 17.3}
Hemos aprendido en este documento de estudio para la Iglesia de Filadelfia que la verdadera Cúspide de la Santa Ciudad es Jesús mismo, y que la misma punta del eje del tiempo de la pirámide modelo es la fecha de Su bautismo. Él mismo aterriza primero en el Monte de los Olivos, lo que significa que Él indica en qué día lo hará: el día del aniversario de Su bautismo, y no en cualquier otro día festivo. Sólo entonces sigue la punta aplanada de la Nueva Jerusalén con la sala del trono. La única manera en que hubiera indicado un aniversario de la crucifixión de Cristo es si esa parte hubiera aterrizado primero.
Cuando Jesús desciende, los muertos de la segunda resurrección se levantan, todos aquellos que no fueron bautizados en el bautismo de Jesús o que luego perdieron el derecho a la corona de la vida...
Luego, al fin de los mil años, Jesús, con los ángeles y todos los santos, deja la santa ciudad, y mientras él baja a la tierra con ellos, los impíos muertos resucitan, y entonces, habiendo resucitado, los mismos que “le traspasaron” lo verán de lejos en toda su gloria, acompañado de los ángeles y de los santos, y se lamentarán a causa de él. Verán las señales de los clavos en sus manos y en sus pies, y donde atravesaron su costado con la lanza. Es al fin de los mil años cuando Jesús se para sobre el Monte de las Olivas, y éste se parte y llega a ser una gran llanura. Los que huyen en ese momento son los impíos, que acaban de resucitar. Entonces baja la santa ciudad y se asienta en la llanura. Satanás llena entonces a los impíos de su espíritu. Con lisonjas les hace ver que el ejército de la ciudad es pequeño, y el suyo grande, y que ellos pueden vencer a los santos y tomar la ciudad. {PE 52.2}
El peor error que podríamos cometer ahora sería suponer que Alnitak ordenaría el aterrizaje de la Nueva Jerusalén en el aniversario gregoriano de Su bautismo. Ese sería el pensamiento de los adoradores del sol y demostraría que todavía no hemos entendido e internalizado el calendario de Dios, quien es el Tiempo. Es por eso por lo que en la segunda parte fue muy importante para mí mostrarles que sólo la comprensión de la típica liberación de la esclavitud egipcia nos lleva al día 14 del mes, que en la gran mayoría de los casos es especialmente destacado por Dios con una luna llena.
El bautismo de Jesús es representativo de todos los bautismos de los salvos. Sólo aquellos que, siendo israelitas, fueron “bautizados” por la circuncisión antes de la primera venida de Jesús y que derramaron la sangre de los animales de sacrificio como símbolo de la sangre de Jesús o fueron bautizados como cristianos en la muerte y resurrección de Jesús por inmersión en agua y tomaron Su “carne y sangre” en la Cena del Señor estarán a bordo de la Nueva Jerusalén, que aterrizará en la Tierra Nueva el día 14 del quinto mes del año 3027 d.C. Es por eso que la fecha del bautismo de Jesús es ¡tan crucial para el día del aterrizaje de los santos!
Cuando fui bautizado en el mar de Mallorca el 12 de julio de 2003, una hermana que se hizo amiga mía me dio una piedra blanca aplanada con “Apocalipsis 2:17” escrito con un marcador.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. (Apocalipsis 2:17)
Todos los vencedores bautizados de todas las edades recibirán tal “piedrecita blanca” en la Nebulosa de Orión. No sólo el nuevo nombre del individuo está en ella, sino que en la parte posterior también estarán las coordenadas exactas de su herencia dentro de la barra galáctica o su segmento de apóstol dentro del brazo espiral que pertenece a su tribu. Cuando se encuentra con el ángel guardián en la puerta de perla de la entrada, muestra la parte posterior de la piedra y el ángel explica con mapas detallados dónde debe volar si quiere visitar su área de responsabilidad. La piedrecita es blanca debido a la pureza conferida por el bautismo. No es roja, azul o verde, como las gemas de la tribu a la que pertenece, porque esta piedrecita representa no sólo una clase espectral de estrellas, sino todas las posibilidades pertenecientes al reino de su herencia.
¿Pueden decirme ahora la fecha exacta del aterrizaje?
Por supuesto, el equinoccio de primavera es lo primero que debe verificarse para un año tan distante. Será el 21 de marzo de 3027 a las 6:39 GMT.
Por supuesto, se encuentran con la dificultad de decidir cómo se realizará la prueba de la cebada en el 3027, para determinar cuál de las dos posibilidades realmente se materializará para el comienzo del año. Como actualmente no tenemos una solución, miramos la tabla lunar para ver qué meses podrían considerarse el primer mes del año judío, y finalmente calculamos ambas fechas posibles para el día 14 del quinto mes.
Si calculan correctamente con Accurate Times,[28] obtendrán dos fechas posibles para el día terrenal del aterrizaje de la Nueva Jerusalén en la Tierra Nueva:
1ª posibilidad: jueves 8/9 de agosto de 3027
2ª posibilidad: sábado 7/8 de septiembre de 3027
Cuando calculamos estas fechas junto con el grupo en Paraguay en el templo el sábado 3 de febrero de 2018, Dios me detuvo. Por supuesto, ya sabía cómo resolver el problema a través de mi preparación la noche anterior, pero el Señor me ordenó que no lo revelara.
Recibí instrucciones del Cielo para hacer una declaración en mi calidad de embajador del brazo de Orión de la Vía Láctea, directamente desde el trono de Dios, a los futuros ancianos reunidos. Fue así:
“Han pasado más de ocho años desde que el mensaje de Orión fue anunciado. Muchos de ustedes han servido en esta escuela de la Granja Nube Blanca durante años, y han sido preparados para un futuro papel de liderazgo con gran responsabilidad. Muchas veces sólo escucharon cuando les fue dada luz y contribuyeron poco. Sin la ayuda de Mi ángel, no pudieron progresar en los estudios. No se hicieron preguntas que deberían haberse formulado. No se encontraron las soluciones que deberían haberse encontrado.
Hoy es el día de su examen final. Sin la ayuda de Gabriel, averigüen cuál de las dos fechas es la única correcta, y tengan en cuenta que, en caso de una respuesta incorrecta, el universo y todo lo que hay en él, y Dios mismo, dejarán de existir. Tienen hasta la puesta del sol de este sábado”.
