El presidente Trump ha provocado la ira de China ordenando el cierre del consulado chino en Houston, Texas, dentro de 3 días. Ese fue el primer consulado Chino establecido en los EE.UU., y ha estado abierto desde 1979, cuando los Estados Unidos reconocieron por primera vez el gobierno comunista de la República Popular China y establecieron relaciones diplomáticas con la nación. Ese reconocimiento requirió que aceptaran a Taiwán como parte de China. El tema candente de Taiwán está por lo tanto indirectamente asociado a este consulado.
Las relaciones entre las dos potencias nucleares se han deteriorado considerablemente desde que la guerra arancelaria por el valor proféticamente significativo de 200.000 millones[1] de dólares de mercancías comenzó con la sexta trompeta hace más de dos años. Las advertencias celestiales de las trompetas vuelvan a centrarse en las calamidades terrenales que predicen al acercarnos a las escenas finales de la historia.
Houston es uno de los puertos de embarque más grandes del mundo, y China es uno de sus principales socios comerciales, por lo que no es de extrañar que esta medida de cerrar el consulado (que maneja el comercio chino con la región) esté siendo descrita por los funcionarios chinos como una "escalada sin precedentes" en el deterioro de su relación. ¡Esto es lo que se espera antes de que estalle una guerra militar, y llega durante el segmento de Betelgeuse del reloj de Orión, que representa la guerra![2]
Esta noticia es una advertencia: el proceso de cortar las relaciones diplomáticas ha comenzado y la guerra no está muy lejos. Se espera que la respuesta en represalia de China consista en el cierre de un consulado estadounidense en China y con la "robusta relación extraoficial" que los Estados Unidos mantienen con Taiwán[3] y la creciente frecuencia de los buques militares estadounidenses que pasan por el Estrecho de Taiwán[4] en señal de apoyo, puede que pronto termine en un conflicto militar total.
El Mar de la China Meridional es, después de todo, un punto conflictivo profético para el estallido de la Tercera Guerra Mundial, como explicamos en La batalla le pertenece al Señor. Los disturbios en Hong Kong son sólo el precursor del verdadero instigador de fuego, ¡que es Taiwán! Y el principio de la acción de China en Hong Kong se aplica igualmente a Taiwán.
Una cosa es segura, ¡los pecados de la Gran Babilonia con todos sus mercaderes que operan el comercio por mar pronto vendrán a la memoria de Dios para recibir las desolaciones determinadas en Su ira!
Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. (Apocalipsis 16:19)
Anteriormente, explicamos cómo el cumplimiento del texto de la séptima plaga se distribuye alrededor del reloj de Orión.[5] Mostramos cómo la división en tres partes fue ilustrada en la mitad superior del reloj, que fue seguida por la caída de las naciones en las líneas del trono izquierdas, y Babilonia viniendo a la memoria en Saiph. Pudimos resumir la distribución hasta ese momento del presente ciclo de la siguiente manera:
Ahora entendemos que el furor de la ira de Dios se expresa como toda una copa de Orión, durante la cual se cumple el resto del texto de la plaga.[6] ¿No hemos visto ya muchas ciudades de las naciones comenzar a caer debido a cierres a causa del coronavirus, violentos disturbios y presencia militar en las calles?
Sin embargo, la caída de las ciudades de las naciones ocurrirá completamente sólo cuando la ira de Dios comience a ser derramada en una furia sin diluir como cuando alguien "aprieta el botón" y desenlaza la destrucción atómica.[7] Al retirar Su espíritu protector en Su ira, el mundo es sometido a la desolación total de su propia maldad como lo fue en los días de Noé.
Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. (Génesis 6:3)
¡Con respecto al comienzo de una guerra nuclear, no es difícil imaginar este escenario para las líneas del trono de septiembre al ritmo que las potencias nucleares están corriendo al conflicto! Incluso hay un indicio divino de que este puede ser el caso. Recuerda, Orión es un faro, y reconocimos cómo la luz más brillante jamás observada de un estallido de rayos gamma que ocurrió el 27 de abril de 2013, está marcada por un aniversario en este ciclo del reloj de Dios en las líneas del trono derechas. Hay diferentes niveles de significado en ese evento, pero las líneas del trono marcan no sólo el aniversario del ERG, que surgió del colapso de una central nuclear (una estrella), sino también del día en que el mundo comenzó a sentir los efectos de cierto evento histórico que llegó por primera vez a la prensa el 29 de abril de 1986:
La crisis nuclear de Chernóbil da una indicación histórica localizada de lo que podría esperarse en una guerra atómica mundial (que inevitablemente resultaría en la destrucción de las centrales nucleares también, liberando cantidades incontroladas de material radiactivo en el medio ambiente). Ese desastre se produjo en el año marcado en el ciclo del Juicio de Orión, representado por el caballo pálido y su jinete de la muerte, que fue seguido por el hades.[8] ¿Podría ser que Dios esté advirtiendo de una bomba atómica en el extremo opuesto del faro que iniciará la Tercera Guerra Mundial? El tiempo lo dirá, pero cualquiera que use la opción nuclear literal sólo podrá hacerlo si el Espíritu Santo se ha alejado completamente de él. Y eso es exactamente lo que hemos visto ocurrir desde las líneas del trono derechas cuando Jesús dijo, "¡Hecho está!"[9]
El Espíritu Santo ha estado trayendo convicción y llevando a las almas al arrepentimiento desde que el pecado vino al mundo. Que Su obra llegue a su fin es un terremoto espiritual tan grande cual nunca fue desde que los hombres están en la tierra. En las líneas del trono de abril, Jesús declaró el fin, y el Espíritu Santo se ha estado retirando de la gente impenitente del mundo mientras hace Su última visita para alcanzar sus almas oscurecidas.
El gran terremoto en las líneas del trono derechas nos lleva a revisar la "división" de la gran ciudad. Hasta ahora, hemos entendido que esa ciudad se refiere a la "gran Babilonia". Es cierto que Babilonia está siendo dividida. Además de que los Estados Unidos de Trump están en desacuerdo con la mayor parte del mundo, incluso dentro de sus fronteras, Trump está enviando equipos federales para hacer cumplir la ley y el orden en las ciudades americanas[10] en contra de los deseos de los alcaldes. Considera las duras palabras de la alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot en su respuesta en Twitter en la tarde del 21 de julio:
Bajo ninguna circunstancia permitiré que las tropas de Donald Trump vengan a Chicago y aterroricen a nuestros residentes.
Ese es un movimiento que está al borde de una declaración de guerra civil, especialmente a la luz del hecho de que la alcaldesa Lightfoot es una mujer negra. La guerra racial que fue provocada por la muerte de George Floyd en el día de la luna nueva del 25 de mayo de 2020 (donde Jesús está representado en la señal del arca del pacto) dio un gran paso adelante, ¡llamando terrorista al presidente tan pronto como se vio la luna nueva que representa el segundo ungido! Más sobre este tema más tarde, pero nota cómo el 25 de mayo, 31 d.C., el pueblo pidió absolución por Barrabás y mató al Salvador, y los disturbios fueron apaciguados, mientras que el 25 de mayo del 2020, no tuvieron nada que ver con Jesús y mataron a "Barrabás", y los disturbios se desarrollaron.