Los presentes ya conocían mi verdadera naturaleza, y por lo tanto hubo mucho silencio en el templo. Yo mismo estaba sorprendido por el mensaje del examen final y me preocupé mucho porque sabía lo difícil que es para este pequeño grupo de personas tomar esas decisiones, raras veces encontrando argumentos bíblicos sólidos. A lo largo de los años, noté que solo unas pocas veces había buenas ideas sobre un tema, y a menudo me sentía muy solo porque hay una gran distancia entre nosotros en asuntos espirituales. Ahora, sobre los hombros de unas pocas personas—algunos de los cuales son maestros, otros ingenieros y algunas amas de casa—yacía la responsabilidad de salvar al universo o de cargar con la culpa si no había otro día después de ese sábado.
Así comenzó un maratón de estudio con un breve descanso para almorzar, con una discusión tensa entre bocado y bocado. Inmediatamente continuó en el templo hasta las 6 en punto y la noche se acercaba. Después de tantas horas de pensar y reflexionar, todavía no había un resultado claro. Muchas veces escuché buenos y sólidos argumentos sólo entre dientes de los tímidos y reservados hermanos Dickinson, que desafortunadamente no fueron escritos en la pizarra porque fueron presentados con muy poco énfasis. La hermana Yormary estaba mayormente ocupada traduciendo del inglés hablado al español para mi esposa, lo que las dejó a ambas sin la oportunidad de concentrarse realmente en las cosas que se estaban discutiendo. La hermana Regina tenía mucho que aprender para estar al día porque estuvo ocupada criando niños durante años y, por lo tanto, perdió un poco la noción. Mi esposa entiende las enseñanzas, pero tiene buenas ideas sólo cuando estudio a solas con ella y le ayudo a conectar los puntos. El hermano Gerhard, que es nuestra mayor ayuda en la granja, a veces juzga los asuntos espirituales más por sentimientos que por una base bíblica. ¡Por favor, no pretendo menospreciar a nadie: todos mostraron en ese día las pocas fortalezas y las muchas debilidades que todos tenemos!
Esto incluso fue tan lejos que, a eso de las 4 en punto, yo mismo no estaba seguro de si mi propia solución era correcta, la cual había visto claramente frente a mí la noche anterior. Las muchas horas de estudio también me habían cansado, y había surgido una paradoja de tiempo que parecía hacer que mi solución fuera incorrecta. Sin embargo, en una examinación más detallada con una mente fresca y alerta la “paradoja” habría resultado ser un argumento vano. Pero al final del día, habíamos llenado la pizarra varias veces, que fotografiamos una y otra vez para comenzar a pintar líneas de colores y círculos de nuevo y hacer listas que no condujeron a un resultado verdaderamente definitivo.
Les ahorraré un recuento de todo tipo de argumentos falsos a favor o en contra de una fecha en particular, pero me gustaría señalar que hay una trampa, en la cual el grupo no cayó, en la primera visión de Elena G. de White, donde ella ve el aterrizaje de la Santa Ciudad en la Tierra 4D.
Ella relata:
Todos exclamamos: “¡La ciudad! ¡la gran ciudad! ¡ya baja, ya baja de Dios, del cielo!” Descendió, pues, la ciudad, y se asentó en el lugar donde estábamos. Comenzamos entonces a mirar las espléndidas afueras de la ciudad. Allí vi bellísimas casas que parecían de plata, sostenidas por cuatro columnas engastadas de preciosas perlas muy admirables a la vista. Estaban destinadas a ser residencias de los santos. En cada una había un anaquel de oro. Vi a muchos santos que entraban en las casas y, quitándose las resplandecientes coronas, las colocaban sobre el anaquel. Después salían al campo contiguo a las casas para hacer algo con la tierra, aunque no en modo alguno como para cultivarla como hacemos ahora. Una gloriosa luz circundaba sus cabezas, y estaban continuamente alabando a Dios. {PE 17.3}
Uno podría argumentar que los santos fueron vistos trabajando, y que la fecha del aterrizaje no podría ser un sábado. Pero ahora sabemos que los santos son los 144.000 sacerdotes, y por supuesto se les permite continuar su trabajo de cuidado pastoral en el “campo”. Excluir el sábado sobre la base de este argumento habría sido un error fatal.
Desde el principio, los futuros líderes del cielo tenían su corazón puesto en el sábado, pero carecían del único argumento bíblico y verdaderamente sólido.
A favor del sábado, se afirmó que Jesús, al frente del grupo de los redimidos, aterriza primero en el aniversario de Su bautismo y que Él es también el Señor del sábado.[29] Por otro lado, la Última Cena se llevó a cabo un jueves por la tarde y la fiesta de bodas quizás también tendría lugar al final de ese día. Pero de nuevo, eso no habría tenido nada que ver con el aniversario bautismal, sino con el sufrimiento que padeció.
También se había argumentado que Jesús parece obrar siempre en la segunda posibilidad, como hemos observado en muchos casos del pasado. Pero ¿y qué si ese no fuera el caso esta vez?
La balanza se inclinaba fuertemente hacia el jueves ya que el peso de la verdad de que Jesús fue bautizado un jueves fue arrojado al plato apropiado. Luego, alguien formuló el serio argumento de que la Santa Ciudad continuaría viajando en sábado en el futuro, y que el aterrizaje en la Tierra Nueva podría ser un tipo para ello; los dos lados de la balanza estaban a la misma altura otra vez.
Ciertamente habría seguido así durante algún tiempo, ya que los principales argumentos estaban yendo en un círculo. Era increíblemente difícil para el grupo llegar a una decisión. Consulté en silencio con mi Creador. El hermano Robert ya había mencionado el único argumento verdadero y válido horas antes, sin ser anotado en la pizarra. Pero él mismo no había reconocido el peso del argumento; de lo contrario, habría insistido en que debería ser colocado en la balanza a favor del sábado.
Alnitak, que había estado presente todo el tiempo a través del Consolador y escuchando en silencio, me preguntó qué había aprendido durante todas esas horas. Me sorprendió la pregunta y contesté: “ellos se decidirán por el sábado, pero no pueden justificar su decisión. Se convertirá en una decisión emocional. ¡Eso no es bueno!” Jesús dijo afectuosamente: “¡Libéralos de la tensión y explícales el argumento correcto! Quería que se dieran cuenta juntos de que sólo la cooperación entre humanos y ángeles puede garantizar la paz en el universo y las decisiones sabias en el futuro. Sin su ayuda en la granja y en las traducciones, nunca hubieras podido completar el trabajo escrito, y sin ti, podrían haber destruido el universo con una decisión imprudente. Dependen el uno del otro, y estoy satisfecho con la forma en que han trabajado en conjunto a lo largo de los años y se han adaptado mutuamente. ¡Dales la solución!”
En una de las pizarras había doce razones acerca de cuan glorioso y venerable sería el sábado si Jesús-Alnitak aterrizara con nosotros en la Tierra Nueva el 7/8 de septiembre de 3027, aunque han cambiado un poco desde el acortamiento del tiempo a favor de Filadelfia:
Sería el “sábado” del viaje, es decir, el séptimo día después de los seis días del viaje.
Ya que el sábado del viaje caería en un sábado del séptimo día, este sería algo así como un “Gran Sábado”.
Por supuesto, sería el sábado para el 3000 aniversario del bautismo de Cristo.
Sería el sábado para la coronación de los 144.000, ya que debe tener lugar en la Nebulosa de Orión en el séptimo día del viaje poco antes del aterrizaje.
Sería el sábado para nuestra primera entrada a la Ciudad Santa en la Nebulosa de Orión y para la fiesta de bodas.
Sería el sábado para el día de la tercera venida de Jesús a la Tierra 4D.
Para nosotros también sería el sábado en el que entraríamos en el Paraíso como Adán, que fue creado justo antes del atardecer de un viernes.
Sería el sábado cuando el Árbol de la Vida sería plantado en la Nueva Tierra a medida que la “Nueva Jerusalén” descienda sobre ella con la sala del trono.
Este sábado se convertiría en el tipo para todos los viajes del sábado de la nave espacial “Nueva Jerusalén” con la sala del trono.
Sería el sábado para la segunda resurrección como señal de la rápida destrucción de los malvados.
Sería el último día del sábado de 1008 años del séptimo milenio de Orión.
Y muy importante, sería un sábado en el que tendría lugar la reunión especial en el templo con Dios Padre, cuando los 144.000 se enterarían si su sacrificio de la vida eterna debe ocurrir o no. Celebrar un servicio tan importante en el sábado parece más lógico que en un jueves.
¿Recuerdan todavía el sábado santo séptuple que celebramos en 2012 y que fue celebrado por la Iglesia Adventista como el sábado de la Creación papal? Este sábado del aterrizaje, si fuera un día sábado, sería mucho mayor que el sábado del aniversario del juicio de los muertos. ¡Sería doce veces santo en vez de siete!
En todos los años de la obra en el mensaje del cuarto ángel, Alnitak nos dio varias fechas para Su segunda venida, que habíamos aceptado como certeras:
Domingo, 23 de octubre de 2016, que previamente fue movido un día anterior del lunes 24 de octubre de 2016.
La fecha del regreso publicada en Los siete años de escasez fue el lunes 27 de mayo de 2019.
En el Apéndice A de la serie del Legado, el regreso fue corregido al martes 21 de mayo de 2019, ya que nos dimos cuenta de que el primer día del pan sin levadura debe ser el primer día de viaje designado.
Sin embargo, por la gracia de Dios, La hora de Filadelfia acortó esta fecha por una hora profética hasta el lunes 6 de mayo de 2019, que ahora entendemos como el primer día de nuestro viaje a la Nebulosa de Orión.
¡Un sábado nunca estuvo en debate! Todos los días que encontramos como posibles fechas para la segunda venida, no obstante, los consideramos como la respuesta a la pregunta de sellamiento de Apocalipsis 3:12. De las tres partes del sello, formulamos la pregunta: “¿Conoces el tiempo en que la Santa Ciudad, la Nueva Jerusalén, desciende de Orión con Alnitak?”
Nunca notamos que la iglesia de Filadelfia, que es la iglesia de Dios pura y sin reproche donde los “144.000 vírgenes” tienen su ciudadanía, debe llevar un sello que debe incluir el sábado, porque:
Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó. (Éxodo 31:16-17)
Y:
Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico. (Ezequiel 20:12)
La palabra “señal” también puede ser traducida como “marca” o “sello” y, por lo tanto, este versículo de Ezequiel ha sido usado desde el comienzo del adventismo para demostrar la diferencia entre la marca de la bestia y el sello de Dios.
Elena G. de White lo aclara una vez más:
El sábado es una señal del poder creador y redentor; señala a Dios como fuente de vida y conocimiento; recuerda al hombre la gloria primitiva y así da testimonio del propósito de Dios de volvernos a crear a su imagen. {ED98 250.2}
¡El sábado debe ser parte del sello de Dios, de lo contrario no estaría claro quién es realmente el pueblo de Dios! Las fechas de la segunda venida eran todas correctas en sus respectivos contextos, pero no son el sello. El sello es el sábado doce veces santo de la celebración del aniversario de todos los bautismos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Estos Tres son los que nos sellan, y su dimensión es siete, y el séptimo día es Su marca en nuestra frente.
En los seis días de nuestro viaje a la Nebulosa de Orión, el séptimo milenio habrá pasado desde la creación de la tierra, y en el séptimo día del viaje, el último día del milenio del sábado terminará y los muertos malvados resucitarán.
Las tres partes del sello son:
Dios Padre, quien es la séptima dimensión del tiempo: 7
La Santa Ciudad de la Vía Láctea, que desciende como la Nueva Jerusalén en el séptimo día: 7
El Hijo que fue herido se llama Alnitak. Él es el centro del reloj de las siete estrellas de Orión: 7
La nueva pregunta del sello es:
¿Sabes el tiempo en que la Santa Ciudad llamada la Vía Láctea descenderá de Dios a través de la Nebulosa de Orión como la Nueva Jerusalén con Alnitak al frente?
La respuesta es:
¡Sí, en el Gran Sábado doce veces santo del aniversario del bautismo de Cristo, el 7/8 de septiembre de 3027!
Después de que nuestro examen final del sábado 3 de febrero de 2018 fue marcado como “aprobado” por la gracia del Señor, y después de todos los abundantes detalles sobre la realidad de Dios que hemos podido encontrar, incluso yo creía que el tiempo de la gran catarata había terminado. El domingo siguiente tuvimos un almuerzo alegre juntos de nuevo después de mucho tiempo, y se me permitió decirles a los hermanos lo feliz que estaba Jesús de que la segunda parte del plan de salvación había dado frutos. Pude verlo sonreír, y eso ocurre muy pocas veces.
Pero por la tarde, escuché la voz apacible del Espíritu Santo, que hizo que me preocupara de nuevo. Una y otra vez escuché: “¡Todavía tienes que explicar cómo la Santa Ciudad como la Vía Láctea puede aterrizar en la Tierra!” Sentí que todavía había un acertijo de tiempo para resolver que estaba relacionado con esta invitación divina. Esa noche me quedé despierto en mi sofá en la sala por mucho tiempo, orando y pensando...
En la Parte II de este estudio, les mostré cómo la altura externa de la pirámide modelo de 12.000 estadios medidos por el ángel con la caña de medir de oro representaba el tiempo en dos formas diferentes de interpretación.