Lo que entendemos que es "Babilonia, la grande" ya se está dividiendo en muchas más de tres partes. ¡Además de la inminente Tercera Guerra Mundial con las instigaciones contra China, esta guerra racial entre hermanos es apropiada para el segmento de Betelgeuse en el que estamos actualmente que representa la guerra! Pero a pesar de las líneas de fractura que aparecen a lo largo de Babilonia en previsión de su caída, el versículo en cuestión parece hacer un contraste entre las diferentes ciudades proféticas:
El mismo versículo menciona "la gran Babilonia" y "la gran ciudad" a la vez, lo que sugiere para la mente proféticamente entrenada que se refiere a dos ciudades diferentes. Entonces, ¿qué podría ser la gran ciudad si no es Babilonia? ¿Podría referirse al reino de Dios? Esta "división" es exactamente durante el tiempo de la señal del arca del pacto, que fue representada por la transfiguración de Jesús, la cual a su vez Él relacionó con Su reino:
También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder. Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. (Marcos 9:1-2)
Por supuesto, esto plantea la pregunta, ¿puede dividirse el reino de Dios? ¡Después de todo, Jesús advirtió que un reino dividido contra sí mismo no puede permanecer![11] El problema es resuelto inmediatamente, cuando miramos la palabra griega original que es traducida "dividido" en el pasaje de la séptima plaga. Thayer la define de la siguiente manera:
G1096 µa ginomai (ghin'-om-ai) v.
Las muchas formas en que se traduce la palabra muestran que los traductores tuvieron que basarse en el contexto del gran terremoto para inferir lo que se quería decir. Pero al no entender que "gran ciudad" se refiere a una señal celestial relacionada con el reino de Dios, no pudieron discernir el significado adecuado. La frase podía ser traducida con precisión de diferentes maneras (como en otras ocurrencias de la palabra en la Biblia) que encajarían mejor al reino de Dios:
Y la gran ciudad se levantó en tres partes, ...
Y la gran ciudad llegó al escenario en tres partes, ...
Y la gran ciudad fue publicada en tres partes, ...
Con la genuina "gran" ciudad de Dios presentada en tres partes en el reloj de este ciclo, sugiere que cada parte puede relacionarse con un miembro de la Divinidad. Ya vemos cómo la primera de las tres partes comienza con el último esfuerzo del Espíritu Santo para llevar a las almas al arrepentimiento, pero ¿qué pasa con las otras dos partes? La respuesta es clara, dado el entendimiento de la semana de la Pasión de Jesús que comienza en la línea de Bellatrix y Su coronación justo antes de la línea de Betelgeuse. La tercera parte debe referirse al Padre, cuya ira está representada por la amenazante gigante roja, Betelgeuse.
Sin embargo, en la señal del arca del pacto vemos al segundo ungido en su lugar en este segmento como querubín protector del Padre. No hay ninguna estrella donde él está en el reloj de Orión para hacer una línea porque no es un miembro de la Divinidad, sin embargo, es el mensajero del Padre. El propósito del último Elías es anunciar el día de la ira de Dios y la hora de la segunda venida de Jesús,[12] que son revelaciones que provienen sólo del Padre.[13] ¿Puede ser una mera coincidencia, entonces, que el cumpleaños del hermano John sea el 6 de agosto, exactamente 14 años después de que la primera bomba atómica fuera usada en la guerra, destruyendo la ciudad de Hiroshima?