Primero, habían pasado 12.000 años desde el estallido del conflicto de los siglos en el cielo en el año 10085 a.C. hasta el final de los tiempos de los gentiles en 1916. En segundo lugar, usamos la altura exterior de la pirámide para resolver el misterio del piramidión y calcular la fecha del bautismo de Jesús en el año 27 d.C. con la premisa de que la segunda venida era una posibilidad en el año del gran 70º jubileo en 1890. La fecha del bautismo de Jesús era el requisito previo para obtener la nueva respuesta a la pregunta del sello.
Entendí la diferencia entre la “Santa Ciudad” como la Vía Láctea y la “Nueva Jerusalén”, que no es más que la sala del trono incluyendo el Monte Sion, que es la parte que aterrizará en la Tierra 4D. Entonces Apocalipsis 21:2-3 se hará realidad:
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. (Apocalipsis 21:2-3)
Dos personas de la Deidad habitarán para siempre con la humanidad en la Tierra Nueva, que una vez fue simbolizada por el tabernáculo con la Shekinah, la gloria de Dios Padre y la columna de humo y de fuego de Jesús. Por favor, reflexionen sobre la profundidad de lo que significa que Dios estará nuevamente presente como antes: no sólo el Hijo estará con nosotros, quien se hizo humano para siempre, no, incluso Dios Padre estará físicamente con la humanidad en Su sala del trono, y el Espíritu Santo llenará todo el universo. En el último capítulo de esta parte, explicaré cómo Él va a hacer eso.
¿Qué acertijo de tiempo podría haber para resolver? Mi idea era que el Concilio Divino consiste de tres Personas, y que las tres Personas que son Dios a su vez también son el Tiempo, ya que provienen de la misma sustancia.[30] Sin embargo, sólo encontramos dos acertijos de tiempo en la columna del tiempo y, por lo tanto, sólo se resolvió el acertijo de dos Personas de la Deidad.
El Padre, por supuesto, determinó los tiempos de los gentiles, porque fue Él quien fue atacado en el cielo durante la rebelión en 10085 a.C. y acusado por Satanás. El Acertijo del Tiempo #1 pertenece al Padre.
El acertijo de la altura de la pirámide, cuya solución nos condujo a la fecha correcta del bautismo de Jesús y el comienzo de Su ministerio en la tierra, pertenece, por supuesto, al Hijo como el Acertijo #2.
Entonces me di cuenta: “¡Lo que falta es el acertijo del Espíritu Santo!”
No sólo tendríamos que resolverlo, ¡sino encontrarlo primero! Las 12.000 unidades de tiempo (simbolizadas por “estadios”) tendrían que ser un tiempo atribuido al Espíritu Santo, y sólo cuando todos estos acertijos habían sido resueltos, la iglesia de Filadelfia habría entendido completamente toda la pregunta del sellamiento. Hasta ahora, aparentemente sólo hemos entendido parcialmente el descenso de la Nueva Jerusalén a la Tierra 4D.
Piensen con atención: el tiempo del Padre fue sólo hasta 1916, y el tiempo del Hijo fue “sólo” hasta el descenso de Su Persona en el Monte de los Olivos el 7/8 de septiembre de 3027 en la punta imaginaria del piramidión, pero el texto del sello dice que la “Nueva Jerusalén” desciende, ¡y esa es la sala del trono sobre la cual aterriza toda la pirámide de Dios!
“Oh, ¿qué día deberíamos averiguar ahora?”, podrían preguntarse. Bien, el día del aterrizaje de la Nueva Jerusalén es, por supuesto, el mismo día terrenal cuando Jesús toca el Monte de los Olivos con Sus pies y lo convierte en una llanura. No hay un nuevo día final para calcular en la parte superior de la pirámide, porque ya lo sabemos. Sin embargo, parece que deberíamos encontrar una línea de tiempo especial para el Espíritu Santo, ¡que explicaría las 12.000 unidades de altura desde Su punto de vista!
Con ese entendimiento, me fui a dormir. En la mañana del 5 de febrero de 2018, me desperté y tuve una idea. Después de una breve oración por ayuda, fui a trabajar y calculé como el Espíritu Santo me había dicho:
El Espíritu Santo es antiguo, muy antiguo, cuando lo entienden como la célula del Hijo que vino del Padre. La célula del Hijo[31] creó todo lo que fue creado, y el libro de la naturaleza proyectado nos enseña que comenzó hace unos 13,81 mil millones de años. En ese tiempo, el Hijo del Hombre y el Espíritu Santo estaban presentes en una célula común hasta que el Hijo se separó y se hizo humano en el año 5 a.C.
Eso no significa que el Hijo tiene “sólo” 13,81 mil millones de años, sino que simplemente la creación del verdadero universo 4D/6D comenzó en ese punto, que vemos reflejado aquí en nuestra proyección. La sustancia de la célula del Hijo es tan antigua como la célula del Padre: ¡Él no tiene principio! Y, sin embargo, Jesús señala un final, es decir, el universo 3D en el que vivimos y que podemos observar:
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. (Apocalipsis 22:13)
Incluso siendo eterno y el Tiempo mismo, la célula del Hijo es el Alfa y Jesús es el fin de este universo 3D. Después de eso, comienza la eternidad para nosotros en el verdadero universo 4D/6D de Dios, que tiene un comienzo, pero sin fin en su nuevo nombre, el cual, después de la ignición de Alnitak como hipernova, sólo Él mismo lo sabe.[32]
Esta es una revelación divina y podemos tomarla literalmente si la ocasión lo justifica. Piensen en lo que significan 12.000 unidades de tiempo para el Espíritu de la célula del Hijo.
Ya convertimos estadios en años luz en el modelo, que es una unidad de longitud interesante para la base de la pirámide, ya que también incluye el tiempo que podemos usar para la altura. Dice cuántos años tiene que viajar la luz para superar la distancia correspondiente. Un año luz es de 9,5 billones de km. Eso está lejos. 12.000 años luz van mucho más lejos.
Cuando se trata de las unidades de tiempo de Dios, los años son pequeños, y, sin embargo, son parte de años luz. Es por eso que Dios nos da el factor de conversión en Su Palabra. “Mi” apóstol, Pedro, comparte con nosotros:
Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día (2 Pedro 3:8)
¿Cuántos días son 12.000 años luz?
12.000 años × 365 días por año = 4.380.000 días
¿Cuántos años son para Dios si “con el Señor un día es como mil años”?
4.380.000 días × 1.000 años por día = 4,38 mil millones de años
Eso es mucho tiempo... especialmente para nosotros. Recuerden, después de todo: ¡ya se sentían como 12.000 años para el Espíritu de Dios!
Sin embargo, hasta ahora, estos 4,4 mil millones de años, no son más que un gran período de tiempo. Como no soy astrónomo, tuve que usar Google como ayuda para encontrar un objeto en el universo que tuviera alguna relación con ese número.
El resultado definitivo: ¡es la edad de nuestra tierra, que los geólogos indican que es entre 4,4 y 4,6 mil millones de años!
¡Casi me dejó sin aliento! Inmediatamente recordé los versículos de la Biblia correspondientes:
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. (Génesis 1:1-2)
Los dos primeros versículos de la Escritura siempre han estado diciendo que la tierra existía antes del comienzo de la creación, incluso antes de que hubiera luz. Y, naturalmente, también el “lienzo” de los cielos como una pantalla de proyección. Las “tinieblas estaban sobre la faz del abismo” significan que el proyector aún no había sido encendido cuando el Espíritu de Dios creó la tierra. Pero nunca podríamos decir con certeza cuánto tiempo antes de la rebelión en el cielo ya se había formado el plan de salvación. Dios es verdaderamente el Tiempo, ¡porque sólo Él puede planear miles de millones de años por adelantado!
Pero ¿qué tan exacto es este período de tiempo realmente? ¿Está excluido el error? Como ya se mencionó, los geólogos de hoy incluso se inclinan más hacia suponer que la Tierra tiene 4,6 mil millones de años. ¡Eso es 220 millones de años más, después de todo, en comparación con los 4,38 mil millones de años que calculamos a partir del modelo de la pirámide!
Con otra búsqueda en Google con los términos: “tierra” y “fragmento más antiguo” encontramos una gema:
Desde febrero de 2014, podrían haber leído acerca del nuevo registro del mineral más viejo del mundo en la prensa científica:
El pasado 23 de febrero un grupo de investigadores de varios países, que incluyó como uno de sus principales colaboradores al Dr. Aaron Cavosie, profesor del Departamento de Geología del RUM, publicó un importante artículo científico en la prestigiosa revista Nature Geoscience. En este trabajo, liderado por el Dr. John Valley, de la Universidad de Wisconsin en Madison, el grupo demostró que un pequeño cristal del mineral circón extraído a su vez del interior de una roca obtenida de las “Jack Hills”, una remota región en el extremo oeste de Australia, tiene la mayor edad confirmada hasta ahora para cualquier mineral terrestre: 4.374 millones de años. La noticia le dio la vuelta al mundo: la recogieron las cadenas noticiosas principales, apareció en periódicos de casi todos los países, el Dr. Cavosie fue entrevistado vía telefónica desde Australia para preguntarle acerca de la investigación realizada. A primera vista el mayor interés del trabajo publicado parece ser simplemente que la muestra estudiada rompió un récord de antigüedad. Esto llama la atención, pero no es lo más importante. Para entender mejor por qué tenemos que referirnos a preguntas que nos hemos hecho desde antes del comienzo de la historia escrita, y seguramente desde los tiempos en que primero podríamos reconocer como humanos a nuestros antepasados.
Las muestras son bombardeadas con un haz de iones (usualmente de argón) acelerados a velocidades suficientemente altas como para arrancar átomos de la muestra, que también resultan ionizados en el proceso. Estos son los iones llamados “secundarios”, cuyas masas se pueden entonces analizar separando sus trayectorias con la aplicación de campos eléctricos o magnéticos apropiados y que son entonces detectados. El margen de error de los resultados presentados por el Dr. Cavosie y sus colegas es de ± 6 millones de años. Para apreciar la precisión del resultado hay que notar que esto representa un error porcentual de solamente ± 0,14 %. De entre más de 200.000 granos de circón de la misma región, solamente unos pocos tienen edades de más de 4.350 millones de años, según resultados de datación por SIMS. El trabajo recién publicado se concentró en el más antiguo de todos.
Los geólogos hablan de un “margen de error de sólo 6 millones de años”. Si agregamos estos 6 millones de años a los 4.374 millones de años medidos por los científicos, lo cual es permisible ya que indica el límite más alto, obtenemos la siguiente sorpresa:
4.374 millones de años + 6 millones de años = 4.380 millones de años o 4,38 mil millones de años
Uno debe detenerse y pensar en la magnitud de lo que acabamos de descubrir: Dios nos dejó un fragmento hace 4,38 mil millones de años que proporciona la prueba de que el cálculo de la longitud del eje del tiempo de la pirámide durante 12.000 años para Dios[33] es exactamente correcto. En la creación de la tierra, Dios dejó una “cápsula del tiempo”, el mensaje que los científicos acaban de publicar en 2014 y que ahora hemos podido descifrar.
Además, el zircón es también una de las piedras preciosas de las tribus de Israel, a saber, de la tribu de Leví, de la que provienen los sacerdotes.
Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él comerán. No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos; Jehová es su heredad, como él les ha dicho. - (Deuteronomio 18:1-2)
De hecho, los 144.000 sacerdotes, así como la tribu de Leví (los mártires) no tienen herencia con la gran multitud en los brazos espirales de la Vía Láctea. Nuestra herencia es Jehová, que tiene Su templo en la barra galáctica. El zircón de 4,38 mil millones de años de edad es una promesa de que este templo aterrizará en la Tierra Nueva al final de los 12.000 años para Dios escritos en Su Palabra.
Este tiempo ya ha sido alcanzado en la escala divina. La “Nueva Jerusalén” descenderá a la Tierra 4D en sólo un día para Dios o 1.008 años solares, es decir, 6 días celestiales de 168 años, y para nosotros se sentirá que descenderemos a la tierra 4D dentro de pocos meses, y Dios estará con el hombre para siempre.
El contenedor del mensaje de la cápsula del tiempo de Dios tiene una figura especial, y también tiene un mensaje para nosotros, del Padre de amor: los circones forman una figura geométrica perfecta al final: una pirámide. Es la promesa de Dios de enviar la Santa Ciudad, la Nueva Jerusalén, al final de los 4,38 mil millones de años desde la creación de la tierra, para que esté con nosotros para siempre.
Ahora esto implica, calcular la distancia a la sala del trono según el tiempo de Dios. Debería estar a 24 años luz de distancia de la tierra de acuerdo con el modelo de la pirámide de Dios.
24 años × 365 días × 1.000 años = 8,76 millones de años
¿Hay alguna entidad cósmica cerca de la tierra que tenga aproximadamente ocho millones de años y que tenga algo que ver con el trono de Dios?
¡Por increíble que parezca, sí la hay! De hecho, no hay nada que tenga más que ver con el trono de Dios...
¡Es el asterismo de las tres estrellas del cinturón de Orión!