De hecho, el nacimiento del mensajero que trajo la luz del cuarto ángel al mundo está representado en el reloj con mayor especificidad de la que se ha observado hasta ahora. Como hemos descifrado y explicado en detalle en El misterio de la Ciudad Santa, la "dirección" de un residente en esa gran ciudad puede ser determinada en referencia al tiempo en el reloj del Padre en el nacimiento de la persona. Las doce puertas de perlas de la ciudad corresponden a las doce tribus de Israel, mientras que sus doce cimientos de piedras preciosas corresponden a los doce apóstoles, y cada conjunto corresponde a las constelaciones del Mazzaroth.[14]
En el momento del nacimiento, la "manecilla de la hora" la cual es el sol indica la constelación de su tribu (las fechas anuales correspondientes están marcadas en el diagrama siguiente) según la lista del Apocalipsis 7, mientras que “la manecilla de los minutos" la cual es la luna marca la constelación de su apóstol.[15] (Así, los 144.000, que son descritos como pertenecientes a las 12 tribus de Israel, no tienen por qué ser judíos literales, sino que a través de las constelaciones son contados como hijos de Abraham por la fe)[16]
Estas asignaciones se resumen en el siguiente diagrama en el orden del Mazzaroth:
Por consiguiente, con el sol estando en Cáncer el 6 de agosto, la tribu del mensajero es la de José, cuyas bendiciones llegaron a las colinas eternas (las constelaciones)[17] como el último Elías recibió las bendiciones de las señales en el cielo. La luna indica que su apóstol es Pedro, a quien Jesús confió la tierna tarea de alimentar a Sus corderitos, los jóvenes en la fe. Tal liderazgo requiere las finas habilidades de un cuidado reflexivo y una perseverancia paciente que Pedro sólo pudo exhibir después de su experiencia transformadora en la negación del Señor y el posterior arrepentimiento completo. Esto también es paralelo al papel y la experiencia del segundo ungido en la tierra en la alimentación de los corderos de la iglesia de Filadelfia. Que el lector decida si este “Pedro” proveería un mejor cuidado para sus hijos con el alimento del mensaje del cuarto ángel, o Pedro el Romano en el Vaticano, ¡rodeado por la pestilencia de la primera plaga!
En 2020, durante la señal del arca del pacto, mostramos antes cómo el segundo ungido se encuentra en la primera luna creciente del 23 de julio, cuando el sol y la luna marcan el cumpleaños del hermano John y el cometa de Elías tiene su acercamiento máximo a la tierra. Sin embargo, siendo que estaba destinado a servir a Dios desde el hemisferio sur donde construyó un humilde templo en Paraguay, tiene sentido considerar el avistamiento de la luna desde ese lugar tan estrechamente relacionado con el mensaje del cuarto ángel. La luna fue vista desde la Granja Nube Blanca después del atardecer del 21 de julio, haciendo del 21/22 de julio el primer día del mes. Sin embargo, la luna ya había entrado en el León en ese mismo día.
Por muy notable que sea, ¡hay un detalle de identificación aún más específico que éste! Cuando el hermano John nació el 6 de agosto de 1959, la luna no fue vista en Jerusalén hasta esa tarde, lo que haría que su cumpleaños hebreo fuera el 30 del cuarto mes. Pero sucede que, en Paraguay en 1959, la luna habría sido vista un día antes, lo que haría que fuera el primer día del quinto mes.
Lo sorprendente es que en este año de la señal del pacto—2020—vemos que ese escenario exacto se repite, ya que esta luna nueva que marca el primer día del quinto mes fue vista en Paraguay un día antes que en Jerusalén.[18] ¡Por lo tanto, es el cumpleaños hebreo del hermano John según el cómputo de Jerusalén (que es el día 30 del cuarto mes), así como el cómputo de Paraguay (que es el primer día del quinto mes)!
Es bastante excepcional que el cumpleaños hebreo de alguien se alinee con su cumpleaños en el Mazzaroth (el día en que el sol y la luna apuntan a su tribu y apóstol, respectivamente), pero Dios proporciona dos testigos para validar la identidad del segundo ungido en esta señal especial del arca del pacto.
Sin embargo, el diagrama anterior con la fecha de la primera luna creciente en Paraguay no es el cuadro completo, y los acontecimientos actuales nos permiten afinar nuestro entendimiento de manera significativa. Para empezar, vimos cómo el reloj de Orión del Hijo apunta con Bellatrix al 20 de mayo de 2020, el aniversario de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, mientras que el reloj del Padre con el sol y la luna apunta al aniversario de Su crucifixión el 25 de mayo. Juntos, enmarcan la Semana de la Pasión, ¡o al menos casi! De hecho, la Semana de la Pasión se extiende más allá, incluyendo el Gran Sábado[19] cuando yacía en la tumba. Y los importantes tres días y tres noches de la señal de Jonás continúan hasta el día de Su resurrección, el 27 de mayo. Así, vemos que la señal no sólo representa la única fecha de la primera luna creciente donde el ángel está, sino que vemos un lapso de 8 días marcando la posición de Jesús: 20 de mayo – 27 de mayo. ¡Este lapso también debe reflejarse significativamente en el lado del segundo ungido! ¿Vemos evidencia de eso en el avistamiento de la luna de julio?