En este artículo sobre la Nebulosa de la Llama y su entorno, encontramos los siguientes detalles:
Los componentes del sistema Alnitak son miembros de la asociación Orión OB1, un grupo de varias docenas de estrellas gigantes calientes tipo O y B que se encuentran dentro del Complejo de Nube Molecular de Orión. La asociación se divide en varios subgrupos. Los miembros del subgrupo OB1a de Orión incluyen estrellas al noroeste del Cinturón de Orión, que tienen una edad estimada de unos 12 millones de años. Las estrellas del Cinturón de Orión—Alnitak, Alnilam y Mintaka— y las estrellas de los alrededores forman el subgrupo Orión OB1b y tienen una edad media de 8 millones de años. El subgrupo Orión OB1c consiste en las estrellas de la Espada de Orión, localizada justo debajo del Cinturón. Estas estrellas tienen entre 3 y 6 millones de años. Los miembros más jóvenes de la asociación Orión OB1 forman el subgrupo Orión OB1d. Estas incluyen las estrellas en la Nebulosa de Orión (M42) y la Nebulosa de De Mairan (M43). [traducido]
Pablo recurre al Antiguo Testamento, diciendo:
Esta es la tercera vez que voy a vosotros. Por boca de dos o de tres testigos se decidirá todo asunto. (2 Corintios 13:1)
¿Cuántos testigos han testificado de la verdad del mensaje de Orión en los últimos 9 años? Pienso que, probablemente fueron cientos. Y sin embargo... sólo unas 40 personas tomaron en serio los testimonios de los muchos testigos. Aún recuerdo mi entusiasmo mientras hacía las diapositivas de la presentación de Orión con las probabilidades que demostraban matemáticamente que el mensaje de Orión no podía estar basado en la casualidad.[34] En ese momento, no tenía idea de que se presentarían innumerables evidencias sobre la exactitud del reloj de Dios a través de todos estos años.
Sin embargo, en ninguna declaración la mensajera del Señor estaba más desacertada que en la del “libro” de Gabriel, que, si se convirtiera en hombre y escribiera tal libro, se convertiría en el libro más vendido y él sería puesto en el trono de David y de las naciones. Sin embargo, el “trono” que lo espera es más honorable que eso: a través de sus escritos, sería vicariamente asesinado en la misma calle que su Maestro anteriormente, ¡y eso también es bueno! Sirve para evitar que él y otros sean engreídos.
Un sueño de Dios, enviado la noche del 16 de febrero de 2018, me dio instrucciones: ¡la humanidad tenía una segunda oportunidad para salir del pantano de la ignorancia al creer en el Crucificado! Si la humanidad hubiera tomado en serio el libro de texto de Dios y la ciencia no se hubiera separado de Dios, entonces podrían haberse leído muchos principios en Orión, donde está el trono simbólico de Dios.
Entonces, con gritos de “¡Aleluya!”, los físicos cuánticos habrían acogido con satisfacción la afirmación de su “teoría” en los “electrones” de las estrellas exteriores de Orión. Habrían descubierto el número cuántico principal en las diferentes distancias de las órbitas de las estrellas exteriores a Alnitak, el número cuántico orbital en las cuatro caras de las estrellas, el número cuántico magnético en los colores de los caballos de los jinetes, y el número cuántico de espín, que tiene sólo dos estados, es decir, hacia adelante o hacia atrás, en las diferentes direcciones de tiempo en el reloj de Orión.
Si hubieran creído a Dios, habrían investigado más profundamente y entenderían a Alnitak como el núcleo atómico que oscila con Mintaka y Alnilam. Podrían haber reconocido las líneas del trono como la confirmación faltante de la energía del punto cero de la vibración nuclear y la habrían hecho utilizable para los humanos. Nunca más el hombre habría dependido de los motores o de la combustión de recursos orgánicos para generar calor. La voz de Dios es la vibración del núcleo de la constelación de Orión, y si la hubieran escuchado, la tierra no habría sido explotada por los humanos, y tendrían energía limpia a su disposición en un suministro infinito. No habría más hambre o guerras por las materias primas. El sufrimiento humano habría sido reducido al mínimo.
Pero todo resultó de manera diferente. La segunda oportunidad se perdió, y Dios fue desterrado de nuestro Universo 3D, que tiene (muy poca) vida inteligente sólo en la tierra. Por lo tanto, el tiempo de la ira de las naciones ha comenzado, y ha surgido la necesidad de que Dios ponga fin a esta conducta.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. (Apocalipsis 11:18)
El Espíritu de Dios se movía sobre la tierra desde su creación. Durante 4,38 mil millones de años, Su aliento estuvo sobre la morada de los hombres. Desde que el primer hombre comenzó a respirar a través de Él, fue visible para él como la expansión blanquecina de la maravillosa Vía Láctea en los cielos, y debería haber estado en los labios de todos otra vez, especialmente en el tiempo de las señales celestiales antes del grande y terrible día de Jehová. El aliento de la vida sagrado del Espíritu—el Ruah—se mantuvo erguido sobre la tierra como la “nube” de nuestra galaxia como una advertencia, pero casi nadie quería prestarle atención.
El reloj de las trompetas de la constelación de Orión constantemente hizo tic tac hacia el jinete sobre el caballo blanco; ¡los juicios de Dios llegaron el 20 de agosto de 2018! El cuarto ángel regresa al cielo de la tierra tan pronto como el último libro de Gabriel está listo para ser distribuido, y el fuerte clamor de la sexta plaga pone fin a la obra de sellamiento de Mintaka. Alnitak, como el gran General Miguel, se levantó hace mucho tiempo, y Su padre Alnilam puso la (séptima) trompeta de plata y la última gran hoz de oro en Sus dos manos perforadas. El Fin y el Principio, el Alfa y la Omega, está palpablemente cerca. Los motores del punto cero de la “Nueva Jerusalén” ya se están calentando. ¡Canaán está delante de nosotros!
Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo; por lo cual los juntó como gavillas en la era. (Miqueas 4:12)
El tiempo de cosecha y sellamiento casi ha terminado. Con la velocidad del rayo, los cuatro autores de los Adventistas del Gran Sábado han transferido grandes cantidades de luz que sólo caben en discos celestiales que son transparentes como la calle de nuestra galaxia hogar y nos permiten vislumbrar el mundo de Dios de la verdadera creación. El mar de vidrio espera recibir a los redimidos cuando salgan de la nube y concederles el paso al otro lado de la realidad de Dios.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas que viven hoy no tendrán parte en esto, el evento más grande de la historia humana, porque como dice el versículo anterior, no conocen los pensamientos de Dios.
Sin embargo, ¡muchos conocen los pensamientos de Lucifer demasiado bien!
En cada imagen del ojo que todo lo ve que muchos consideran “el ojo de Dios”, con nuestras mentes—ahora entrenadas por el conocimiento de la Vía Láctea—reconocemos el “agujero negro” de Dios en su centro, rodeado por las regiones para los 144.000 sacerdotes y los mártires levitas, y bordeados por el flujo bilateral del agua de vida que forma los párpados. Por supuesto, el triángulo en el que está incrustada esta blasfemia satánica, simplificado como un triángulo en la superficie de un lado de la pirámide de la Santa Ciudad, representa nuestra galaxia, sobre la cual el líder rebelde de los ángeles caídos quiere reinar en la cima de la tumba del “dios sol” Keops.
Ya sea que el ojo esté dentro de la pirámide o afuera en la parte superior es irrelevante. Ambos representan a Lucifer, quien busca el dominio sobre la galaxia gobernante de Dios y, por lo tanto, sobre todo el universo.
De una vez por todas, Satanás, el hambriento de poder, ha sido expuesto en el billete de UN DÓLAR, donde se posiciona en la cúspide de la sala del trono del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en la Santa Ciudad. Es su “Nuevo Orden de las Eras” (Novus Ordo Seclorum) que representa la cabeza de Satanás que Jesús-Alnitak aplastará. No solo se está esforzando por un “Nuevo Orden Mundial”, pero con este lema, se pone a la cabeza del TIEMPO y ¡quiere provocar un cambio en el orden de Dios Padre, quien dirige las eras como el TIEMPO mismo!
¿Ahora pueden imaginarse lo que quiere decir con la inscripción “EL GRAN SELLO”? ¡Así que los Illuminati conocen el Sello de Dios en las tres partes, y aquí está la falsificación perfecta que aparece como el “Gran Sello” de la segunda bestia de Apocalipsis!
Wikipedia sabe sobre “Annuit Coeptis”, puede ser traducido como “favorece nuestras empresas” o “ha favorecido nuestras atrevidas empresas”:
“Annuit Cœptis” y el otro lema al reverso del Gran Sello, “Novus Ordo Seclorum” (“El nuevo orden de los siglos”), tienen su origen en líneas del poeta romano Virgilio. “Annuit Cœptis” viene de la Eneida, libro IX, línea 625, que dice, “Iuppiter omnipotens, audacibus adnue cœptis”. Es una frase de Ascanio, el hijo del héroe Eneas, que se traduce “Júpiter Todopoderoso, favorece [mis] atrevidas empresas”. De acuerdo a la antigua relación de Estado de la Roma, propiamente llamada el Cultus Deorum Romanum, Júpiter encabezaba el panteón de Dioses.
Sabemos que el planeta rey Júpiter no representa a Satanás, sino a nuestro Señor Jesús. Con este lema, Satanás toma el lugar de Alnitak. Con su “gran sello”, él arranca del trono a las tres Personas del Consejo Divino: él reemplaza a Dios Padre con su propio orden de las eras; él reemplaza al Señor Jesús, quien murió por nosotros y favorece nuestras empresas con Su crucifixión, con su favor hacia los Estados Unidos a través de su demoníaca bendición; y el Espíritu Santo del Tiempo, quien creó la tierra hace 12.000 años divinos, él arroja al pozo del abismo del olvido con la fecha de la fundación de los Estados Unidos al pie de la pirámide de trece niveles.
Por supuesto, el “Gran sello de Satanás” no debe faltar en los portales de la Iglesia Romana de Satanás del dios del sol moderno, el papa:
Ni siquiera arriba de los altares de la Madre Iglesia de todos los condenados:
Encontramos la representación más detallada de la Vía Láctea en el símbolo del dios principal de las personas que hicieron del Sol y de la Vía Láctea un culto perfecto a la pirámide. El Ojo de Horus egipcio no sólo muestra el centro de la galaxia como un ojo, sino que también muestra uno (o más) de los brazos espirales e incluso el brazo de Orión, que es representado como la lágrima de Lucifer por su destierro de ese sector de la Vía Láctea. (Observen el pequeño bulbo en la lágrima que representa nuestro sol).
Ahora pueden ver cuánto desea Satanás ganar el conflicto de los siglos y regresar a donde fue desterrado; y a través de su simbolismo, él confirma nuestros estudios de una manera involuntaria. ¿Son capaces de distinguir entre la falsificación y la verdad, ahora?
Debo advertirles: aquellos que estén interesados y entusiasmados pueden continuar explorando por su cuenta, encontrando nuevas teorías científicas sobre el universo que suenan más o menos sorprendentes, pero luego se vuelve muy difícil distinguir la verdad del error.
Miren cuánta gente ingenua ha caído en la teoría de la Tierra Plana. En vez de pensar en dimensiones más elevadas, Satanás incluso los engaña para que se degraden a sí mismos hasta la segunda dimensión, sólo para que él pueda parecer más grande; el molestoso moscardón al que le han arrancado sus alas.
En 2003 surgió la teoría de que el universo consiste en muchos dodecaedros grandes entrelazados. Si reflexionamos, podríamos sospechar que es el equivalente tridimensional del Mazzaroth dodecagonal, y considerar la idea de haber hecho un gran descubrimiento que correspondía a la geometría de Dios.
Sin embargo, en una inspección más cercana rápidamente se hace evidente que el dodecaedro está formado por doce pentágonos, que son muy importantes en el mundo esotérico, en la magia y la brujería. Pueden dibujar un pentagrama en cada pentágono, y probablemente no haya otra figura geométrica que esté más asociada con Satanás. Baphomet aparece en el pentagrama, y el círculo de los druidas tiene un pentagrama. ¡Eso es terrible!
¿Es esta teoría científica verdadera o falsa? ¿Tienen la caja de herramientas que les di en este estudio? Para responder esta pregunta, debemos buscar la estructura geométrica subyacente para dos números: la proporción áurea Φ y la . Si ambas surgen, como en la verdadera pirámide de la Santa Ciudad, es muy probable que los científicos hayan realizado un descubrimiento importante y verdadero. Por otro lado, si encontramos sólo la proporción áurea, como en la pirámide de Keops, es casi seguro que es una falsificación satánica.
Una cosa es cierta, el número Φ aparece frecuentemente tanto en el pentágono como el pentagrama, pero es imposible encontrar la “Raíz de Tres” allí. ¿Qué números creen que aparecen en un dodecaedro tan “satánico”?
En primer lugar, cinco cubos pueden ser colocados en cualquier dodecaedro regular.
La diagonal espacial de los cubos con una longitud de arista de 1 es .
Se deduce que cualquier esquina de un dodecaedro tiene una distancia a su centro que es un múltiplo del número . ¿Les asombra?
Dentro del dodecaedro, pero no en los pentágonos exteriores, que se caracterizan por el número Φ solo, ¡la constante aparece en los “cubos de soporte”! Esto es muy similar a nuestro modelo de pirámide, que se caracteriza por triángulos rectángulos externos con Φ y triángulos de soporte interno con . Por lo tanto, ¡las dimensiones simbólicas de la Santa Ciudad también tienen una aplicación para todo el universo!