Incluso con las primeras fechas de la luna creciente, es interesante que la secuencia del avistamiento en sí se reflejó entre los dos lados, porque para el 25 de mayo, la luna fue vista primero en Israel, donde Jesús vivió y obró, y más tarde en Paraguay.[20] Sin embargo, para el 22 de julio la luna fue vista primero en Paraguay, donde el hermano John está haciendo su ministerio, seguido por el informe de Jerusalén.
Sin embargo, para que sea un reflejo legítimo todo el lapso de ocho días del 20 al 27 de mayo debe ser reflejado en julio para el segundo ungido. Eso abarcaría desde el 22 de julio hasta el 29 de julio. Esta última fecha también debe ser marcada. En el lado de Jesús, el lapso comienza con una línea en Su propio reloj: Bellatrix el 20 de mayo de 2020, mientras que en el lado del segundo mensajero y portavoz del Padre, el lapso de tiempo comienza con la primera luna creciente del reloj del Padre en el Mazzaroth: El 22 de julio de 2020.
Sin embargo, como reconocimos antes, no hay ninguna línea en el reloj del Hijo para el mensajero creado. Los dos querubines que cubren el arca del pacto simbolizan la relación de alianza reconciliadora entre lo divino y lo creado. Cristo, el no creado, está a un lado, habiendo ofrecido Su propia sangre expiatoria para la salvación de la raza perdida, mientras que el segundo ungido—un ser creado cuya sangre no podía expiar ningún pecado—está al otro lado como un representante de los redimidos de Dios por el sacrificio de Cristo.
Sin embargo, eso no significa que un sacrificio no debía ser hecho. Mientras que no fue dada sangre literal, el segundo ungido ofreció el sacrificio del tiempo, llamando a la iglesia a orar para que el Tiempo permitiera que más personas pudieran venir a la verdad y ser salvadas. Esto fue días antes de nuestro tan esperado arrebatamiento cuando estábamos viendo la ira de las naciones hervir a niveles sin precedentes. Describimos esa historia a través de nuestras comunicaciones en ese momento, cuando oramos para que los juicios se retrasaran lo suficiente para que pudiéramos terminar nuestra obra, antes de soportar lo que creíamos que serían siete terribles años de tribulación.
Sólo más tarde nos dimos cuenta del verdadero efecto de esa oración al posponer literalmente el fin del mundo[21] hasta que el Señor revelara progresivamente el tiempo. Mientras caminábamos con Él paso a paso por ese camino, la "sangre" que la iglesia ofreció era sangre espiritual, en la que se describe el "ADN" de Cristo impartido a Su novia vencedora.
El reloj de Jesús estaba llegando a su fin cuando se oró por más tiempo. Entonces Dios obró como con la curación de Ezequías, e hizo retroceder el tiempo, por lo que Sus ciclos de reloj se han invertido desde entonces. El año 1890, el 70º jubileo desde el Éxodo,[22] es simbólico para el regreso de Jesús, porque Él podría haber venido entonces, si el pueblo de Dios hubiera sido fiel a su llamado en ese tiempo. El mensaje del cuarto ángel ya había comenzado a ser predicado, pero el Espíritu fue rechazado, y no regresó durante 120 años. Ahora con el reloj en marcha hacia atrás, Jesús nos trae de vuelta a ese año trascendental marcado en el "ADN" de Su iglesia.
Resulta que el 29 de julio de 2020 está en el punto exacto del reloj que en el ciclo del juicio se marca el año 1890. Es una correspondencia perfecta que el segundo ungido, que trajo el mensaje del cuarto ángel al mundo estaría marcado por un lapso de tiempo que llegaría a ese punto especial en el reloj—¡incluso sin una estrella marcadora! En cambio, Dios envió el cometa de Elías para enfatizar este período de tiempo.