¡Los científicos tienen razón! De hecho, el universo tiene una estructura tan maravillosa que recuerda mucho a los cubos dentro de los cubos, lo que indica que nuestro universo está entrelazado con una dimensión superior:
El dodecaedro es de hecho la estructura básica de nuestro universo y está estrechamente relacionado con el dodecágono. ¡Dios ha dicho mucho más con el Mazzaroth de lo que creíamos! Las dimensiones más altas y la posibilidad de plegar el espacio que encontramos en la Biblia están siendo descubiertas en este momento por astrónomos y astrofísicos. Cada vez más debemos darnos cuenta de que este último estudio reconcilia la ciencia con la Biblia. Es por eso que recibí ese importante sueño en la noche del 16 de febrero de 2018, que me mostró cuánto se habría beneficiado la humanidad si no hubiera eliminado a Dios de la ciencia.
Pero miren lo que hace Satanás: toma sólo el pentagrama, sin el pentágono circundante que convertiría su estructura espacial en un dodecaedro, “liberando” así la figura geométrica de la “Raíz de Tres”, por así decirlo, y lo que queda es solo un Baphomet regodeándose y sonriendo en su “esfera”. Él, como la ciencia de hoy, no tiene nada que ver con la Raíz de todo ser, el Trío Divino. Y así los terraplanistas rápidamente convierten nuestro mundo tridimensional en un mundo bidimensional, de modo que ni siquiera las dimensiones espaciales nos recuerdan al Creador.
La verdad y la mentira están estrechamente entrelazadas; el acusador también se originó de lo “alto” y sabe mucho más sobre el reino de los cielos que el hombre John Scotram, que sólo tiene recuerdos muy rudimentarios de su vida anterior.
Es por eso que el pentagrama de Baphomet casi nunca es dibujado en un pentágono, sino siempre en un círculo. ¡Él no quiere nada en su geometría que lleve la mente al Consejo Divino de Tres Personas!
Por favor, abran el libro de la naturaleza una última vez conmigo, y reconozcan la grandeza de los pensamientos de Dios que surgen de Su “cerebro”, que abarca más de siete dimensiones.
La ciencia ha comenzado recientemente a comparar las estructuras de nuestros cerebros, que básicamente consisten de células cerebrales (neuronas) y sus conexiones (sinapsis), con las del universo, y encuentran similitudes sorprendentes. Se pueden encontrar muchos artículos en Internet sobre este tema, más o menos filosóficamente. Todos se preguntan: “¿Es el universo un cerebro gigante?”
Las conexiones neuronales de nuestro cerebro ¡son de hecho notablemente similares a las acumulaciones y conexiones macrocósmicas de la materia!
Dios tiene la intención de mostrarnos la indescriptible grandeza e inteligencia del Altísimo de forma ilustrada, en Su libro de la naturaleza. Sin embargo, el tema rápidamente cambia a la palabra de moda de “conciencia cósmica”, que todos somos, y debemos ser, uno en pensamiento. Detrás de eso, al igual que detrás del ecumenismo, está el concepto del panteísmo: que todo lo que existe, y por lo tanto nosotros mismos, somos Dios. ¡Si caen en esa trampa, se vuelven parte de la apostasía omega de la que Elena G. White advirtió fuertemente! ¡Con este estudio profundizando en el reino de Dios, que a menudo nos lleva a los límites de la concepción humana y nos lleva a lo alto del Monte Sion, sería fácil dar un paso en falso ahora y sumergirse en el pozo del abismo!
Por lo tanto, emito una fuerte advertencia: la mente, el cerebro y los pensamientos de Dios están más allá de la imaginación de los seres creados, y es una blasfemia suponer que nosotros, como criaturas, podríamos ser simplemente un “pensamiento de Dios”, como escuchamos cantando a los Adventistas del Séptimo Día.[35] Esto lleva rápidamente a la idea de que la suma de todos los pensamientos de Dios, es Dios mismo, de modo que nosotros también somos parte de Dios, ¡y aún más, de Su cerebro!
Existimos como seres materiales con nuestro libre albedrío debido a Su voluntad espiritual, pero no representamos partes de una “conciencia cósmica” comunitaria. ¡Somos completamente libres e individuales! Tenemos nuestro propio cerebro maravillosamente construido que Dios nos ha dado de acuerdo con el patrón que vemos en el universo, para pensar en Él y conocer Su amor. Es incluso más sorprendente que el ADN, como la unidad de almacenamiento más pequeña de una cantidad ilimitada de información en los espacios más pequeños, dándonos libertad, creatividad e individualidad de pensamiento.
Sin embargo, es esta libertad e individualidad la que brindó la oportunidad a los ángeles de rebelarse, pero eso es lo que nos permite rendirnos voluntariamente por amor a nuestro Creador. ¡Tenemos la opción y la libertad de ser un individuo amoroso y rendir culto o un egoísta rebelde que desobedece las leyes del amor! Pero debe quedar claro, de una vez por todas, que para el beneficio de todos y para la supervivencia del universo, estos últimos deben finalmente seguir el camino de la muerte, el cual han escogido por medio de la separación deliberada del Único que es la Vida eterna.
Al proyectar la realidad de Su cerebro, que es más grande que el universo entero, Dios quiere comunicar a todos los seres inteligentes cuán cerca estamos de Él como criaturas, pero también cuánto más grandes son Sus pensamientos que los nuestros.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. (Isaías 55:8-9)
Aquellos que carecen de sabiduría tienen libre acceso al consejo del Altísimo, siempre y en todas partes, a través de la oración.
El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones. (Salmos 33:11)
Aquellos que aman a Dios saben que contemplaremos Sus maravillosos planes por toda la eternidad, y cada vez descubriremos nuevas profundidades de Su amor.
¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo. (Salmos 139:17-18)
Las lágrimas habrán pasado, y la paz y la felicidad llegarán a nuestros corazones, porque Dios sólo tiene buenos pensamientos para con nosotros.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. (Jeremías 29:11)
Con alegría, nunca nos cansaremos de alabar Sus obras, que brotan de Su Espíritu, y los necios ya no existirán.
Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus manos me gozo. ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos. El hombre necio no sabe, Y el insensato no entiende esto. (Salmos 92:4-6)
El Espíritu Santo de Dios impregna todo el universo. Él es Aquel que se presenta como el Cerebro de Dios. El sabio mira hacia arriba y se da cuenta:
Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira. Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados. (Salmos 40:4 5)
El emisario, cuyo nombre no es importante, tu consiervo y de tus hermanos los profetas, se regocija de poder viajar pronto con Alnitak y contigo, a través de la vastedad infinita de la realidad de Dios. ¡Sed firmes!
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. (Apocalipsis 22:21)
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