Sin embargo, la simetría reflexiva con el período de ocho días de Jesús no termina ahí. Dios está usando el avistamiento de la luna nueva en Paraguay el 21/22 de julio, para señalar Su ira que se aproxima rápidamente. Está casi en ebullición como el conflicto en el Mar de la China Meridional debido a la escalada de tensiones sin precedentes que se produjo el mismo día a causa de la orden de cerrar el consulado chino en la ciudad portuaria de Houston, o como la guerra civil de Trump que casi ha comenzado a causa de su orden dictatorial de enviar el ejército a las ciudades de EE.UU.
El plazo para el cierre del consulado de Houston fue reportado como 72 horas, tres días, al igual que los tres días desde la muerte de Jesús hasta Su resurrección. Para Jesús, esos tres días marcaron el final del período, mientras que aquí, los encontramos al principio en un reflejo perfecto. Es más, comienzan con el cumpleaños (nueva vida) del mensajero que anuncia la ira y concluyen con el cierre—o la muerte—del consulado chino (así como la orden de cierre del consulado de los Estados Unidos en la ciudad china de Chengdu[23]), lo cual es un reflejo de los tres días que comenzaron con la muerte de Jesús y terminaron con Su resurrección en la nueva vida, ¡con un día de descanso en medio!
La semana de la Pasión de Jesús comenzó con Su entrada triunfal en Jerusalén, y la semana del último Elías termina con la conmemoración de la oportunidad perdida de entrar en la ciudad celestial en 1890.[24] ¿Podría eso sugerir lo que puede suceder en la tierra el 29 de julio, cuando la iglesia de Filadelfia bajo la guía del mensajero ha estado volviendo sobre los pasos y corrigiendo los errores del pasado? ¡Estaremos atentos para entender cómo el Señor cumplirá Su profecía en ese momento!
Los dos lados de la señal del arca del pacto son perfectamente complementarios y simétricos. El lado de Jesús apunta al más grande y costoso de todos los sacrificios que redimió al hombre cuando el Dador de la Vida dio Su inmaculada vida. El lado del segundo ungido señala su nacimiento, y el sacrificio sin sangre que se haría a cuenta de su vida, para posponer la ira atómica que nació para anunciar.
El 30 de julio de 2020—el día siguiente al período representado por el segundo ungido en la señal del arca del pacto—es, según el avistamiento de la luna en Paraguay, el 9 de Av. Este es considerado como el día más triste del calendario judío, siendo el día de la destrucción tanto del templo de Salomón como del segundo templo, y también el día en que diez de los doce espías enviados a Canaán devolvieron un informe desalentador que llevó a un largo vagar por el desierto antes de que la siguiente generación pudiera entrar en la celestial Canaán.
¡Qué apropiado que este día fuera indicado en el mismo punto del reloj que el marcador de 1890 en el reloj del Juicio, que se extiende más allá del 29 de julio para incluir también el 30 de julio! Ese fue el año en que, como los antiguos espías, los orgullosos líderes de la iglesia comenzaron a vagar por el desierto, habiendo rechazado a los dos mensajeros de Dios de ese día, a quienes envió con un mensaje que habría llevado a la iglesia al cielo si hubiera sido aceptado. Sin embargo, ahora, donde comenzó ese fracaso, el mensajero de la ira cierra el círculo, habiendo entregado fielmente el mensaje de Dios dado en medio de todas las pruebas y giros sorprendentes de la última década de ministerio público. El papel del mensajero está completo, y la brecha se repara en el momento perfecto.
Que el tiempo restante hasta que la señal del arca se cumpla completamente del 3 al 6 de septiembre en las líneas del trono izquierdas sea un tiempo de solemne preparación de escudriñamiento del corazón (así como las últimas preparaciones físicas), porque la hora[25] que se avecina será realmente terrible.
Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres. Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra. (Sofonías 1:14-18)
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